Johann Christian Bach, Henry Purcell, Georg Friedrich Händel…

Muchas personas reconocerán el significado de estos nombres y las características o el alcance de sus obras.

Sin embargo, para Aarón Zapico y para sus hermanos Daniel y Pablo constituyen la base de su trabajo diario.

No en vano ellos tres constituyen la columna vertebral del grupo de música barroca Forma Antiqva, una de las formaciones de su tipo más conocidas y respetadas del panorama internacional actual.

Y esta tarde, a las 20.15 horas, el trío actúa en el auditorio de la Casa de Cultura de Avilés, con motivo de los actos en honor del pintor Juan Carreño Miranda organizados por el Aula de Cultura de LA VOZ DE AVILÉS, en un concierto al que acudirá el viceconsejero de Cultura del Principado de Asturias, Alejandro Calvo.

La andadura profesional de esta agrupación, oriunda de Asturias, comenzó en el año 1999, cuando los vástagos de la familia Zapico, todos ellos amantes de la música, se pusieron de acuerdo para lanzarse de cabeza al mundillo de la actuación en solitario.

Su pasión por las creaciones barrocas les llevó a decantarse por dicho estilo musical, que el propio Aarón Zapico, líder del grupo, define como «una música humana y natural, que la gente entiende enseguida».

Desde entonces y hasta ahora, Forma Antiqva ha centrado su actividad musical en la interpretación de temas de algunos de los más grandes compositores de los siglos XVII y XVIII, en una actividad conocida en el entorno musical como ‘transcripción’. «En esencia, la transcripción consiste en tomar un tema y en reducirlo para adaptarlo a los intrumentos y al número de músicos disponibles», explica Aarón.

«Es una práctica que se remonta varios siglos atrás, porque era la única manera de poder volver a escuchar las creaciones de las grandes orquestas en entornos humildes».

En este sentido, y pese a no contar con un compositor de cabecera, los tres hermanos coinciden en reconocer que transcribir obras del austriaco Wolfgang Amadeus Mozart les suscita «una ilusión mayúscula; él fue un artista del XVIII, ya clásico y no barroco, y por eso constituye algo muy especial para nosotros».

No obstante, la característica más curiosa del trío es la ausencia de una formación fija.

Así, el número de integrantes de Forma Antiqva varía en función de las circunstancias de cada escenario y público.

«Hemos llegado a reunirnos treinta músicos en algunos conciertos, aunque normalmente actuamos entre tres y cinco», apunta el líder de la formación.

Es precisamente esta peculiaridad, unida a la calidad de sus interpretaciones, la que les ha permitido recorrer prácticamente todos los contienentes.

Alemania, Francia, Bolivia o Japón son sólo algunos de los lugares a los que los hermanos Zapico han llevado su arte. De entre ellos, es el último, la tierra del Sol Naciente, el que mejor sabor de boca les ha dejado.

«En Japón sienten un aprecio sincero y un respeto reverencial por cualquier manifestación artística. En España deberíamos aprender este punto».

Por el momento, hoy estarán a disposición del público avilesino con su tercer disco, ‘Concerto Zapico’.

Un hecho que les suscita «una enorme ilusión, porque siempre gusta volver al hogar y tocar para nuestros paisanos. Sobre todo, si se hace para honrar a alguien como Carreño».

Fuente ElComercio.es

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