El empleo de música para adornar una acción teatral o para acentuar determinados lances de su desarrollo dramático es un procedimiento que se ha venido empleando habitualmente a lo largo de la historia en todas las culturas (teatro nô japonés, autos sacramentales medievales, etc.).

Sin embargo, la incorporación de una parte musical no como elemento accesorio de una pieza teatral sino como factor esencial de la dinámica escénica es un suceso propio de la cultura europea que comienza en Florencia en torno al año 1600 y que cristaliza por vez primera en la Eurídice, de Jacopo Peri.

Éste y otros autores, pretendiendo resucitar el drama musical griego, crearon un nuevo género que en principio se llamó «dramma in música», después «ópera in música», y por último y para simplificar simplemente «ópera«.

Las principales naciones no tardaron en importar el nuevo género, modificándolo en función de sus características particulares, surgiendo así el singspiel alemán, la ópera balada inglesa, la ópera francesa y la zarzuela española.

Obertura de la zarzuela barroca:
«Iphigenia en Tracia» (1747)

José de Nebra (1702-1768)

Intérpretes: Los Músicos de Su Alteza

Director: Luis Antonio González.

[LA ZARZUELA BARROCA]

La zarzuela es una forma de música teatral o género musical escénico surgido en España con partes instrumentales, partes vocales (solos, dúos, coros…) y partes habladas.

Su nombre procede del Palacio de la Zarzuela, nombre del pabellón de caza, rodeado de zarzas, y cercano a Madrid donde se hallaba el teatro que albergó las primeras representaciones del género en el siglo XVII para la corte española.

La música de las primeras zarzuelas se ha perdido, si bien conocemos muchos de sus títulos y los nombres de los autores. Destacan «El jardín de Falerina» con música de Juan Hidalgo y libreto de Calderón de la Barca, el más importante autor de zarzuelas de la época.

La primera zarzuela de la que se conserva suficiente música como para tener una idea clara de cómo era el género en el siglo XVII fue «Los celos hacen estrellas» de Juan Hidalgo sobre un texto de Juan Vélez de Guevara, obra interpretada en 1672.

Entre los compositores de este género podemos citar, entre otros, a Juan Hidalgo (1600 – 1685), Sebastián Durón (1660 – 1716), Antonio de Literes (1673 – 1747) y José de Nebra (1702 – 1768).

Éstos recurren a los textos de nuestros grandes dramaturgos como Calderón de la Barca o Lope de Vega, para ponerles música.

Escribe John Walter Hill («La Música Barroca. Música en Europa Occidental, 1580-1750», 2005): «Aunque tiene sus orígenes en prácticas teatrales anteriores, se puede afirmar que la zarzuela fue un nuevo género de teatro musical español desarrollado por Calderón de la Barca.

Sus primeras zarzuelas, «El laurel de Apolo» y «El golfo de las sirenas», ambas escritas en 1657, combinan tipos de música familiares y diálogos hablados en un formato en dos actos con una trama sencilla y una puesta en escena rústica o pastoril idealizada, lenguaje corriente y un tono más cómico que el de las óperas. […]

Con las muertes de Calderón (1681) e Hidalgo (1684), la era del teatro musical específicamente español da lugar a un periodo de transición en el que las formas autóctonas de canciones se mezclan con elementos italianos, tales como el recitativo, las arias da capo, la ornamentación floreada, los melismas largos y los ‘ritornelli’ orquetasles. […]

El verdadero aluvión de influencia italiana en España tuvo lugar con la subida al trono de Felipe V (nieto de Luis XIV, y primer rey de la dinastía francesa de los Borbones en España, de tan infausto recuerdo para la música española).

Esta irrupción no tuvo nada que ver con la educación francesa de Felipe.

La música francesa había sido rechazada por la corte española cuando en, en 1679, María Luisa de Orleans, esposa de Carlos II, el último de los Habsburgo españoles, trajo treinta y ocho músicos y un diseñador de escena y libretista a Madrid en un intento inútil de introducir la ópera francesa en España.

En cambio, esta oleada italiana tuvo que ver con la influencia de la primera esposa italiana de Felipe V, María Luisa Gabriela de Saboya, y de su segunda mujer, Isabel de Farnesio, con quien contrajo matrimonio en 1714.»

