Por increíble que pudiera parecer, los grandes compositores del pasado aún pueden seguir sorprendiéndonos con «nuevas» obras que no son sino partituras perdidas durante muchos años que son rescatadas o redescubiertas ahora.
En esta ocasión ha sido el musicólogo y violinista melillense Javier Lupiáñez quien ha encontrado la partitura perdida de la primera sonata para violín del compositor Antonio Vivaldi, siendo además su primera obra compuesta conocida.
En 2014 estaba preparando un programa para su grupo basado en piezas de autores desconocidos.
Para ello, se puso a leer 72 obras anónimas que están digitalizadas en el archivo de Dresde.
En una clase de su master, Lupiáñez debatió con un profesor si una de esas obras había sido compuesta por el autor de Las cuatro estaciones, Antonio Vivaldi.
A raíz de este intercambio, el musicólogo español decidió cambiar la tesis que preparaba en el Conservatorio de La Haya.
«Teníamos que comprobar la fuente en sí. La partitura tiene una marca de agua que, si se pone a trasluz, se ve quién es el fabricante y de dónde viene el papel», indicó Lupiáñez.
La obra RV 820 venía de Ansbach, la ciudad alemana donde vivió uno de los profesores de Vivaldi, Giuseppe Torelli.
La transcripción de la partitura, que hoy se conserva en Dresde, la hizo un miembro del coro de Ansbach, Johann Georg Pisendel, quien casualmente se convirtió en alumno de Vivaldi años después.
Según la exhaustiva investigación, Vivaldi habría compuesto esta obra cuando sólo tenía 22 años.
La pieza data del 1700 y sería la primera obra sobre la que se tiene conocimiento del autor veneciano.
La otra pieza descubierta por Lupiáñez, RV 205/2, fue compuesta alrededor de 1717 y no tiene nada que ver con la RV 820.
«Muchos teóricos defienden que a principios de siglo XVIII hubo un cambio de estilo radical y esta sonata es un ejemplo. Se ven características del siglo XVII, pero al mismo tiempo hay cosas nuevas», explica el musicólogo.
Para corroborar sus hallazgos, el investigador envió su tesis a Michael Talbot, profesor del Conservatorio de Birmingham (Reino Unido) y uno de los mayores expertos en música de Vivaldi.
Talbot, a su vez, la remitió al Instituto Vivaldi de Venecia y al Repertorio Internacional de Fuentes Musicales (RISM, por sus siglas en francés).
El RISM autentificó meses más tarde a Lupiáñez como descubridor de la RV 205/2 y codescubridor de la RV 820 junto a Federico Maria Sardelli, un musicólogo italiano que aseguró que él también había hallado la misma pieza.
Como una forma de celebrar el descubrimiento y de honrar a uno de los genios más influyentes en las historia de la música, la semana próxima Javier dará un recital con su grupo Scaramuccia.
En esa oportunidad tocarán una pieza española y obras de Vivaldi descubiertas entre los últimos diez años.
Fuente Tn.com
http://imslp.org/wiki/Violin_Sonata_in_A_major,_RV_205/2_(Vivaldi,_Antonio)
Revivir a una pieza del olvido inminente.