Savall inició con 6 años su formación musical en el seno del coro de niños de Igualada (Barcelona) su ciudad natal, completándola con los estudios de violoncello que finalizó en el Conservatorio de Barcelona.

Sus primeros recuerdos musicales se remontan a su infancia, al amor de su madre trasmitido en las canciones de cuna.

Con los ahorros de su trabajo en una fábrica de tejidos compró su primer violonchelo, con el que se inició de manera autodidacta.

En 1965 acabó sus estudios en el Conservatorio de Barcelona y tres años después ingresó en la Schola Cantorum de Basilea, el centro más prestigioso del mundo para aprender música antigua.

Allí, después de nueve años estudiando violonchelo, el descubrimiento de las partituras antiguas de Marin Marais, François Couperin o Antoine Forqueray hizo que cambiara el chelo por la viola de gamba, un instrumento que estaba olvidado desde el siglo XVIII del que se ha convertido en especialista mundial.

Savall lleva más de cuarenta años rescatando nuestro patrimonio musical, absolutamente olvidado. Su actividad como concertista, pedagogo, investigador y descifrador de partituras olvidadas, productor discográfico y promotor de nuevos proyectos lo sitúan entre los principales artífices de la revalorización de la música antigua, denominación convencional de lo que él prefiere llamar música del pasado.

Junto con su esposa Montserrat Figueras –fallecida en 2011-, Savall ha fundado los grupos Hespèrion XXI, La Capella Reial de Catalunya y Le Concert des Nations , formaciones donde siempre hay artistas invitados de todas las razas, credos y religiones como prueba de que la música es un instrumento de mediación a favor del entendimiento y la paz entre pueblos y culturas diferentes.

Con su participación en la película dirigida por Alain Corneau Todas las mañanas del mundo, consiguió el Premio César a la Mejor Banda Sonora y arrasó en el mercado. Savall realiza alrededor de 150 conciertos al año y realiza unas 6 grabaciones anuales con su sello propio Alia Vox.

Algunos de sus premios revelan el merecido lugar que ha alcanzado: Officier de l’Ordre des Arts et Lettres (1988); Músico del año (Le Monde de la Musique, 1992), Miembro de Honor de la Konzerthaus de Viena (1999), Chevalier dans l’Ordre national de la Légion d’Honneur de la República francesa, Praetorius Musikpreis Niedersachsen 2010 del Ministerio de Cultura y Ciencia de la Baja Sajonia, Premio Léonie Sonning 2012 -considerado el premio Nobel de la música-. Además es Doctor honoris causa por las universidades de Évora, Barcelona, Lovaina y Basilea.

Vive por y para la música antigua, al igual que lo hacía su mujer, nuestra querida Montserrat Figueras, y que hoy esté donde esté se sentirá muy orgullosa de su querido marido y de sus dos hijos: Ariana, cantautora y arpista, y Ferran, cantautor e intérprete de guitarra y tiorba.

No nos queda más que felicitarle y desearle muchos más años haciéndonos disfrutar de la música antigua.

Parte del texto ha sido escrito por Mathias Weise | loff.it

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