Antonio del Moral es el máximo responsable del Centro Nacional de Difusión Musical, CNDM, que colabora con el Festival Internacional de Música Pórtico de Zamora que tendrá lugar en la ciudad del 4 al 6 de marzo.

Los abonos para los cinco conciertos programados se ponen a la venta el próximo día 22 de febrero, tanto en la taquilla del festival, ubicado este año en la recepción del Museo Etnográfico, como en la web porticozamora.es mientras que las entradas estarán disponibles a partir del día 29 de febrero a través de los mismos cauces.

-La institución que dirige colabora con el Festival Internacional de Música Pórtico de Zamora desde hace cinco años, un lustro de unir fuerzas que comenzó?

Antes de hacerme cargo de la dirección del Centro Nacional de Difusión Musical había asistido varias veces al Pórtico.

Me parecía un festival modélico en todos los sentidos.

En primer lugar por la ubicación, por esa iglesia de San Cipriano, un lugar extraordinario desde el punto de vista arquitectónico, es una joya del románico con una excelente acústica.

En mi opinión los espacios son muy importantes a la hora de escuchar la música.

La frialdad que desprenden los auditorios modernos impiden que el público acabe de integrarse en un concierto, mientras que en el caso de Zamora me resulta sorprendente la tensión con la que vive el concierto, la actitud de la gente y el silencio que se crea? es algo muy especial.

Cuando me incorporé al Centro Nacional de Difusión Musical, que tiene una vocación de colaboración fuera de Madrid para coproducir proyectos de nueva creación o festivales ya en circulación, no lo dudé.

Además, creo que el director del Pórtico, Alberto Martín, ha hecho durante estos años una labor extraordinaria y más en unos momentos de dificultad en una ciudad sin gran tradición musical.

El Pórtico de Zamora está hecho para que los zamoranos puedan disfrutar y escuchar a grandes intérpretes y repertorios.

El Centro en las dos anteriores ediciones y la presente cita es coproductor. ¿Por qué esa mayor implicación con el Pórtico?

Tuvimos que asumir la implicación que otros dejaron de ofrecer.

Probablemente sin nuestra presencia en los dos últimos años el festival hubiera desaparecido.

Incrementamos nuestra participación económica porque el Centro surgió para apoyar proyectos en peligro de extinción. Nacimos en el año 2010 y hasta 2013 han sido los años más duros de la crisis.

Las aportaciones de las instituciones públicas han caído de una manera considerable y en muchos casos han desaparecido.

En el caso de Zamora, parte de las instituciones dejaron de apoyar al festival y nosotros asumimos esa parte, igual que ha sucedido en otros lugares.

Lo que hemos hecho en Zamora con los pocos recursos que todavía podía obtener la asociación para proseguir es apoyar al Pórtico desde un punto de vista económico y desde la infraestructura que tenemos.

El Centro Nacional de Difusión Musical organiza 244 conciertos y trabaja con muchos grupos y promueve giras por España, lo que permite, en muchas ocasiones, que se rebaje considerablemente los cachés, con lo cual es viable hacer conciertos en lugares donde eran impensables años atrás.

Les Arts Florissant programado en esta edición no hubiera podido venir a Zamora si no hubiera sido de la mano del Centro y porque había otro concierto programado.

En la programación de la XIV edición del festival, que tiene por título «Palabras», se recuperan piezas escritas entre el siglo XIII y XIV y rescatadas en el Archivo Histórico Provincial de Zamora.

Uno de los pilares del Centro es la recuperación del repertorio y del patrimonio musical español que es ingente, basto y riquísimo y muy desconocido.

Es verdad que hay mucho, es verdad que a veces bucear en los archivos no es fácil y requiere de los musicólogos mucho tiempo y mucho conocimiento.

Asimismo propiciamos que si hay música en los archivos de los lugares donde apoyamos conciertos, la difundimos.

En el caso de Zamora el objetivo es doble porque el director del festival, Alberto Martín, es una persona a quien le interesa desempolvar parte de ese repertorio, de tal forma que cuando hablamos cada año intentamos que alguno de los programas recupere parte de estas composiciones.

Creo que el Archivo Histórico Provincial y en la Catedral de Zamora hay un patrimonio musical a rescatar porque Zamora es una ciudad que tuvo una gran tradición musical durante el siglo XIII y XIV y las 23 iglesias románicas, que se mantienen espléndidamente, son un índice de lo importe que fue la urbe.

patrimonio musica antigua

En el concierto de Tasto Solo habrá música recuperada en el Archivo Histórico de Zamora y también música que se conserva en el monasterio de las Huelgas y del Museo Lázaro Galdiano.

Un festival no debe de ofrecer solo la música más conocida sino que debe bucear en los archivos y debe intentar ofrecer compositores como Stefanni, del siglo XVIII, a cuya obra acercará el conjunto Forma Antiqva en el primer concierto del festival.

Al polifacético Agosto Steffani, hasta hace unos años un gran desconocido, lo ha puesto en valor Cecilia Bartoli, una gran diva que hizo un programa, un disco y una gira, y ahora muchos grupos lo han incluido en su repertorio.

Desde su punto de vista ¿corren buenos tiempos para la música barroca?

Está atravesando una época dorada.

Vivimos en un momento muy importante en nuestro país porque la mayor parte de los grupos que han nacido en los últimos años en nuestro país tienen una gran calidad, como es el caso de Forma Antiqva o Los Músicos de Su Alteza.

