Cientos de personas abarrotan la iglesia para seguir el concierto de música medieval interpretado por el grupo Dúlsica en el renovado templo.
El concierto de música medieval ofrecido en la tarde noche de ayer por el grupo Dúlsica, en la iglesia de San Martín de Castañeda, fue seguido con regocijo y emoción por cientos de personas que, a pesar de estar hechas muchas de ellas al campo y al duro trabajo, vibraron por dentro y por fuera con la actuación en un recinto eclesiástico adecuado para sentir la sonoridad.
«En la iglesia del antiguo monasterio los monjes Bernardos oraban a Dios, entre estos muros, y la suya era una oración de fe elevada entre notas musicales que hablaba de Dios y de los hombres».
La tradición musical volvió ayer a resonar en el altar mayor del monasterio con el grupo Dúlsica, que abrió el concierto con la Marcha Real de los Reyes Católicos.
Cromorno, flauta, gaita, dulzaina, caja, clavecine y teclados fueron algunos instrumentos utilizados por agrupación Dúlsica durante el concierto de ayer, impulsado por las entidades que integran el Plan de Intervención Románico Atlántico.
Los asistentes disfrutaron con plenitud de la interpretación llevada a cabo por Rosario Castañón, Rafael Cubillo, Eugenio Rodríguez y Pedro Pérez a lo largo de un concierto de hora y media y que estuvo abierto a todas las personas interesadas.
Los asistentes hallaron es este concierto una oportunidad especial para disfrutar de cantigas medievales, acordes del Renacimiento y música popular religiosa, al tiempo que apreciaron las actuaciones efectuadas en el templo a través del plan Románico Atlántico.
Además, se pudo contemplar el audiovisual proyectado en los muros de la iglesia y que hace especial hincapié en una intervención clave y quizá no tan visible: la monitorización del edificio, que además de garantizar la correcta conservación del templo, convierte a San Martín de Castañeda en un claro ejemplo de aplicación de la innovación al Patrimonio.
Al concierto asistieron personas de diferentes pueblos del Parque Natural y del entorno del mismo.
La música SACRA del pasado, porque ya sabemos que la profana no es bien recibida.