Tras meses de investigación, los conjuntos granadinos de música antigua Íliber Ensemble y Todos los Tonos y Ayres unen sus fuerzas para llevar a los escenarios el programa El clave del Emperador: Tras el legado de Diego de Pantoja, en el que se plantea un recorrido por la música de varios autores europeos de los siglos XVI, XVII y XVIII que estuvieron activos en la Corte Imperial China o cuya música se ha localizado en los catálogos de las bibliotecas jesuíticas de Macao y Pekín, así como música antigua china recogida en los tratados imperiales y ediciones de la época.
Este programa servirá para conmemorar el IV centenario del fallecimiento de Diego de Pantoja (1571-1618), misionero jesuita y músico español, de enorme importancia por ser uno de los primeros intelectuales europeos en entrar al servicio de un emperador chino, favoreciendo con ello el intercambio cultural, científico y artístico entre estos dos mundos tan lejanos.
Además, servirá para conmemorar los 45 años de relaciones diplomáticas España-China, efeméride que se celebra también este año 2018.
El estreno de este programa tendrá lugar el próximo 26 de mayo en el Palacio de la Real Chancillería de Granada, como concierto de clausura de la tercera edición del Festival de Música Antigua de Granada MAG y con la colaboración del Instituto Confucio.
Entre otras piezas, sonarán obras de Alonso Lobo, Ginés de Boluda, Duarte Lobo o del Padre Pedrini.
A continuación, los dos conjuntos iniciarán una gira de dos semanas por China, con conciertos en Pekín —los días 29, 30 y 31 de mayo, en el marco del Meet in Beijing Arts Festival 2018— y Shanghái —3 y 6 de junio, este último en el magnífico Daning Theatre—, todos ellos organizados con la colaboración del Instituto Cervantes y la Embajada de España en China como parte de los actos oficiales en conmemoración del Año Diego de Pantoja.
EL CLAVE DEL EMPERADOR
El clave del Emperador: Tras el legado de Diego de Pantoja es una propuesta única en el panorama musicológico español, que reúne en escena a Íliber Ensemble, una de las jóvenes formaciones españolas de música antigua de mayor proyección en la actualidad, especializada en la interpretación de música barroca con instrumentos antiguos y criterios historicistas, y a Todos los Tonos y Ayres, primera agrupación de España especializada en la investigación e interpretación de la música antigua china y las relaciones musicales entre la China Imperial y Occidente.
Instrumentos de época occidentales y chinos se unirán para reconstruir la animada vida musical de la Corte china en un homenaje a la figura de Diego de Pantoja, un ciudadano de Valdemoro que viajó a China y fue precursor en entablar relaciones culturales con la Corte del Emperador Wan Li de la dinastía Ming.
Además de aportar datos precisos sobre China en España y Europa, llevó consigo el primer instrumento de tecla a la Ciudad Prohibida, enseñando por primera vez el arte del clavicordio en la Corte Imperial.
Contexto histórico-musical
A su muerte en 1618, Diego de Pantoja deja iniciada una importante labor que favorece la posterior presencia de misioneros en la Corte hasta finales del siglo XVIII.
Se puede decir que Pantoja abre un nuevo capítulo en las relaciones sinoespañolas y en la diplomacia con Occidente.
Es sobre todo durante la dinastía Qing, en particular durante el reinado de los emperadores Kangxi (1654-1722) y Qianlong (1711-1799), cuando el intercambio de conocimientos y relación de los misioneros con la Corte alcanza su máximo esplendor.
El espíritu curioso de Kangxi hacia todo lo ajeno, y en particular su amor por todas las manifestaciones musicales, hace recurrente la presencia de música occidental en la Corte.
Las salas del palacio albergan numerosos instrumentos tales como clavicordios, espinetas, órganos y claves, entre otros.
De mano del jesuita portugués y excepcional músico Tomás Pereira (1645-1708), uno de los favoritos de Kangxi, nos llega el primer tratado de teoría musical occidental escrito en Asia en lengua china.
Pereira construye instrumentos musicales, enseña a los hijos del Emperador a tañer el clave, y toca mano a mano con el mismo Kangxi en las célebres mélanges musicales.
Aunque Pantoja y Pereira fueron grandes músicos, sólo nos han llegado sus trabajos teóricos.
Tendremos que esperar hasta la llegada del misionero Teodorico Pedrini (1671-1746), el cual nos deja doce bellas sonatas para violín y continuo compuestas durante su estancia en Pekín y conservadas en la Biblioteca Nacional de China.
El Emperador Qianlong hereda el gusto musical y la curiosidad de su abuelo, llegando a instaurar una orquesta barroca en su Corte, formada por dieciocho eunucos ataviados con trajes europeos y pelucas.
En sus cumpleaños, en las festividades, o por simple divertimento, todo tipo de agrupaciones presentaban su arte al Emperador: música de Corte mongol, manchú, ópera del sur, música de banquete…
Gracias al aparato burocrático de la Corte, todas estas actividades y piezas musicales quedan compiladas en vastas obras enciclopédicas promulgadas por el Emperador.
Durante esta época, el jesuita francés Joseph-Marie Amiot (1718-1793) registra una buena cantidad de música china y piezas religiosas sino-cristianas en una larga colección de documentos que envía a Occidente, llegando las primeras transcripciones de música del gigante asiático a Europa a mediados del siglo XVIII.
