Jeanne Lamon, violinista barroca y directora durante un cuarto de siglo de la formación historicista canadiense Tafelmusik, ha fallecido a los 71 años en su domicilio de Victoria (Canadá), como consecuencia de un cáncer fulminante que se le detectó hace solo unos meses.
Fue otra violionista canadiense, Julia Wedman, la que se encargó de dar a conocer la pasada semana la terrible situación en la que se encontraba Lamon, quien apuraba los últimos momentos de su existencia.
Algunos de los que han sido sus compañeros y amigos habían iniciado una campaña (con permiso de la pareja de Lamon, la violonchelista holandesa Christina Mahler, miembro igualmente durante muchos años de Tafelmusik) para que quienes la conocían o, simplemente, admiraban pudieran despedirse de ella bien por email, bien por una página de Facebook abierta a tal efecto.
Se trataba, en palabras de los impulsores de la iniciativa, de un “último regalo” a Lamon antes de abandonar este mundo.
Quizá habría que empezar aclarando que Tafelmusik, con sede en Toronto, fue la primera gran orquesta historicista de América del Norte.
De hecho, hoy probablemente sigue siendo la mejor formación historicista de todo el continente americano.
Fundada en 1979 por el oboísta Kenneth Solway y la fagotista Susan Graves, Lamon se incorporó a ella, como directora, en 1981.
Estuvo en el cargo veinticinco años, hasta 2014, cuando fue designada directora emérita.
Con el nombramiento, en 2017, de la violinista italiana Elisa Citterio como nueva directora de Tafelmusik, Lamon pasó a convertirse en asesora artística de la formación, hasta que hace un par de años decidió jubilarse y retirarse a vivir junto a su pareja en Victoria, la capital de la Columbia Británica.
Lamon, con doble nacionalidad estadounidense y canadiense, nació en Nueva York en 1949.
Comenzó a estudiar violín a los 7 años.
Obtuvo la licenciatura en la Universidad de Brandeis, en Boston.
Nada más acabar sus estudios universitarios, se trasladó a Holanda para ampliar su formación musical con Herman Krebbers, en aquel momento concertino de la Orquesta del Concertgebouw de Ámsterdam.
Su regreso a Estados Unidos se produjo a mediados de los 70, decidida ya a establecer su carrera como violinista barroca.
En esos años tocó como solista y como concertino en diversas orquestas norteamericanas que daban sus primeros pasos en el entonces incipiente movimiento historicista (entre ellas, Il Complesso Barocco de Alan Curtis, aunque el clavecinista norteamericano siempre prefirió trabajar en Europa).
En 1974, ganó el premio Erwin Bodky a la Excelencia en la Interpretación de la Música Antigua (ningún violinista lo había logrado hasta ese momento).
Compaginaba sus actuaciones con clases en el Departamento de Música Antigua del Smith College de Massachusetts, hasta que en 1981 recibió una invitación de Tafelmusik para tocar y dirigir a la formación canadiense.
Lo que iban a ser solo dos conciertos se convirtió automáticamente en una invitación para convertirse en directora titular de la orquesta. Desde entonces, ha residido siempre en Canadá, país que le concedió la nacionalidad en 1988.
Con ella al frente, han sido numerosísimos los conciertos de Tafelmusik en Norteamérica y las giras por Asia y Europa (aún recuerdo como si fuera ayer la actuación ofrecida en 2006 en la capilla del Palacio Real, dentro del Festival de Música Antigua de Aranjuez, repetida dos días después en el desaparecido Festival de Música Antigua de Barcelona).
Sus grabaciones discográficas se cuentan por decenas, no solo las dedicadas al repertorio barroco, sino también al clásico e, incluso, al primer Romanticismo (Tafelmusik grabó, por ejemplo, la integral de los conciertos para piano de Beethoven, bajo la batuta de Bruno Weil y con Jos van Immerseel como solista).
Lamon ha sido profesora de violín en la Universidad de Toronto y en el Real Conservatorio de Música de esa misma ciudad.
En 1996, se convirtió en la primera ganadora del Premio Muriel Sherrin, que otorga la Toronto Arts Council Foundation a artistas y creadores que se han destacado en iniciativas internacionales en los campos de la música y de la danza.
En 1997, la Alliance Française de Toronto otorgó a Lamon su recién creado Prix Alliance, por sus contribuciones a los intercambios culturales y los lazos artísticos entre Canadá y Francia.
Ese mismo año, Lamon recibió el premio Joan Chalmers a la Creatividad y la Excelencia en las Artes, por su dirección artística de Tafelmusik.
En 1999, el Consejo de las Artes de Canadá le otorgó el Premio Molson de las Artes, en reconocimiento a su destacada contribución a la vida cultural e intelectual de Canadá.
En 2000, fue nombrada miembro de la Orden de Canadá, por su labor como violinista, concertista, intérprete de cámara, profesora y directora musical de Tafelmusik.
Y, por último, en 2014, tras dejar su cargo de directora titular de Tafelmusik, fue nombrada miembro de la Orden de Ontario.
«Jeanne era una líder increíble y dotada que me inspiró enormemente a mí y a muchos colegas de todo el mundo», comentó la actual directora musical, la violinista Elisa Citterio.
«Ella sigue siendo y será siempre una parte integral de nuestra maravillosa organización porque somos el fruto de su incansable pasión y tenacidad.
Tenemos el corazón roto por haberla perdido, pero el recuerdo de su sonrisa, su risa y su creatividad desenfrenada nos consolará y elevará.
Jeanne vive en nuestra música, y cada nota que toque Tafelmusik estará dedicada a su memoria», prosigue.
«Hoy, a Tafelmusik le falta una luz especial, que brilló durante tantos años en nuestro conjunto y organización»,
comentó la directora ejecutiva Carol Kehoe, quien continúa «Jeanne era una persona extraordinaria, adelantada a su tiempo.
Era una música apasionada que estaba totalmente comprometida con los donantes, suscriptores, voluntarios y financiadores que apoyaban a su ‘bebé’, un conjunto barroco que se convirtió en una potencia mundialmente reconocida.
Extendemos nuestro más sincero pésame a su familia y especialmente a su compañera y amiga, Christina Mahler».