“… es la suerte de la desdichada música”. Palabras del genial florentino, que además de ser ingeniero visionario, pintor y escultor sobresaliente, arquitecto, filósofo y científico, también se ocupó de la música.

Una de sus facetas menos conocidas es la de músico e inventor de instrumentos.

Sobre lo primero, parece ser que sabía improvisar canciones con la lira de braccio, y que además dominaba el laúd y el órgano.

No es de extrañar, pues la música es una ciencia exacta, y para un perfil técnico tan brillante como el de Leonardo comprender la estructura de las escalas debió ser un juego de niños.

Sin embargo, lo realmente notable es que aparte de interpretar música en los instrumentos existentes en su época, se dedicó a aplicar su ingenio para concebir otros nuevos, aunque no se sabe si los llegó a construir.

Su ideario musical partía del movimiento:

“El movimiento es el principio de toda vida. Todo es movimiento, y sin el movimiento la vida cesaría».

De esta manera, diseña instrumentos basados en la geometría y las matemáticas, generalmente introduciendo la idea de movimiento.

Una de sus creaciones más famosas (dentro de lo poco conocidos que son sus instrumentos) es la denominada Viola Organista: un proyecto de instrumento de tecla que reprodujese el sonido de un grupo de violas.

Existen hasta treinta dibujos parciales del ingenio, aunque no se ha conservado ningún esquema completo.

Constituía un instrumento portátil y ligero, basado en un mecanismo de ruedas recubiertas de crines de caballo que pueden hacer vibrar simultáneamente varias cuerdas accionadas por un teclado.

Otra invención de Da Vinci es el Órgano de Papel (órgani de carta), que aparece descrito en el Códice Madrid II de la Biblioteca Nacional de España.

Supone una evolución del organetto florentín, aquel instrumento portátil del siglo XIV, aportándole ligereza y operatividad, dado que  consta de un fuelle de doble acción con dos cuerpos adosados, de forma que mientras uno se está vaciando al presionar para hacer sonar los tubos, el otro se llena por la misma operación, resultando un movimiento de ida y vuelta comparable al del arco del violín que hace mucho más fácil la administración de las “respiraciones”, como explica el musicólogo Luis Delgado.

Tuvo también en su mente un Órgano de Agua que intentaba evocar los sonidos evocadores producidos por una fuente, creando armonías con las distintas caídas del agua.

En el ámbito de la percusión, destacan instrumentos asaz ruidosos, como la Carraca con Puerta Corredera, la Carraca Mecánica de Lengüetas o la Carraca con Manga.

Instrumentos estrepitosos por naturaleza a los que intentó dotar de la capacidad para crear acordes y tonalidades.

Describió igualmente un tambor con tres pies, un tambor flauta y un tambor carraca, en todo caso buscando diversificar, mediante el ingenio, el sonido monocorde de la percusión, aportando un sin fin de posibilidades musicales.

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