Con los bancos del templo totalmente ocupados y la actuación del grupo vocal francés Diabolus in Musica, se ha celebrado este sábado en la catedral orensana, Sanctus! concierto inaugural de Pórtico do Paraíso, VII Festival Internacional de Música de Ourense.

Presentó el acto el presidente del Cabildo, José Pérez Domínguez, quien destacó que “la música tiene una semajanza con la espiritualidad”.

El compositor portugués Alexandre Delgado, presentador habitual de los conciertos de Pórtico do Paraíso, hizo una breve e instructiva introducción al programa, explicando los orígenes y características de la música polifónica medieval y destacando la ironía del nombre del grupo -el de un acorde prohibido por los viejos usos de la armonía- en un concierto celebrado en una catedral.

Diabolus in Musica, fundado en 1992 y dirigido desde entonces por Antoine Guerber, estructura Sanctus! sobre su trabajo discográfico Historia Sancti Martini, que recoge el Gran Oficio Solemne de la basílica de Saint-Martin de Tours.

Procesión, la primera parte de su actuación, comenzó cantando el Salva nos Stella maris en movimiento: desde el pórtico que da nombre al festival hasta los escalones del presbiterio.

El limpio timbre de los dos tenores del grupo, Raphaël Boulay y Olivier Germond, destacó en O summi regis, y la bellísima armonía de O vera o pia dio cabal explicación de por qué la polifonía se impuso a la monodia en la música religiosa de su tiempo.

Esta música fue herramienta esencial de la espiritualidad de Europa medieval y está en la base de la cultura europea, como destacaba el propio Boulay en una charla informal después del concierto.

Tras el último canto procesional, Gaudens in Domino, afrontaron una segunda parte dedicada a los santos.

En ella, junto al gran empaste de voces del grupo, la ubicación de los cantantes en diferentes emplazamientos permitió al público gozar de la calidad de cada interviniente: junto a los tenores y el arpa de su director, Antoine Guerber, actuaron el barítono Jean-François Delmas, los barítonos bajos Emmanuel Bouquey y Emmanuel Vistorky y Philippe Roche, un bajo de voz densa y profunda y un fiatto aparentemente inagotable.

La tercera parte fue la interpretación del tercer nocturno perteneciente al ya citado Gran Oficio Solemne, con los seis cantantes situados en la nave central al pie del presbiterio de la catedral, y finalizó con la solemnidad propia del Te Deum laudamus.

Tras ella, la ovación del público premió esta peregrinación musical de Diabolus in Musica desde la Basilique de Saint-Martin de Tours a la Catedral de San Martiño de Ourense, tal vez un augurio de lo que habrá de llegar por el 1700º aniversario de San Martín (316, Pononia, actual Hungría – 397, Candes Saint-Martin, Francia).

Escrito por Julián Carrillo | ElPais.com

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