¿Si de la música antigua aún queda mucho por conocer en España, de la música del Nuevo Mundo mucho más?
Ese es precisamente el rol que España podía tener en el mundo si fuera consciente de sus riquezas [el de dar a conocer otras músicas como la del Nuevo Mundo].
Somos el país europeo que tiene más contactos con el exterior: con el mundo mediterráneo, con el mundo oriental por la época del Al-Ándalus, con el mundo europeo a partir del reinado de Carlos V y, además, con el Nuevo Mundo.
Si cuidáramos de esto último podríamos permitirnos –que es lo que estoy haciendo en mis últimos conciertos en España–, unir las fuerzas de grupos de diferentes partes de España con músicos de México, Colombia, etc. Eso es lo que hago yo con la agrupación Tembembe Ensamble Continuo.
Unimos nuestras fuerzas y es maravilloso.
Se trata de un proyecto de memoria histórica pero también de creación actual porque lo que es bonito de esas músicas es que al mismo tiempo que conservas esta memoria histórica creas una dinámica de renovación y de creatividad porque esas músicas necesitan de la improvisación, de darse al momento con toda la riqueza del instrumento.
¿Qué poso dejan estos sones?
Lo más bonito es recordar que todas las músicas expresan el alma de los pueblos que las crean. Cuando escuchamos estos sones o estos villancicos escuchamos las voces criollas, las voces los negros que iban a la iglesia y a los que les hacían cantar las coplas, las voces de los indianos que también se unían…
Escuchamos las voces de esos pueblos que creyeron que la música era un lenguaje para hablar con Dios, para poder disfrutar y para poder compartir, entre otras cosas.
Nos recuerdan que son las músicas que han servido a unas personas para sobrevivir.
¿Qué momento de su carrera recuerda especialmente?
Evidentemente la película Todas las mañanas del mundo fue un momento de máxima difusión.
Poder hacer la música para una película que han visto millones de personas en todo el mundo ha sido una forma de abrir puertas y ventanas.
Estoy muy orgulloso de haber hecho esto porque además lo hicimos con todo el rigor y toda la exigencia que conllevan estas músicas.
Creo que el mundo de la música barroca se ha beneficiado mucho de Todas las mañanas del mundo y hoy en día hay muchísima gente en todas partes que va a conciertos, que les gusta esta música, que la estudia y la toca gracias a haberla descubierto en esta película.
Me siento muy orgulloso y pienso que ha sido un milagro haber sido escogido para hacerla.
¿Cómo se describiría usted?
Creo que la música nos transmite siempre una paz interior, un equilibrio y una fuente de energía y de armonía. Creo que cuando tienes la posibilidad de hacer música y estar siempre al lado de grandes maestros como Bach, Monteverdi y tantos otros, algo te toca.
Para poder interpretar la música tienes siempre que controlarte, que encontrar una gran paz para poder sacar lo que llevas dentro y poder expresarlo con la máxima libertad.
Por tanto, el oficio de músico implica conocerte a ti mismo y controlarse.
Un buen músico es una persona que sabe expresar con la música lo que es.
Para transmitir belleza, emoción y paz tienes que llevar todo esto dentro porque si no no lo puedes transmitir.
Entrevista realizada por Ylenia Álvarez (hoyesarte.com) el 17/05/2013
Ylenia Álvarez es periodista por la Universidad Carlos III de Madrid y titulada profesional de Música, ha trabajado en diferentes medios digitales desde el año 2007.
Antes de entrar a formar parte de hoyesarte.com trabajó en lainformacion.com y en cadenaser.com.