Algunas de estas transcripciones llegaron a formar parte de obras de Carl Maria von Weber o Paul Hindemith.
El legado: programa musical
El programa está planteado como un viaje en torno a la figura de Diego de Pantoja, que se inicia con la música de su época, para descubrir el legado musical que dejó su empresa a través de los registros que han llegado hasta nuestros días gracias a los misioneros que vivieron en la Corte hasta finales del siglo XVIII.
De su etapa inicial sonarán piezas de Ginés de Boluda (1545-1606) y Alonso Lobo (1555-1617), maestros de capilla de la Catedral de Toledo durante los años de estudio de Pantoja en la Casa Profesa de esta ciudad, entre 1589 y 1596.
Los archivos de las bibliotecas de los jesuitas en Macao conservan un detallado catálogo de los libros allí empleados.
En él, podemos encontrar himnos y cantos recogidos en el manual de Pedro Navarro publicado en Salamanca en 1586 y misas del compositor Duarte Lobo (1565-1646), lo que nos permite reconstruir parte de la música religiosa que sonaba en la colonia portuguesa en China durante la estancia allí del jesuita español, entre 1597 y 1599.
Desde aquí viajaremos junto a Pantoja a la capital del Imperio Celeste.
Al igual que en Macao, la biblioteca de la iglesia de Beitang en Pekín recoge multitud de títulos, entre los cuales podemos encontrar una compilación de laudes entre los que se incluyen algunos de Francisco Soto de Langa (1534-1619).
A éstas se unirán himnos religiosos cristianos con música y texto chinos compuestos por conversos para la congregación local.
A partir de aquí, rastrearemos el legado de Diego de Pantoja, gracias al cual misioneros posteriores pudieron trabajar en la Ciudad Prohibida, lo que nos permitirá explorar la vida musical de la Corte china en sus diversas manifestaciones.
El primer libro que introdujo en China la teoría de la música occidental fue escrito en chino y compilado por el padre Tomás Pereira (1645-1708) para el Emperador Kangxi (1654-1722).
Escucharemos piezas recogidas por Athanasius Kircher (1602-1680) en su Musurgia Universalis, libro de inspiración de Pereira del cual se encontraron tres copias en la biblioteca de los jesuitas de Pekín.
Una de las joyas de este catálogo son las doce sonatas para violín y continuo compuestas por el padre Teodorico Pedrini (1671-1746) durante su vida en la Corte china.
Se interpretará una selección de ellas a partir de un facsímil exacto del único original conservado en la Biblioteca Nacional de China, obtenido gracias a una colaboración con el Instituto Confucio de Granada y la Universidad de Pekín.
Acompañaremos al Emperador en sus viajes diplomáticos y de cacería.
Visitaremos con él las estepas del norte, donde se realizan grandes ceremonias, banquetes y fastos, con músicas de los más diversos lugares, mientras los misioneros que acompañan al Hijo del Cielo le enseñan geometría y música occidental en las yurtas imperiales.
Escucharemos música de corte mongol para el Emperador en conmemoración de su cumpleaños, piezas raramente interpretadas no sólo fuera, sino también dentro de China, de las que este proyecto realiza una importante labor de recuperación.
Tanto el Emperador Kangxi como Qianlong fueron amantes del Kunqu, género dramático musical del sur, de bellas y delicadas melodías, algunas de las cuales recoge el padre Joseph-Marie Amiot (1718-1793) en una serie de cuadernos que envía a Occidente, pudiendo considerarse uno de los trabajos musicológicos pioneros en Europa.
Hoy en día, gracias a estudios de comparación con fuentes originales chinas de la época y anteriores, podemos saber exactamente qué obras son las que Amiot registró.
Sonarán también las primeras transcripciones de música china que llegaron a Occidente, publicadas en 1735 a partir de anotaciones enviadas por este jesuita francés, así como piezas francesas que interpretó al clave para el Emperador.
La mayor parte de las piezas incluidas en el programa, absolutamente inéditas, han sido transcritas específicamente para este proyecto por Rubén García Benito, Abigail Horro y Darío Tamayo, partiendo de las fuentes originales o primeras ediciones de las mismas.
Buena parte del repertorio está integrado por composiciones de estreno en tiempos modernos y por piezas que no han llegado a ser nunca antes escuchadas en nuestro país o que, en algunos casos, no han rebasado nunca las fronteras de China.
Para más información sobre este programa, se puede consultar el dossier del proyecto siguiendo este enlace
Todos los Tonos y Ayres
Abigail Horro | guzheng, morin khuur, arpa, flauta de pico y voz
Rubén García Benito | erhu, dizi, xiao, sheng, xun, flauta de pico, canto mongol y
co-dirección musical
Íliber Ensemble
María del Mar Blasco | violín barroco
Javier Utrabo | violone
Aníbal Soriano | guitarra barroca, laúd y flauta de pico
Luis Vives | percusión
Darío Tamayo | clave y co-dirección musical
www.todoslostonosyayres.com
www.iliberensemble.com
Todo esto era nuevo para mí, desconociendo la labor gloriosa y hasta heroica del jesuita español Pantoja y del portugués Pereira. Sólo conocía el periplo del también jesuita, el italiano Ricci.. GRACIAS