En poco tiempo han conseguido unos niveles de calidad impensables antes.

Hace unos 20 años solo había tres grupos, Hespèrion XXI, de Jordi Savall; Al aire Español, de Eduardo López Banzo y La Real Cámara de Emilio Moreno, mientras que ahora existe más de una docena de formaciones que pueden competir en el territorio nacional e internacional.

Estos nuevos grupos han apostado también por recuperar composiciones.

Estos nuevos grupos se han mentalizado de la importancia que tiene la recuperación de nuestro patrimonio.

El Centro está recuperando una media de 70 obras a lo largo de la temporada e implicamos a los conjuntos en el trabajo musicológico, a veces de la mano de los intérpretes como Jordi Savall, Eduardo López Banzo o Emilio Moreno que han desempolvado un gran número de obras a lo largo de su carrera.

Jordi Savall es un ejemplo a seguir porque ha sido un luchador a la hora de recuperar el patrimonio español y ha sido uno de los pioneros.

Además muchos de los jóvenes han trabajado con Savall, con Moreno o con López Banzo, siguen la línea de sus maestros y ahora cada uno ha fundado su propio grupo.

A mayores, los jóvenes están muy interesados en esta música y van a estos conciertos cuando no van a los recitales de música de repertorio.

¿Por qué?

Porque es fácil de escuchar, sales canturreando las melodías tras el concierto.

Es una música muy fresca.

Los grupos barrocos, desde mediados de los años 60, han dotado a su interpretación de un grado de improvisación y de frescura que entra por los poros de la piel.

La música romántica tiene un nivel de improvisación más limitado porque todo está escrito en la partitura y el margen que le queda al intérprete es muy escueto.

En el caso de las óperas de Monteverdi solo está la voz con el bajo continuo y se añaden instrumentos y como resultado, gente joven, de unos 30 años, se convierte en fans de la música barroca.

Lo que dicen que los conciertos de música clásica están llenos de cabezas blancas y que está en crisis, sin duda, es mentira.

Por nuestra experiencia el número de asistentes a los recitales aumenta.

Hemos llegado a 140.000 espectadores en nuestros ciclos cuando el primer año rozábamos los 70.000.

Las propuestas que efectúan en Madrid agotan entradas, pero ¿sucede lo mismo en las poblaciones donde promueven actividades?

Depende del lugar.

En el caso de Zamora se vende el 100%.

No es lo mismo ofrecer música antigua que contemporánea. Ante la música contemporánea el público todavía es reticente.

En su opinión, ¿a qué obedece esa reacción?

La pintura, la literatura o la arquitectura actual se han implantado bien en nuestra sociedad, pero en la música ha existido un divorcio por la rigidez de romper con el sistema que tuvieron a partir de la segunda escuela de Viena y, sobre todo, del entorno de los compositores que la escuela de Darmstadt.

La postura de negar todo lo anterior fue muy negativa porque mucha gente no entendía este tipo de música y el público no disfrutaba.

Los tiempos han cambiado mucho y ahora los compositores son mucho más libres, no se atienen a ninguna regla.

La música del XX y, en particular, la del XXI es difícil que llegue al público por lo que cuando se organizan festivales de este contenido no se obtienes el mismo tipo de entrada que cuanto planteas conciertos de Wagner o Beethoven.

Una manera de adentrar a las nuevas generaciones en la música, ¿pasa por incluirla en el sistema educativo?

Sin duda.

La clave está en el sistema educativo.

Las artes en general y la música en particular debería de formar parte de los proyectos educativos desde la más tierna infancia para que el niño y luego el joven pueda tener una educación orientada a disfrutar de la música.

Hay que potenciar la educación musical muy amplia y transversal para que los chicos se familiaricen desde edades tempranas y quienes tengan un buen oído puedan tener la posibilidad de disfrutar formando parte de coros o bien yendo al conservatorio si tienen un interés por dedicarse a la música.

Nunca ir al conservatorio hasta los 17 ó 18 años, pero luego hay que hacer que estudie Derecho o una ingeniería técnica porque los padres creen que la música no es una carrera.

Se tiene que crear un sustrato que favorezca un caldo de cultivo para que el joven tenga un conocimiento musical y tenga el gusto bien por escuchar bien por interpretarla o bien por ambas.

El pasado año dieron el salto fuera de España con conciertos en Bogotá y un curso en el Conservatorio Superior de Elvas, en Portugal. ¿Qué planteamiento tienen para los próximos años?

En la temporada 2016-17 queremos seguir con la misma línea de colaboraciones con instituciones públicas y privadas, ahora lo hacemos con 70.

En estas colaboraciones o coproducciones, la producción es hecha desde la propia ciudad, pues desde Madrid no conocemos la idiosincrasia del público de la ciudad.


Todos los años tenemos colaboraciones nuevas.

Queremos colaborar con el festival de música española de Cádiz, con distintas catedrales con música de órgano y seguiremos colaborando con Zamora.

El Centro Nacional de Difusión Musical estará el año que viene en la celebración del XV aniversario del Pórtico, y seguirá estando mientras que yo esté al frente de este centro.

WEB oficial del Pórtico de Zamora

Entrevista realizada por NATALIA SÁNCHEZ para LaOpiniondeZamora.

Un comentario en «La importancia que tiene la recuperación de nuestro patrimonio»

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