Según el diario Corriere del Veneto, el maestro de 83 años ha fallecido la madrugada del 6 de septiembre en Padua por complicaciones respiratorias relacionadas con una fractura en las costillas.

Claudio Scimone estudió con los directores Franco Ferrara y Dmitri Mitropoulos, y ganó prestigio internacional por su trabajo con obras barrocas y renacentistas.

Ha trabajado, entre otras, con la Orquesta Filarmónica de Londres, la Royal Philharmonic Orchestra, la Yomiuri Nippon Symphony Orchestra o la New Japan Philharmonic.

El director ha sido galardonado con premios como el Grand Prix du Disque de la Academia Charles Cros y cuenta con más de 150 álbumes en su carrera.

Uno de sus mayores reconocimientos es la fundación en el año 1959 la orquesta de cámara I Solisti Veneti, especializada en la interpretación de música barroca italiana.

Su último concierto tuvo lugar el domingo 2 de septiembre en Bressanone.

I Solisti Veneti

Una gran orquesta de cámara italiana con sede en Padua reconocida internacionalmente por sus interpretaciones de música barroca dirigidas por Claudio Scimone.

La orquesta, que se especializa en las interpretaciones de música barroca, fue fundada en Padua en 1959 por el maestro Claudio Scimone, que todavía era el director actual.

En sus más de cincuenta años de existencia la orquesta ha adquirido reputación como especialista en la interpretación de la música barroca italiana​ de compositores como Vivaldi, Tomaso Albinoni, Francesco Geminiani, Benedetto Marcello y Giuseppe Tartini.

A diferencia de la mayoría de las otras orquestas barrocas, que usa instrumentos musicales de época o sus reproducciones fieles, I Solisti Veneti usa para sus ejecuciones instrumentos musicales de construcción moderna.

Los instrumentos son los actuales porque I Solisti Veneti siempre ha creído que la música barroca puede adaptarse a los instrumentos de la época en que la música se toca y no solamente a los de la época en que la música fue escrita.

Para Scimone, ​ la música barroca ha sido muy espontánea y muy viva:

“Si es aburrida, no es una ejecución auténticamente barroca (…) está hecha para avivar las almas, para que el que la escucha se sienta en armonía consigo mismo y con el mundo entero, para que salga del concierto más feliz luego de un tiempo de abstracción de los problemas cotidianos”.

Señala el director que se trata de una música difícil de tocar porque fue escrita para ser improvisada (…) “hay que profundizar con mucho cuidado la partitura de un genio, estudiarla en todos sus rincones y ponerla en el presente (…)”, señalaba, no sin dejar de mencionar la importancia de la calidad del sonido y la necesidad de destacar los colores de los instrumentos, así como destacaron los pintores italianos los colores en cuadros llenos de vida.

Un comentario en «Triste adiós al director Claudio Scimone»

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