La tarea de reconstruir la historia de la guitarra del siglo XVII en España es un trabajo que asemeja emprender el restauro de un mosaico vasto en el que ciertas partes quedan inacabadas mientras otras, reconstruidas, resaltan con intensidad vital y con todo su color original.
Debido a la relación de la guitarra con las tradiciones de la música popular no escritas, es cierto que nunca vamos a poder penetrar a fondo todo lo que nos gustaría saber en cuanto a los personajes que frecuentaban este paisaje, ni las tendencias que caracterizaban a sus distintos sonido regionales.
Lo único que es cierto es que tenemos una gran serie de huellas en las fuentes notadas que nos aseguran de la riqueza de lo que era el mundo guitarrístico en la época barroca.
La llegada del presente volumen representa un acontecimiento muy importante y bienvenido en la recuperación de la música para guitarra.
Entre sus méritos hay que destacar, por una parte, el de haber podido descifrar una fuente tan llena de dificultades para el lector y, por otra, el estudio exhaustivo de Francisco Alfonso Valdivia Sevilla que proviene de un conocimiento profundo de las fuentes ibéricas, latinoamericanas e italianas para la guitarra de cinco órdenes, y de la literatura musicológica secundaria que pertenece al tema. ¡Bravo!
Mi relación personal con la figura de Antonio de Santa Cruz tuvo su inicio con la llegada por correo en el otoño de 1977 de un paquete con un microfilm del libro que es el objeto de la presente edición.
Me senté delante del lector de microfilmes, guitarra en mano, y me quedé atónito con la primera pieza, Jácaras por la E. Con sus resonancias frigias y sus ecos casi arqueológicos de un flamenco lejano, me pareció el tipo de pieza que siempre había estado buscando en el repertorio barroco español.
La grabé quince días más tarde.
Hopkinson Smith
Juan Carlos Migliaro
Ivan Hauger
Daniel Parejo Martinez
Fernando Eslava