Jordi Savall se ha convertido en el máximo representante de la recuperación de música antigua y también de la lucha por la dignidad de los seres humanos.
Mañana lunes participa en el Festival por la Tolerancia Murcia Tres Culturas para recordar las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio.
Jordi Savall (Barcelona, 1941) ha rescatado las músicas antiguas, que interpreta con su viola de gamba.
Pero es mucho más: concertista, pedagogo, investigador y creador de nuevos proyectos, sus conciertos «han convertido la música en un instrumento de mediación en favor del entendimiento y la paz entre los pueblos», como recuerdan desde Murcia Tres Culturas, que vuelve a contar con él.
En esta ocasión, para interpretar las Cantigas de Santa María junto a dos formaciones: La Capella Reial de Catalnuya y Hespèrion XXI.
Dicen de usted que es el músico catalán de mayor proyección internacional. ¿Pero cuando empezó a difundir y recuperar la música barroca pensó que llegaría tan lejos o se sintió como una rara avis?
Todo era muy nuevo y una incógnita.
De lo que estaba seguro es de que las músicas que había descubierto eran maravillosas y merecía la pena dedicarse a ello.
Pero no tenía ni idea de cómo funcionaría.
Lo que sabía es que era lo que tenía que hacer.
Acaba de realizar un homenaje musical a Cervantes. ¿La música sirve para conmemorar, celebrar o comunicar todo?
La música sirve para muchas cosas, pero sobre todo para alimentar el espíritu y conservar las ganas de vivir, la paz, y recordar nuestra historia, que en otras épocas había gente maravillosa que hacía cosas muy buenas y que si no recordamos se perderán para siempre.
La música es el arte de la memoria con diferencia, y la memoria es una de las cualidades fundamentales del ser humano.
Lo que nos hace humanos es recordar y cuando perdemos la memoria perdemos la humanidad.
Ha grabado más de 230 discos, protagonizado miles de conciertos, es embajador de buena voluntad de la Unesco y acumula numerosos premios, excepto el Nacional de Música que rechazó en 2014.
Llegados a este punto, ¿qué le queda por hacer a Jordi Savall?
Para mí el camino es claro: continuar ilusionándome con nuevos proyectos que me permitan reunir la memoria y la música.
Ahora estoy trabajando sobre la ruta de Ib Battuta, el Marco Polo árabe, que en el siglo XIII fue de Fez hasta China y volvió hasta Malí…
Estoy haciendo un viaje musical con su ruta.
Trabajo también en la ruta de los esclavos con textos y músicas de África, Brasil, México… y sobre todo, lo que estoy haciendo es intentar ver cómo podemos ayudar con la música a tanta gente que está sufriendo y que lo está pasando muy mal.
Estoy colaborando en un proyecto para ayudar a los jóvenes músicos refugiados en Europa.
Si con el arte no podemos ser útiles a la sociedad, no sirve para mucho.
¿Hasta qué punto hay que mirar hacia atrás, en la música y en todo, para saber cómo debemos ir hacia adelante?
Yo creo que solamente una civilización que es capaz de recordar los momentos claves de su historia puede construir un futuro posible.
Estamos perdiendo de vista en muchos aspectos lo esencial.
El humanismo debería ser el centro de todo, pero lo son la economía y la ciencia, que son cosas importantes, pero no a costa de perder de vista que la vida de los seres humanos sea digna.
Estamos haciendo cosas que si nos acordásemos de la historia no las haríamos.
España está siendo muy rígida con los refugiados que intentar venir desde África.
Nadie se acuerda de que hace siglos los peores esclavistas estaban en nuestro país y millones de personas trabajaron para que hoy nosotros tengamos riqueza.
Nunca se ha pedido perdón ni se ha dado ninguna compensación.
Cuando se terminó la esclavismo se continuó con el arabismo porque nos aprovechamos de la riqueza de los países que teníamos como colonias.
Eso nos debería hacer más solidarios.
Hace unos días, en un concierto en Barcelona, pronunció unas palabras sobre la situación actual, el paro, la pobreza y la necesidad de levantar la voz y protestar. ¿Cree que somos una sociedad sumisa, miedosa, despreocupada o pisoteada?
Somos una sociedad que se ha apoyado como es lógico en una estructura, que es la democracia; una sociedad que cree que ya esta todo hecho, pero la verdad es que no.
Hoy en día no podemos estar seguros de que los políticos que hemos escogido tengan la libertad para ser capaces de hacer lo que deben hacer.
Hay un poder mucho más fuerte que está por encima de las naciones y los políticos, que es el poder económico que lo controla todo, y eso es una realidad.
Si no somos conscientes de que tenemos que tomar la responsabilidad de decir que esto no va con nosotros, cada vez las decisiones serán menos nuestras.
Los ricos cada vez son más ricos y los pobres más pobres.
No aprendemos.
Porque no tenemos el coraje de decir «basta».
Hay cosas que no se pueden aceptar.
No se puede aceptar que el 50 por ciento de los jóvenes no vayan a tener trabajo digno.
Es inadmisible.
Ahora hay nuevas elecciones. ¿Confía en que esto cambiará?
Si no ocurre, estamos abocados a una tragedia porque llegará un punto en que esto va a estallar.
La gente no puede estar eternamente sumisa.
El problema es que no hay memoria y la música puede ayudarnos a recuperarla.
El pueblo si no, no tendrá libertad.
Ahora que se habla tanto de fronteras, de cerrar el paso a los refugiados, de Europa, ¿no deberíamos pensar que la cultura, la música, el arte, no entienden de fronteras y que eso nos ha hecho más ricos a todos?
La música es hoy en día uno de los factores de diálogo y entendimiento más fuertes que hay.
Tengo en mi grupo músicos de muchos países y es maravilloso, hacemos música de épocas antiguas de muchas culturas.
La música puede jugar un rol fantástico.
Sobre todo si tuviera un espacio en la escuela y todos los jóvenes pudieran ser educados en la música.
Yo, dentro de mi pesimismo, creo que si la gente es consciente de lo que está pasando, hay posibilidades de cambiar las cosas.
Tiene que llegar ese momento.
Ya no podemos vivir simplemente esperando a que los otros hagan lo que les corresponde sino que todos tenemos que ser responsables.
Entrevista realizada por CRISTINA MARTÍNEZ | laopinondemurcia.es
Las Músicas que se muestran en los vídeos, o cualquier otro proyecto del Maestro Savall, se pueden adquirir en la Web oficial de AliaVox.
Preciosa labor, bueno , no tiene precio, Gracias.