Hoy se ha presentado la XXV edición de este consolidado festival.
“Que se mantenga durante 25 años es un mérito de por sí”, ha afirmado su directora, Consuelo Díez.
“En esta edición hemos realizado un proyecto atento a la promoción de la música española, 14 siglos de diferentes estilos para que el público encuentre lo que más le guste”
Para la Viceconsejera de Cultura Empleo y Turismo de la Comunidad de Madrid, Carmen González, “se trata de un Festival que goza de una gran acogida y nos anima a hacer más propuestas a más localidades y un repertorio poco frecuente”.
Los intérpretes son orquestas, coros, agrupaciones y solistas, tanto españoles (nacidos o residentes en Madrid en su mayor parte) como procedentes de Estados Unidos, Italia, República Checa, Islandia, Francia, Colombia, Cuba, Siria, Marruecos, Sudán, Egipto, Argentina e Israel.
Destaca la participación de solistas como las mezzosoprano Elena Gragera, Gudrún Ólafsdóttir y Marina Pardo, las sopranos Paloma Friedhoff y Magdalena Llamas y los organistas Daniel Oyarzábal, Felipe López y Marie Bernadette Dufourcet.
Y también agrupaciones como el coro Yale Glee Cub, uno de los grandes coros universitarios de Estados Unidos, y la participación conjunta de Collegium Marianum Praga y la Capilla Real de Madrid.
Un homenaje, tres estrenos y novedades
Arte Sacro rinde homenaje a Santa Teresa en el año en que se celebra el V Centenario de su nacimiento con varios conciertos en su honor, empezando con el recital de piano Homenaje a Santa Teresa, interpretado por el Premio Nacional de Música, Diego Fernández Magdaleno, que tendrá lugar en el teatro de la Escuela Superior de Canto, el jueves, 19 de febrero.
A este concierto se unirán otros cuatro.
Además, durante el festival se podrá disfrutar de dieciséis estrenos.
Destacan, Requiem en sol menor, de Domenico Cimarosa, una recuperación de alto valor musicológico, el 24 de febrero en la Iglesia Santuario de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Madrid; Lamentaciones de Jeremías y Laetatus Sum, del compositor checo Jan Dismas Zelenka, en una actuación conjunta a cargo de Collegium Marianum Praga y la Capilla Real de Madrid, que llegará el 17 de marzo a la Real Parroquia de San Ginés; y la recuperación musicológica y estreno en tiempos modernos del Stabat Mater de Francisco Andreví, interpretado por la Camerata del Prado, que estará en escena el 9 de marzo en la Parroquia de la Concepción de Nuestra Señora.
Entre las novedades de la próxima edición del festival destacan las Danzas Derviches basadas en los bailes y músicas religiosas árabes, cuyos bailarines alcanzan el éxtasis a base de giros continuos, así como un ciclo de órgano, formado por tres conciertos en los que solistas de prestigio utilizarán el órgano recientemente restaurado por la Comunidad de Madrid.
56 representaciones en 41 espacios de 19 municipios
El XXV Festival de Arte Sacro se desarrollará en 41 espacios de la región, de los que 22 se encuentran en la capital: Ateneo de Madrid, Centro Cultural de los Ejércitos, Centro Cultural Paco Rabal (Palomeras Bajas, Centro Cultural Pilar Miró, Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación de la Universidad Politécnica de Madrid, Iglesia de San Jerónimo el Real, Iglesia de San Pedro El Viejo, Iglesia de Santa Teresa y Santa Isabel, Iglesia de Santiago y San Juan Bautista, Iglesia Parroquial de San José, Santuario de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Parroquia de la Concepción de Nuestra Señora, Parroquia de la Santa Cruz, Parroquia de San Manuel y San Benito, Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, Parroquia de Nuestra Señora del Carmen y San Luis Obispo, Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, Real Parroquia de San Ginés, Real Iglesia Parroquial de Santiago y san Juan Bautista, Teatro de la Escuela Superior de Canto (Palacio Bauer) y Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid.
Los 18 restantes se emplazan en Alapardo (Iglesia parroquial de San Cristóbal), Alcalá de Henares (Catedral Magistral de los Santos Niños), Cabanillas de la Sierra (Iglesia Parroquial de San Juan Bautista), Colmenar de Oreja (Iglesia Parroquial de Santa María la Mayor), Colmenar Viejo (Basílica de la asunción de Nuestra Señora), Collado Villalba (Parroquia de la Virgen del Camino), El Molar (Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción), (Getafe (Iglesia Catedral de Santa María Magdalena), Hoyo de Manzanares (Teatro Municipal de las Cigüeñas), La Cabrera (Centro Comarcal de Humanidades Cardenal Gonzaga Sierra Norte), Navalafuente (Parroquia de San Bartolomé), Paracuellos del Jarama (Iglesia de San Vicente Mártir y Teatro Centro Cultural), Pinto (Teatro Municipal Francisco Rabal), Rascafría (Real Monasterio de Santa María de El Paular) San Lorenzo de El Escorial (Real Coliseo Carlos III), San Sebastián de los Reyes (Iglesia Parroquial de San Sebastián Mártir), Torrelodones (Teatro Bulevar) y Torremocha del Jarama (Iglesia de San Pedro Apóstol).
Un festival con historia
El Festival de Arte Sacro de la Comunidad de Madrid nació, hace ahora 25 años, con el propósito de que Madrid y su región se convirtieran en sede de una muestra de música, teatro, danza y cine única relacionada con lo religioso, lo sacro y lo espiritual.
La aceptación del público y la crítica especializada, su amplio espectro estético, la revalorización de las obras y montajes, y en ocasiones la revelación de compositores españoles han hecho del certamen uno de los más importantes de España, y entre los mejores en su género de Europa.
En este dilatado periodo de tiempo, Arte Sacro ha preservado su identidad espiritual y se ha convertido en un festival original, único en su género, ya que los demás festivales de temática religiosa o espiritual que existen en el panorama cultural o internacional, está orientados casi exclusivamente a la música.
La temática del festival se conjuga armoniosamente con los espacios donde se desarrolla: edificios históricos, iglesias, palacios o teatros.
Con este formato, Arte Sacro contribuye a difundir y destacar el rico patrimonio de la región, tanto por lo que se refiere a edificios históricos o iglesias, como a órganos en perfecto uso, restaurados por la Comunidad de Madrid.
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