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Sebastián Durón: Salir el Amor del Mundo (1696) / Zarzuela completa
SEBASTIÁN DURÓN [1660 – 1716]


SALIR EL AMOR DEL MUNDO
Libreto: José de Cañizares
Zarzuela en dos Actos
Madrid, 1696

I. Seguidillas – 0:05 – [José de Nebra Blasco (1672 – 1748)]
II. Muera Cupido [Musica] – 1:36
III. Dorada luxiente esfera [Diana, Musica] – 2:38
IV. Y ya que en la selba [Apolo, Jove, Marte] – 5:22
V. Qué importa que airada [Musica, Zagala] – 7:03
VI. Sosieguen descansen [Amor] – 8:39
VII. Descansen el Amor [Morfeo] – 15:21
VIII. Del Amor los arpones rompa mi seño [Diana, Apolo, Marte, Jove] – 18:13
IX. Qué horror [Amor] – 20:15
X. Huye, huye, cobarde [Diana, Amor, Musica] – 23:00
XI. De cuantos yerros forjó [Musica] – 24:05
XII. Temores, qué ruido es este [Amor] – 25:32
XIII. Pues vibre la cuerda [Jove] – 28:21
XIV. Dónde vas, cobarde [Marte, Amor] – 29:49
XV. Eso no cobarde [Apolo] – 32:19
XVI. Ay de mí [Amor] – 34:27
XVII. En el cóncavo profundo [Musica] – 37:02

El Mundo / Richard Savino (Director) (http://www.richardsavino.net/)

«Salir el Amor del Mundo» posiblemente se estrenó el 6 de noviembre de 1696 para celebrar la mejoría y el cumpleaños de Carlos II y dar además por terminado el luto oficial por la muerte de Mariana de Austria, en lo que a representaciones teatrales se refiere.

Lo más viable es que hubiera sido representada en algún jardín de palacio.

El argumento son las peripecias desarrolladas en la captura del Amor hasta conseguir encerrarlo en una gruta. No es fácil encontrar a lo largo del texto alusiones políticas, ni establecer un criterio moralizante en este argumento.

Más bien parece tratarse de una Fiesta palaciega de argumento intranscendente a la vez que atractivo y en el que predomina lo musical sobre o visual, aunque es cierto que refleja un mundo irreal muy alejado de la España decadente de finales del siglo XVII.

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Tempestad grande amigo (Fandango) de la zarzuela «Vendado es amor, no es ciego» – José de Nebra (1702 – 1768)

VENDADO ES AMOR, NO ES CIEGO [zarzuela]
Libreto: José de Cañizares y Suárez
Madrid, 1744


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Apenas comenzado el siglo XVII España sintoniza la onda de música escénica procedente de Italia.

En 1629 están datadas las primeras óperas españolas: “La selva sin amor” es la primera ópera producida en España (texto de Lope de Vega y música de Filipo Piccinini).

La ópera más destacada del momento fue “Celos aún del aire matan”, sobre textos de Calderón y música de Juan Hidalgo.

La nueva modalidad escénica adoptará pronto el nombre de su campo de operaciones: palacio de la Zarzuela.

En tiempo de Felipe IV, concretamente en 1636, se inauguraron las llamadas “fiestas de la zarzuela”, que tenían lugar en de El Pardo, en un lugar en que había abundancia de zarzas y otros arbustos.

Las piezas escénicas que allí se representaban, muy similares a las primeras manifestaciones operísticas, al no haberse aún incorporado al vocabulario musical el término ópera, de nuevo cuño, acabaron por ser distinguidas por el topónimo del sitio en el que se representaban. La zarzuela acababa de nacer.

A comienzos del siglo XVIII Felipe V desarrollará una política musical basada en la importación de lo italiano. Esto acabará muy pronto con las personales aportaciones de España al arte lírico, hundiendo por algo más de un siglo la creación netamente nacional.

En 1703, la llegada a Madrid de la primera compañía de ópera italiana determinaría un cambio en los gustos cortesanos que se orientaron con total preferencia hacia las producciones, escénicas o no, procedentes de aquel país.

En 1728 se establece en la corte Domenico Scarlatti. En 1737, Carlo Broschi (el célebre ‘castrasti’ Farinelli, que venía para unos meses y acabó viviendo en España veinticinco años) se instala en palacio y se erige en supremo dictador de los gustos musicales cortesanos.

