Accademia del Piacere celebra en el Museo Picasso el legado navideño de Bach,

El Ciclo de Música de Cámara que organiza la Orquesta Filarmónica de Málaga y que tiene su sede estable en el Auditorio del Museo Picasso se reserva un as especial para el próximo concierto del programa, que se celebrará este martes 13 a las 20:00.

El centro recibirá entonces a Accademia del Piacere, uno de los principales grupos de vanguardia de la música antigua española y uno de los punteros en Europa, que desde su asentamiento en Sevilla, y bajo la dirección del violagambista Fahmi Alqhai, ha regalado al patrimonio sonoro del Barroco algunas de sus páginas más espléndidas de los últimos años.

El repertorio fraguado para el regreso de la formación a Málaga estará protagonizado por las diferentes variaciones que Johann Sebastian Bach hizo del villancico tradicional alemán In dulci Jubilo.

Se dice que la versión más antigua de In dulci Jubilo se remonta a la primera mitad del siglo XIV.

Sus versos se atribuyen al místico alemán Heinrich Seuse y la melodía, como es tradición en los villancicos, a la propia música popular.

In dulci jubilo ha tenido numerosas lecturas a lo largo de la historia, pero destaca todavía entre ellas las diferentes interpretaciones que en el siglo XVIII realizara un portentoso Johann Sebastian Bach, a quien precisamente ha dedicado Alqhai The Bach Album, un disco grabado en solitario y lanzado el mes pasado en el que el artista traslada a la viola de gamba obras escritas originalmente para violonchelo, flauta y violín (entre ellas la popular Chacona).

Las variaciones acerca de In dulci jubilo protagonizarán así el concierto que Accademia del Piacere ofrecerá en el Museo Picasso.

Aunque la mayoría de las piezas del programa fueron creadas como obras para órgano, en esta ocasión han sido adaptadas para la familia de las violas de gamba, instrumentos muy utilizados en Europa entre el los siglos XV y XVI y que en las últimas décadas está volviendo a los escenarios, donde cada vez es más frecuente poder apreciar un sonido que, según Jordi Savall, «tiene la ternura de la voz humana.

Es medio violonchelo y medio laúd, y con sus siete cuerdas puedes expresarte con un sonido menos tenso.

Todo es más suave, delicado y armónico. Representa la fascinación de una voz olvidada».

Cerrará el programa del concierto una selección de las famosas Variaciones Goldberg, BWV 988, una magistral partitura, también ampliamente revisada a lo largo de la historia, que condensa la esencia del genial compositor.

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