INÉS MOGOLLÓN | ABC.ES – En la ciudad de Salamanca siempre se estudió música.
Primero, en las Escuelas Catedralicias; después, en el Estudio General y, por fin, en la Universidad, que contó con Cátedra de Música -instituida por Alfonso X El sabio en 1254- al poco tiempo de su fundación.
Es, por lo tanto, una de las más antiguas del mundo.
La Cátedra se mantuvo activa hasta bien entrado el siglo XVIII, ocupada por ilustres maestros: Bartolomé Ramos de Pareja, Diego de Fermose-lle, Lucas Fernández, el gran Francisco Salinas -este año celebramos el quinto centenario de su nacimiento en Burgos−, Bernardo Clavijo, Sebastián de Vivanco, Diego Verdugo, Antonio Yanguas… Sabemos que en la cátedra de música de la Universidad salmantina se conciliaban la enseñanza teórica y la práctica; el estudio de autoridades (San Agustín, Boecio, San Isidoro), con el canto llano y el canto de órgano.
Como un eco de ese afán humanista e integrador, el pasado mes de octubre se presentó el ciclo de música Salamanca Barroca, un proyecto que surge de la colaboración entre el Centro Nacional de Difusión Musical y la Academia de Música Antigua de la Universidad de Salamanca.
El objetivo es el que arriba decíamos, fomentar la enseñanza de la música, tanto práctica como teórica, por medio de cursos y conciertos distribuidos a lo largo del año académico.
Formación
Las clases, centradas en torno a la práctica instrumental históricamente informada, están dirigidas a postgraduados y músicos profesionales que quieran especializarse o perfeccionar su técnica.
Se abordarán también aspectos relacionados con la organología, el repertorio, el cuidado del patrimonio, además de la tratadística y la retórica del Barroco.
Los cursos serán impartidos por los mismos profesionales programados en el ciclo de conciertos, entre ellos Itziar Atutxa y Christophe Coin (viola de gamba y violonchelo), Wilbert Hazelzet (Traverso), Jacques Ogg (clave), Pedro Gandía (violín), y Andoni Mercero (viola).
Tanto las actividades formativas como los conciertos tendrán lugar en el Auditorio de la Hospedería Fonseca.
La serie de conciertos se reinicia el próximo martes 3 de diciembre con Al Ayre español, agrupación que dirigirá su titular, Eduardo López Banzo, para presentar el programa Alientos mortales y celestiales, que recupera cantadas inéditas.
Ya el próximo año, el viernes 31 de enero concretamente, el dúo formado Wlilbert Hazelzet, traverso, y Jacques Ogg, clave, recorrerá obras de los hijos de Bach (Johann Philipp, Johann Christoph, Carl Philipp, y Wilhem Friedmann ).
En febrero, The King’s Consort nos regala un concierto íntegramente dedicado a Purcell: If Music Be the Food of Love.
Partituras recuperadas
El grupo Harmonía del Parnàs, dirigido por Marian Rosa Montagut −13 de marzo− propone un viaje titulado ¡Hazó Antón! que recupera partituras depositadas en las misiones jesuíticas de Chiquitos y Moxos en Bolivia.
El martes 1 de abril llega el turno de los anfitriones, la Academia Música Antigua de la Universidad de Salamanca con Bernardo García−Bernalt, que bajo el epígrafe In memoria aeterna, propone una reconstrucción musical de ritos exequiales propios de la Salamanca del último cuarto del siglo XVIII. Unos días después -el 11 de abril- llega el turno de uno de los grandes conciertos del ciclo, con el violonchelista Christophe Coin y las suites BWV 1010 y BWV 1011.
La clausura será responsabilidad de La Orquesta Barroca de la Universidad, que será dirigida por el violinista Enrico Onofri para Entre bromas y veras estrenar en tiempos modernos dos obras del Señor Charles Stamitz conservadas en la capilla de música de la Universidad de Salamanca.
Escrito por Inés Mogollón para Abc.es
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