El aniversario de la catedral de Burgos como Patrimonio de la Humanidad, la catedral de San Marcos de Venecia y la fiesta de su titular, el «Concerto italiano» y Rinaldo Alessandrini, Claudio Monteverdi y su Selva morale e spirituale, la Fundación de Caja Burgos y la Obra Social de la Caixa… . Aparentemente extraña mescolanza que une acontecimientos, espacios, fechas e iniciativas dispares; casi un rompecabezas
que nos propone Caja Burgos y la Caixa para celebrar el 30º aniversario de la inscripción de la seo burgalesa en la lista de bienes patrimoniales mundiales.
Y será el «Concerto italiano» el encargado de vestir de gala la catedral el próximo viernes 26 de septiembre recreando las Vísperas solemnes para la fiesta de San Marcos de Venecia con música de Claudio Monteverdi. La elección de este programa viene primero por tratarse de repertorio sacro y después por tratarse del último trabajo discográfico de la prestigiosa formación para conmemorar sus tres décadas de existencia que acaba de ver la luz en el sello francés «Naïve».
A vueltas con Monteverdi
Los seguidores de Alessandrini saben bien que la relación de este intérprete con Monteverdi es añeja, tanto como un gran reserva, cosa que aumenta la curiosidad para ver cómo afronta de nuevo el repertorio religioso del cremonés. Ya en 2004 y para la mencionada casa discográfica grabó las conocidas vísperas marianas monteverdianas (Vespro della beata Vergine) que cosecharon al tiempo aplausos y censuras. Los elogios subrayaban la transparencia, sutilidad y delicadeza de una música abordada desde presupuestos «minimalistas» (una sola voz por cuerda; un continuo variado pero reducido; unos tempi lentos y solemnes). Los reparos, precisamente lo contrario (efectivos austeros, en las antípodas de la práctica de época; monotonía, poco refinamiento…).
Años más tarde vuelve Alessandrini a visitar este territorio afianzándose en sus convicciones interpretativas ya que, según refieren las reseñas del compacto recién aparecido, incide en la máxima «más es menos», presentando una plantilla vocal mínima y un conjunto instrumental igualmente parco, lo que sin duda le aleja de la documentada grandiosidad con que la catedral veneciana celebraba fastos como el que se propone en el programa. Pero muy posiblemente esta música ofrecerá en manos de Alessandrini otros resplandores y encantos, frutos de su dilatada práctica y su fina sensibilidad.
Así pues quedamos emplazados a degustar esta nueva entrega monteverdiana en tierras burgalesas. La cita, repito, el viernes 26, a las 20.00 horas. Entrada libre con invitación (facilitada en las taquillas de la Casa Cultural Cordón de Burgos).
Es una suerte poder disfrutar de semejante concierto en tu ciudad y además GRATIS. La pena es que las entradas las agotaron por la mañana «los de siempre» y los que tenemos horarios de trabajo matutino nos hemis quedado con las ganas.La próxima ocasión, la organización podía pensar en repartirlas de otra forma. incluso un precio simbólico que haga que en algunos espectáculos, la gente se vaya a mitad de la función porque no sabía lo que iba a ver, pero como era gratis… en fin, otra vez será.
Un pequeño precio sería un buen filtro. Luego va gente porque es gratis, a medio descubren que se aburren y se van. Por fin ni ellos ni tú disfrutais el concierto.
Es tanto el interés por asistir al concierto que mi tiempo de desayuno «intenté» dedicarlo a hacer cola para recoger las entradas, pero el resultado fue negativo. Les ruego desde aquí a los «altos directivos» de la antigua Caja Burgos, que para la próxima ocasión discurran más y mejor a la hora de hacer estos eventos y el acceso a los mismos. El sábado estuve en el concierto «homenaje» a Fruhbeck y casi no había público, pues no era «GRATIS» lo triste de todo esto es que hay mucho público que no les interesa para nada el concierto y sólo van a molestar, TOSEN, COMEN CARAMELOS y si se aburren ( que será lo más probable se marchan ) y todos tan contentos.
Esto es lo que hay en esta ciudad, por parte de los organizadores y de mucho público.