La fama de los violines fabricados por Antonio Stradivari entre los siglos XVII y XVIII es universal y los poco más de 500 instrumentos originales que quedan en circulación tienen un valor incalculable.

Pero ¿es su sonido realmente el mejor que puede ofrecer un violín? Un experimento publicado esta semana, lo pone en duda.

Sobre la calidad del sonido Stradivarius se ha publicado casi de todo.

Que los violines fueron construidos con madera de barcos hundidos, que la pequeña edad de hielo vivida en Europa pudo cambiar la calidad de la madera o que el viejo lutier trató los instrumentos con una solución secreta de sales metálicas.

Algunos científicos han analizado las propiedades de la madera y del barniz en busca de la superioridad de estos violines, pero solo ahora se ha puesto en cuestión la premisa fundamental: ¿realmente son tan superiores?

El equipo de Claudia Fritz, del Instituto Jean le Rond d’Alembert, ha reunido a diez «renombrados solistas» de violín y les ha pedido participar en un curioso experimento.

La prueba consistía en probar y valorar a ciegas doce violines, la mitad de ellos de nueva fabricación y la otra mitad viejos instrumentos (cinco de seis eran Stradivarius).

Los músicos, que tocaron con los ojos vendados, probaron los violines en una sala de ensayo y en un teatro con capacidad para 300 personas durante un tiempo total de 1 hora y 15 minutos cada uno.

Seis de los diez solistas eligieron un instrumento nuevo

Cuando se les pidió que eligieran uno de ellos para tocar en una hipotética gira de conciertos, seis de los diez solistas eligieron un instrumento nuevo.

En concreto, uno de los violines de nueva fabricación fue el mejor valorado por todos y, en promedio, le dieron una nota más alta a los violines nuevos que a los viejos.

Los músicos valoraron cualidades como la facilidad para tocar, el timbre o la proyección del instrumento. Pero en general fracasaron estrepitosamente cuando se les pidió identificar cuál era el instrumento con más solera.

«Estos resultados», escriben los autores del estudio, «confirman y amplían los primeros trabajos sobre el tema y presentan un importante desafío a las creencias casi canónicas sobre los viejos violines italianos».

El trabajo anterior sobre la calidad de los Stradivarius mostraba los mismos resultados, pero se realizó con menos violines (seis), los solistas tocaron menos tiempo (1 hora) y solo se probó un escenario (la habitación de un hotel).

Aunque los violines no tengan una propiedad que los haga distinguibles en términos objetivos de los otros, es de prever que el fetichismo por las viejas piezas de madera seguirá vivo durante siglos.

Fuente VozPopuli.com

8 comentarios en «Golpe al mito del Stradivarius: «los mejores solistas no lo distinguen de uno nuevo»»
  1. En este «experimento» faltó un elemento que los que no tocan un instrumento no echan de menos: y es que uno no le puede sacar lo mejor a un instrumento sino luego de varios días o semanas de estar en contacto con él. El mismo señor que sale en la foto, Ilya Kaler, me contó, cuando lo llevé a pasear al volcán Poás, que cuando ganó el concurso Paganini y le dieron , como parte del premio, a tocar el Guarnerius de Paganini al principio no le pareció gran cosa, pero que a los dos o tres días sintió una enorme fuerza y que al final le costó mucho despedirse de ese instrumento.
    Cuando Vadim Repin, siendo un niño prodigio, fue llevado a ver violines 3/4 a la colección del estado soviético, probó muchos instrumentos y al final pidió uno de los que había tocado por su hermoso y potente sonido, sin saber qué violín era, le revisó la etiqueta y era un Stradivarius.
    Si los grandes virtuosos de todos los tiempos siempre buscaron tocar unos de estos majestuosos instrumentos sería por algo, o no? Ahora sólo falta hacer un experimento y decir que Viotti, Olé Bull, Paganini, Kreutzer, Wilhelmj, Kreisler, Heifetz, Joachim, David, Wieniawsky, Oistrack, Kogan, por nombrar sólo a algunos de los que poseyeron violines de los grandes constructores cremonenses, eran inexpertos violinistas que no tenían oído para identificar la calidad de tales instrumentos.
    NO dudo que aparte de los grandes luthiers de todos los tiempos ha habido otros fabricantes que lograron muy buenos instrumentos, y que en la actualidad también los hay (y serán los más interesados en el artículo), pero por favor un Toyota no funciona igual que un Ferrari.

  2. Claro, tocar un violin antiguo es muy mistico aunque yo deria mas como un ford falcon que un toyota. Claro y como ha avancado la lutheria en los ultimo 10 anos se puede decir en cuanto a comodidad, funcionamiento y potencia un violin nuevo es como un ferrari. Es el charisma contra la funcionalidad 🙂

  3. Yo creo que el único experimento viable es el de resucitar a Stradivarius y pedirle que construya un violín con sus métodos y conocimientos y probar ese violín y ver que diferencia le puede encontrar con los «nuevos» violines (La lutheria no nació en el siglo 21) gracias a todos esos luthires y sus técnicas y obras dejadas en este mundo permitió seguir con esta materia magistral que es la construcción de instrumentos musicales. (Mucho comercio en todo esto) ……..Un experimento muy poco serie es este…… (mi opinión es tan básica como este estudio de investigación)

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