Escribe Maricarmen Gómez Muntané («La Música Medieval en España«, 2001: ): «En el desarrollo del arte musical andalusí suelen distinguirse tres etapas:
– la primera abarca hasta el reinado de al-Hakam I (796-822), tercero de los emires independientes de Damasco que hicieron de Córdoba la capital de al-Ándalus.
– la segunda etapa se inicia con el reinado de Abd al-Rahmân II (822-852), en su transcurso se imprimió un impulso definitivo a la tradición oriental que culminó con la llegada a la corte del iraquí Ziryâb, considerado como el fundador de la escuela musical andalusí.
– la última etapa coincide con la desintegración, a partir del año 1031, del califato cordobés y la atomización de sus dominios en los denominados reinos taifas, entre los que brillaron el de Sevilla y el de Granada.
Gracias al historiador y biógrafo marroquí al-Makkarî (1591/2-1632), conocemos las circunstancias que llevaron al músico Ziryâb a trasladarse desde Oriente a Córdoba.
Objeto de la envidia de un colega suyo, Ziryâb tuvo que abandonar la corte de Bagdad y marchar a Siria; allí, y debido a su fama, recibió la oferta de trasladarse a la corte de al-Hakam I, que murió justo cuando él llegó a Algeciras.
Su sucesor, Abd al-Rahmân II, le acogió con los máximos honores.
Dice al-Makkarî en su libro «Fragancia de perfumes de la tierna al-Ándalus» que Ziryâb era hombre de amplia cultura y gustos refinados, que le convirtieron en el árbitro de la moda de la corte cordobesa […]
Ziryâb inventó nuevas formas musicales y sobre todo desarrolló un nuevo método de enseñanza del arte del canto, base de una escuela mantenida y desarrollada durante varias generaciones.
Según el método de Ziryâb, el aprendizaje de una canción se hacía por partes:
– en primer lugar se recitaba el poema con acompañamiento de un tamboril, lo cual permitía percibir la posición de los acentos,
– luego se procedía al aprendizaje de la melodía,
– y una vez retenida de memoria se aprendía a ornamentarla, faceta que era la que ponía de relieve las dotes musicales de un individuo.
Este método iba especialmente dirigido a la formación de cantoras, entre las cuales cabía distinguir dos clases: las de familia noble —qiyân— y las esclavas —yawârî—, que eran mayoría y a las que se educaba para posteriormente venderlas.
Entre las alumnas formadas por Ziryâb destacan sus propias hijas, Ulayya y Hamdûna, y una esclava llamada Mutca que Ziryâb le regaló al emir, de la que queda algunos versos».
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Música andalusí – Li Habibi
Imágenes: La Alfajarería y pinturas orientalistas.
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Continúa Maricarmen Gómez Muntané: «Antes de que Córdoba contase con su propia escuela de música los andalusíes solían importar cantoras de Oriente, en especial de La Meca o de Medina.
Así, Abd al-Rahmân II hizo traer a su corte a Fadl, Alam y Qalam, tres esclavas cantoras que se habían formado en la escuela de Medina.
De Qalam, apodada ‘la vasca’, se dice que era una cautiva cristiana que había sido enviada a Medina para formarse musicalmente y que a su vuelta el emir, prendado de sus dotes artísticas, la tomó como esposa.
Qamar al-Bagdâdiyya, otra esclava procedente de la escuela de Bagdad que era cantora y poetisa, estuvo al servicio del señor de Sevilla.
Entre los sucesores de Ziryâb al frente de las escuelas cordobesas destaca en el siglo XI Ibn al-Kinânî, médico y charlatán, que fue famoso por el precio exorbitado que alcanzaban en el mercado sus cantoras esclavas, que eran sobre todo cristianas aunque también las había musulmanas.
En determinados casos su formación incluía, además de los lógicos conocimientos de poesía y música, otros de filosofía, geometría, astrología y geografía.
