El violagambista y director de orquesta Jordi Savall ha lamentado, en una entrevista concedida a la radio pública catalana, el poco apoyo institucional que recibe.

El musicólogo, reconocido internacionalmente, ha afirmado que es “el ejemplo más claro de la desafección del Estado español” en relación a Catalunya y ha explicado que, además de no obtener ayudas públicas para sus proyectos, ofrece conciertos regularmente en países como China o Japón mientras que en los festivales nacionales sólo le contratan en contadas ocasiones.

“España es el país más lejano”, ha añadido.

“La música es el único arte que no tiene un apoyo institucional estable. No tiene museos”, ha dicho el músico, que actúa el 23 de enero en el Auditori de Barcelona con el concierto La Europa musical al Barroco.

Savall, que es Chevalier de la Legión de Honor de Francia, y Creu de Sant Jordi de Catalunya, afirma que no ha tenido prácticamente apoyo institucional español en los últimos cuarenta años de carrera.

fuente La Vanguardia

20 comentarios en «Savall: «Soy el ejemplo más claro de la desafección del Estado español»»
  1. Porque pide subvenciones de un «Estado Español» que las pida en Cataluňa. Que les gusta pedir en lo que no creé.muy buen músico pero ego de igual nivel.

  2. No creo que la falta de apoyo tenga que ver con que sea catalán, es algo general en la música en España. El apoyo institucional va para otros lados; dentro del marco profesional, a orquestas titulares de una sala de conciertos, por ejemplo, pero no a solistas internacionales como Jordi Savall que, por otro lado, no creo que lo necesite, teniendo en cuenta sus giras internacionales y millones de discos vendidos. Si lo que quiere decir es que como solista se le margina en España, no creo que sea cierto; ha actuado por toda la geografía española, lo que ocurre es que España no tiene la cantidad de salas de concierto ni de programaciones que tienen Francia o Alemania. Jordi Savall siempre ha mostrado, por otra parte, una predilección por el barroco francés, por la música y la cultura francesas. Me contaba un amigo que en un curso de música (en España) de repente dijo que era mucho más apropiado dar la clase en francés porque la obra era francesa, y así lo hizo. Bueno, pues tiene un montón de distinciones, reconocimientos y actuaciones en Francia, es lo lógico. Creo que son unas declaraciones oportunistas e interesadas.

  3. Me duelen esas palabras, si son ciertas, desde Sevilla le escribo al Maestro, tengo muchos discos de esa magnífica pareja que formaba con Montserrat. No te damos medallas ni condecoraciones, no decidimos donde te pueden contratar, solamente compramos tu música, la disfrutamos y sufrimos tu ausencia por estas tierras del sur. La música es universal, los políticos no pueden marcarnos fronteras musicales. Un saludo, con todo mi cariño y admiración.

  4. Con el dinero público que ha conseguido no sé a qué viene quejarse de que tal o cual administración no lo ha subvencionado. A los efectos que él considera, la Generalitat es igual de Estado que el Ministerio. Y por cierto, el dinero recibido por su fundación es información pública.

  5. Cuando el patronato del V Centenario del descubrimiento le pagó los discos de los cancioneros no se le oía quejarse. Estuvo DIEZ años arrastrando esos programas por los escenarios de medio mundo. Y si digo diez años seguramente me quedo corto.

  6. En mi opinión Jordi Savall es un concertista y profesor de viola de gamba de primerísimo nivel y un director de fama. Pero no es un «musicólogo reconocido internacionalmente». Si bien hace investigaciones musicológicas, tienen una finalidad puramente interpretativa y, en muchas ocasiones, están poco informadas históricamente, primando el espectáculo por encima de las prácticas plasmadas por teóricos y documentos de época. Esto es especialmente evidente en sus trabajos sobre música española. Por supuesto lo que hace es lícito y al público no especialista le gusta, sobre todo por su tipismo. Pero en el mundo de la musicología académica, aunque tenga el respeto por sus interpretaciones (al menos de una parte de él), no tiene la más mínima repercusión teórica, investigadora y divulgativa.
    Sobre las subvenciones, no veo necesario inyectar dinero público a alguien que es obvio que no lo necesita. En todo caso habrá que apoyar más a aquellos intérpretes que, teniendo buena calidad, no disfrutan del tirón y la fama de un Savall para poder entrar también en el circuito nacional e internacional.

  7. Creo que el Sr. Savall, como ha ocurrido con artistas de su generación, o quizás algo más mayores, en un período estéril de este país, no solo ha contado con todo el apoyo material y reconocimiento profesional e institucional durante un largo período, sino que ha generado una «sombra» para aquellos otros que han venido detrás; sombra de la cual no ha sido fácil emanciparse. Las interpretaciones de Savall, independientemente del valor técnico y/o estético que posee como buen instrumentista que es, adolecen en muchos casos de una lectura musicológica de fondo, rigurosa con las fuentes del pasado. Savall ha vivido más de la «especulación» a la que se es proclive con estos repertorios, gracias a lo cual ha cosechado mucho éxito artístico, y económico también, además de un reconocimiento que le ha otorgado cierto trato exclusivo y preferente, dando a entender que solo él tenía el tributo de la Música Antigua. Hay, sin embargo, otros intérpretes de este repertorio histórico que han ido forjando su camino desde el trabajo sistemático y, sobre todo, con discreción y muy poco apoyo. Aunque Savall se queje y crea que tiene grandes motivos para hacerlo, no considero que ésta sea la manera ni éste el momento de manifestarlo, cuando todos andamos medio hundidos en el mismo barco. Sr. Savall, lo ha tenido Usted todo, o casi todo; su reivindicación debía ser para todos y no solo para Usted. Gracias en cualquier caso por su valiosa aportación.

  8. Me pasa lo que a la mayoría de los comentarios. Me gusta, me interesa y admiro a Jordi Savall por su talento y su trabajo artístico. Sin embargo, sus idas y venidas con las instituciones, me sobran. Y lo frecuente de sus quejas a este respecto, véase su perfil de Facebook, me empieza a hastiar.

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