Puede parecer un título algo esotérico pero la obra de hoy es mucho más antigua de lo que parece.
Aunque es para una festividad ya pasada, puesto que la música no tiene un tiempo fijo de escucha (salvo contadas excepciones), creo que escucharla hoy mismo es toda una experiencia ya que este tipo de música te transporta, te eleva.
Hoy te presento al maestro Robert Parsons (c1535-1571/2), compositor inglés del que no se conoce su lugar de nacimiento e igualmente pocos datos de su vida.
Parece que desde pronto estuvo relacionado con la Capilla Real, donde fue asistente de Richard Bower.
Fue nombrado Caballero de la Capilla Real y trabajó posteriormente en Lincoln, aunque no se conoce mucho de él; allí es posible que fuese maestro de William Byrd.
Se trata de uno de eso maestros que la historia no ha tratado bien pero cuya músic pervive y es necesaria en el puzzle de la historia de la música, en este caso de la polifonía.
Se cree que murió o en 1571 o 1572, cuando (parece ser) cayó al río Trent y se ahogó.
Hoy te traigo una impresionante música polifónica suya.
Se trata de Solemnis urgebat dies correspondiente al oficio de maitines del día de Pentecostés, que celebramos hace unos días.
En esta obra, Parsons sigue la tradición polifónica inglesa y, al igual que Tallis o Sheppard, alterna los fragmentos polifónicos con otros de canto llano.
La polifonía es muy virtuosa e intrincada en algunos momentos, con una rica textura armónica, con uso de la disonancia.
En sus composiciones, no usa una modulación clara que relacione unas tonalidades con otras, por lo que lo sitúan entre los compositores eduardianos e isabelinos.
Como puedes ver, su obra es impresionante, con ese uso de las partes agudas tan característico de los ingleses, y con esa capacidad de, como el título de la obra, elevarnos hacia el cielo por el vuelo de las voces.
La interpretación es la del conjunto The Cardinall’s Musick, dirigido por Andrew Carwood.
Escrito por Pepe Gallardo (Aeterna Christi Munera)
Maravilloso 🙂
musica celestial,tan pura,aparentemente tan simple pero en su composicion se logra percibir el gran conocimiento que debia tener el compositor,musica que eleva el alma hasta las estrellas,gracias por este hermoso regalo en un dia en que ademas en la ciudad la lluvia «moja el ala aguda de las gaviotas hasta el cono de los grandes volcanes»
La bella «Pandolpho» es de él.