Si actuaban en grupo estas cantoras constituían una formación vocal-instrumental denominada ‘sitarat al-gina'[…]
El nombre de ‘sitara’ viene del que estas formaciones musicales actuaban ante los invitados ocultas tras unas cortinas, significado literal del término ‘sitara’.
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Lamma bada (Moaxaja)
Intérpretes: Ensemble Constantinopla.
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A las escuelas cordobesas les siguieron en fama las de Sevilla y luego las de Granada, desde fines del siglo XI hasta el XIII.
En Sevilla eran mujeres ya entradas en años las que se dedicaban a enseñar a las esclavas cantoras, que aprendían a acompañar su canto con un instrumento; su formación incluía, además, la poesía y la danza.
Según el escritor turco Ahmad al-Tifâshî (1184-1253), era característico del canto de las sevillanas el elevado número de melismas con que lo adornaban y el tempo lento, propio por lo demás de la música de al-Ándalus; el precio de una cantora de calidad con un repertorio amplio dice que llegaba a sobrepasar los 1.000 dinares de oro.
También dice que una cantora nunca se vendía sin un registro en el que figurase lo que había memorizado:
«El comprador lee lo que hay en el registro y le indica lo que desea oir, tras lo cual ella lo canta acompañándose del instrumento que se especifica en su venta.
A veces se trata de una experta en todo tipo de instrumentos, danzas y juegos de sombras[…], en cuyo caso recibe el calificativo de «artista consumada» y es vendida por varios miles de dinares».
[Al-Tifâshî, «Método infalible para que el inteligente perciba con sus cinco sentidos», vol. XLI cap. 10]
Convertidas en lujosos objetos mercantiles, los grandes señores solían regalarlas a sus oponentes cristianos en prueba de amistad.
Es así como el conde de Castilla Sancho García (995-1017) llegó a contar en su séquito con varias cantoras y danzarinas que le fueron regaladas por el califa de Córdoba, y es así como debió abrirse en la Península Ibérica una vía de influencia —no la única— del canto y la poesía propios de la cultura musulmana en la cultura cristiana».
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Música andalusí – Leilun ‘ayib & Ya shadine
Intérpretes: Ensemble Múdejar.
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Adir lana’akwab [muwashshahah (moaxaja), s. XII]
atribuída: Al-A’ma (muerto en 1126) o Ibn Baqi (muerto entre 1145 o 1150)
Intérpretes: Altramar Ensemble.
Abu l-Abbas Ahmad ibn Abd Allah ibn Hurayra al-Absi al-A’ma al-Tut, conocido como Al-A’ma’ y Al-Tutili (Al-A’ma’ quiere decir «el ciego» y «Tutili» significa «de Tudela».) nació en Tudela, pero creció en Sevilla y también vivió en Murcia.
Murió siendo joven y fue uno de los poetas y escritor de canciones (moaxaja y zéjel) más celebres y conocidos del período almorávide.
Compitió con Avempace con composiciones ingeniosas en la corte de Ibn Tifilwit, el gobernador almorávide de Zaragoza.
Escribió panegíricos dedicados tanto a los almorávides como a los Banu Qasi de Alpuente alcanzando la fama con sus poemas de temática amorosa.
Ibn Baqi o Abu Bakr Yahya Ibn Muhammad Ibn Abd al-Rahman Ibn Baqi (muerto en 1145 o 1150) fue un poeta andalusí de Córdoba o Toledo.
Ibn Baqi es uno de los poetas estróficos y compositor del periodo almorávide.
Vivió entre Marruecos y al-Ándalus y escribió varios poemas panegíricos sobre los miembros de una notable familia norteafricana.
Es especialmente famoso por sus moaxajas.
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Enlaces
– Manuela Cortés García: “Estatus de la mujer en la cultura islámica. Las esclavas cantoras (ss. XI-XIX)” pág. 139 y siguientes. Mujer versus Música. Colección Feminismo Musical:
– https://es.wikipedia.org/wiki/Al-Kattani
– Canal de sh4m69:
Ver otros artículos de M. Cortés García, escuelas musicales y sistemas pedagógicos, entre otros