Millones de personas se desearán Felices Fiestas y entonarán esta Nochebuena villancicos populares como «Los peces en el río», «El tamborilero» o «Hacia Belén va una burra», sin saber posiblemente que deben todas estas canciones a un modesto religioso español que vivió en el siglo XVIII.

Antonio Soler compuso más de 130 villancicos en su vida, algunos de los cuales han perdurado de generación en generación durante más de dos siglos.

«Muchos de nuestros cantos populares se deben a él y a su inagotable talento», explica Francisco José Gómez en su «Breve historia de la Navidad».

Nacido en Olot en 1729, Soler apenas tenía seis años cuando ingresó en la Escolanía de la Abadía de Montserrat (Barcelona).

Allí inició sus estudios de música y órgano.

Gómez relata cómo tras ser ordenado sacerdote en 1732, fue nombrado maestro de capilla de la catedral de Lérida y posteriormente organista y director de coro del monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

Soler pertenecía ala comunidad jerónima.

En El Escorial fue alumno de José Nebra y del compositor de la Corte Domenico Scarlatti, que fue maestro de música de Bárbara de Braganza e influiría notablemente en el «padre Soler».

Soler impartió clases al infante Gabriel de Borbón, hijo de Carlos III, y sumó a sus labores la composición de música sacra para los oficios.

«En el momento de su muerte, en diciembre de 1783, había escrito más de cuatrocientas obras, de las que al menos trescientas eran de carácter religioso», señala Gómez.

Lamentablemente gran parte de su obra se perdió bien porque no había sido recogida por escrito o porque fue destruida por las tropas francesas durante la invasión de 1808 en la que tomaron El Escorial.

«Su impronta en nuestra cultura es muy importante», subraya el autor de la «Breve historia de la Navidad», que recuerda que el padre Soler «es el máximo representante de la escuela española de música para teclado del siglo XVIII» y se le considera el mayor experto en teoría musical en España.

«Sus escritos en este campo, bajo el título «Llave de la modulación y antigüedades de la música» (1762), se convirtieron en obras de vanguardia, que suscitaron polémicas en las que tomaron parte los principales músicos españoles de la época», cuenta el historiador de la Navidad.

Nuestro más fecundo compositor navideño fue la principal figura musical española del siglo XVIII.

Fuente ABC.es

10 comentarios en «Un religioso del siglo XVIII que compuso más de 130 villancicos»
  1. Curioso, cuando consulté esos links en uno me salió un retrato del joven Mozart diciendo que era el Padre Soler, y ahora ya no se está… Bueno, mejor así. De todos modos, veo que hay más gente que duda de la veracidad de esa noticia sobre los villancicos populares atribuidos al Padre Soler. Estoy de acuerdo con los que piensan que se trata de haber confundido los villancicos de su obra con los que ahora cantamos. Si esto es así, lamento mucho esa falta de rigor entre algunos musicólogos (o que simulan serlo). Por favor, seamos serios

  2. Que «Los peces en el río», «El tamborilero» o «Hacia Belén va una burra» los haya compuesto el padre Soler es la mayor aberración y tontería que he escuchado en mi vida, y demuestra el atrevimiento de algunos que lanzan datos sin conocimiento alguno. Coincido plenamente con lo que afirma Aurèlia Pessarrodona. Evidentemente el responsable de las afirmaciones contenidas en este artículo no ha leído los estudios de Samuel Rubio, que catalogó los villancicos del padre Soler tanto en su Catálogo del archivo de música del Escorial (1976) como en el Catálogo de música de Antonio Soler (1980), ambos publicados por el Instituto de Música Religiosa de Cuenca. Parte de dichos villancicos han sido publicados por el propio Samuel Rubio y quien escribe estas líneas comenzó a publicar la integral de dichos villancicos en 1992 con los cuatro primeros volúmenes y espera algún día poder culminar estar labor con la publicación de los ocho restantes volúmenes. Por cierto, no existe retrato del padre Soler: el que aparece en el artículo es ficticio. Cuando el padre Martini desde Bolonia solicitó al padre Soler que le enviara un retrato para colgarlo en su galería de personajes ilustres, el monje español declinó.
    Aprovecho la ocasión para dar la enhorabuena a los responsables de Musica Antigua por su admirable labor.

  3. Evidentemente, los responsables de Musica Antigua no tienen culpa alguna por la veracidad y falta de seriedad de ese artículo: se han limitado a reproducir el artículo publicado originalmente en ABC y hacen bien en dar a conocer lo que se publica en torno a la música antigua en otros medios.
    Gracias de nuevo por todo vuestro desinteresado trabajo en favor de nuestra comunidad musical. Me honro en ser colaborador de Musica Antigua desde sus inicios y os envío un afectuoso abrazo con los mejores ánimos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *