Quien lo dice es la revista “The Gerontologist”, una de las más prestigiosas publicaciones de gerontología del mundo, editada por la Gerontological Society of America (GSA), la más antigua y más importante organización interdisciplinar de Estados Unidos dedicada al estudio del envejecimiento, de la que forman parte, entre otros, un instituto público, la National Academy on an Aging Society, y una institución educativa como la Association for Gerontology in Higher Education.
Pues bien, según el estudio, escuchar música religiosa tiene entre personas de formación cristiana un doble efecto: por un lado, una reducción del nivel de ansiedad sobre la muerte; y por otro, y no menos importante, un aumento de la satisfacción vital, de la autoestima y del sentido de control sobre nuestra vida.
No existen diferencias sustanciales por lo que se refiere a hombres o mujeres, blancos o negros, ricos o pobres, grupos en los que los efectos benéficos de la música religiosa se expresan de parecida manera.
Firmado por grandes autoridades en la materia, el estudio se realizó entre 1.024 personas de edad superior a los 65 años que hubieran profesado alguna fe en algún momento de su vida, aunque en el presente no se comportaran como estrictos practicantes, y compara la frecuencia con las que los encuestados escuchaban música religiosa con aseveraciones del tipo de “Encuentro difícil aceptar que voy a morir”, “Estos [los de la vejez] son los mejores años de mi vida”, “Tomo una actitud positiva hacia mi vida” o “Tengo mucha influencia sobre la mayoría de las cosas que pasan en mi vida”, entre otras muchas.
A la vista de los resultados del estudio, la conclusión de sus autores es que la música religiosa debe considerarse “un valioso recurso para promover la salud mental en los momentos postreros de la vida”.
Y digo yo: si escuchar música religiosa tiene tan positivos efectos como asegura el estudio en cuestión, cantarla será la bomba ¿no?
Moraleja: apúntense a un coro (en España hay muchísimos y de mucha calidad, deseando todos ellos acoger a gente como Vd.), y piérdanle el miedo a la muerte, ganen en autoestima, en satisfacción vital, y en control sobre su existencia…
Y por si todo ello fuera poco… ¡¡¡cantar!!!
Media vita in morte sumus
La música religiosa es música que puede ser sublime .Es música y punto.Con independencia de si es el tema religioso o profano.Crea un Estado de ánimo o una emoción. Esto lo sabían muy bien en el s.XVI donde se tomaba una melodía profana y se convertía cambiando la letra en religiosa.Eh.Pan Divino y gracioso su equivalente Prado verde y florido de Guerrero.Cual es mejor ? Las dos.Es música y punto.
Veja Sigisfredo Luis Brenelli
Estudio que se complementa con los de física, que la relacionan con las frecuencias o notas-clave de objetos y sujetos. Comparto. Gracias!
¿Podrías darnos datos sobre el cuadro que ilustra el artículo?
La imagen que ilustra el artículo se atribuye al pintor del barroco español Pedro de Camprobín (Almagro, 1605 – Sevilla, 1674), “La Muerte y el galán” (c. 1660). Sevilla, Hospital de la Caridad.
Vejam Carla Pinheiro e Claudia Nassif! bj
Pedro Estevão Quental
Produce un recogimiento contemplativo.
Sí, estos son sin duda los mejores años de mi vida. Mantengo un trabajo intelectual intenso, como nunca antes. Escribo cinco artículos al mes para diversas publicaciones, escribo teatro, adapto obras de teatro para las clases que doy y también doy charlas. Oigo mucha música, sobre todo Mozart y, por supuesto, pienso mucho en la muerte, en Dios y la eternidad. Tengo 92 años.