Finalmente es llamado a la capital Luigi Bocherini, con lo que se onsolidan los gustos italianos de la corte.

No sólo la música no era de inspiración española, sino que los textos en que se apoyaba eran en su totalidad producto de la importación. El castellano desapareció prácticamente como lengua del universo lírico.

La primitiva zarzuela había sucumbido ante el alud provocado por los nuevos vientos líricos que soplaban desde Italia.

Pero no todo estaba perdido. Si la vida oficial se había italianizado, despegándose de la tradición, ésta no tardaría en reaparecer en aquellos ámbitos opuestos al arte oficial: el ambiente popular y callejero, la taberna, el café, etc. serán los escenarios de unas manifestaciones elementales que, con el correr del tiempo, se constituirían en factores esenciales del resurgimiento de la zarzuela en el siglo XIX. Nos estamos refiriendo especialmente a la ‘tonadilla escénica» .

Especialmente importante desde este punto de vista es el desdoblamiento en dos (o en más) del personaje que interpretaba la tonadilla, puesto que ello provocaba el diálogo y con ello la creación de una rudimentaria acción dramática que, al recibir nuevos ingredientes (decorados, libreto con mayor unidad dramática, etc.) no tardaría en cristalizar en un nuevo género popular y castizo. Con ello asistimos al renacimiento de la zarzuela.

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Acis dichoso (recitativo-aria) de la zarzuela barroca «Acis y Galatea» – Antonio de Literes (1673-1747)

Intérpretes: Al Ayre español – Director: Edurado López Banzo
Marta Almajano, (Soprano)

LETRA

Recitativo:

Azis dichoso; Ya desvanecido
el decreto del ado
tanta felicidad has conseguido
que el dia mas del orbe celebrado
ya fabula ó ya historia
es aplauso el plazer de tanta gloria.

Aria:

Si el triunfo que ama
veloz la fama
con bronze aclama
pues le posee, gorjee.
Que de la España
la mayor gloria
será la azaña
de su memoria
quando en Philipo
su aliento emplee
gorjee.

La zarzuela barroca «Acis y Galatea» del músico Antonio de Literes y del dramaturgo José de Cañizares, ambos autores de gran éxito en la España del siglo XVIII, fue compuesto como pieza celebrativa del cumpleaños regio de Felipe V, el 19 de diciembre de 1708.

Justo en este aria que escuchamos es donde ensalza las virtudes del monarca.

La fábula de la ninfa marina Galatea, de sus amores con el bello pastor Acis, de los desesperados celos que este idilio provocara en el cíclope Polifemo, forman el meollo de «Acis y Galatea».

La historia, que se desarrolla en una Sicilia telúrica y desmesurada, escenario idealizado de abrasadores fuegos volcánicos, de tórridas y humanas pasiones, tuvo, como es sabido, una singular fortuna en la música.

Su ambiente mitológico-pastoral, enmarcado por un maravilloso mar habitado por tritones y nereidas, reflejo simétrico en las profundidades marinas del aéreo olimpo de los dioses gentiles, cumplía a la perfección las condiciones para que estuviera presente en el imaginario escénico y musical europeo durante mucho tiempo.

Antonio de Literes (1673 – 1747), compositor español, tañedor de violón y viola da gamba en la Capilla Real de Madrid desde 1693, brillante compositor de zarzuelas, óperas y música sacra, es el mas digno sucesor de Sebastián Durón, respetado por sus colegas, tuvo gran fama en su época. En el inventario que se realizó en el momento de su muerte, se incluyen entre sus posesiones un Stradivarius fabricado en Cremona.

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Enlaces:

http://depmusica.wikispaces.com/file/view/TEMA+12+LA+ZARZUELA.pdf

http://es.wikipedia.org/wiki/Zarzuela

http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Hidalgo

http://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_de_Literes

http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_de_Nebra

http://es.wikipedia.org/wiki/Sebasti%C3%A1n_Dur%C3%B3n

http://www.march.es/musica/publicaciones/semblanzas/pdf/duron.pdf

Escrito por Camilo López García

7 comentarios en «LA ZARZUELA BARROCA»

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