El ciclo de conciertos de órgano de Torre de Juan Abad se viene caracterizando desde sus inicios por presentar a jóvenes músicos de la región o del resto de Europa.

Saben muy bien en La Torre que el futuro de esta música está en ellos, por lo que apuestan decididamente por su formación, facilitando el acceso al instrumento para sus ensayos y abriéndoles la puerta del ciclo de conciertos para su presentación ante el público.

Esta ocasión es especial, porque la jovencísima Elisa Ginés nació en Torre de Juan Abad en 1998.

Por tanto, cuando el órgano fue restaurado contaba con tan sólo 3 años.

Es una organista nacida al abrigo del nuevo impulso dado a la música de órgano en esta localidad, tras la puesta de nuevo en funcionamiento del instrumento.

Con 7 años, animada por su párroco Urbano Patón, comenzó sus estudios musicales en la Escuela de Órgano de Torre de Juan Abad, con la profesora Ruth López.

Son pocos los casos de niños que empiecen su aprendizaje musical directamente en el órgano y menos aún en un instrumento histórico con más de 250 años.

El interés de Elisa por la música Antigua, la lleva posteriormente a realizar los estudios de Clavicémbalo en el Conservatorio Profesional “Pablo Sorozábal” de Puertollano, donde cursa actualmente su último año.

Asimismo se gradúa en Teoría de la Música por la ABRSM (Royal Schools of Music) de Londres, donde también se encuentra estudiando su último nivel de órgano.

Compagina sus estudios académicos con cursos de perfeccionamiento durante el verano con diferentes organistas y aprovecha también las estancias de prestigiosos maestros en los ciclos internacionales de conciertos de su pueblo para recibir sus consejos. Colabora además regularmente como organista litúrgica en la Iglesia de Torre de Juan Abad.

El próxima sábado, 18 de octubre a las 20 horas nos presenta un programa titulado “Ut queant laxis”, tomado del primer verso del Himno a San Juan Bautista, escrito por el historiador lombardo Pablo el Diácono en el siglo VIII. De las primeras sílabas de los versos de este himno se tomó el nombre las notas musicales de la notación latina moderna.

Música gregoriana, renacentista y barroca. Versos, danzas, música sacra y fandangos de España, Italia, Inglaterra y Holanda nos transportarán al interior de los monasterios medievales, a las fiestas de los palacios europeos del siglo XV o a las iglesias, calles y plazas de cualquier ciudad del XVII-XVIII.

Un concierto que se iniciará con la pieza que dio origen a las notas musicales y que representa la esperanza de la música de órgano, pues el futuro de tantos instrumentos que se están restaurando está en las manos de jóvenes organistas que como Elisa, con la preparación adecuada, sean capaces de tocarlos.

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