El Officium Defunctorum fue la última obra compuesta por Victoria, cantada en 1603 por la muerte de la emperatriz María, hermana de Felipe II y publicada dos años más tarde. Consta de una misa de difuntos más una lección de maitines de difuntos, un motete con tema funerario y una absolución de la misa.

La lección de maitines (Taedet), es la única pieza a cuatro voces. Está basada en un texto de Job donde éste impreca a Dios y que se diferencia del resto de la obra por su carácter silábico y vertical con un ritmo algo insistente que le proporciona esta identidad profunda con el texto.

El resto de la obra es a seis voces. Sin abandonar el procedimiento imitativo propio de la música religiosa de esta época, la verticalidad y la definición de los movimientos armónicos cobran una especial relevancia que apuntan hacia una nueva dirección en el campo de la expresividad. Los valores largos generalizados de las voces superiores crean una perspectiva amplia de la pieza y de su estructura, mientras que normalmente las voces interiores son las que mantienen las pequeñas imitaciones, creando las articulaciones más pequeñas[…]

Fuente: http://www.madrid.org/artesacro/2012/espacios/01.html

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