PEPE GALLARDO | Te traigo hoy una obrita muy breve de un compositor que fue una gran personalidad en su época.

Curiosamente, maestros que eran muy importantes han ido cayendo en el olvido (aunque el maestro de hoy no es un desconocido) y sin embargo se han impuesto otros que (no todos) no son especialmente relevantes para la historia.

La curiosidad del destino.

Hoy nos acompaña en el camino Jean Mouton (c1459-1522), maestro francés nacido en Holluigue.

En 1477 era cantor y profesor de la Colegiata de Notre Dame de Nesle.

Posteriormente fue maestro y sacerdote en la misma.

En 1500 estaba al cargo de los niños de coro de la Catedral de Amiens.

Posteriormente pasó a Grenoble.

Estuvo al servicio de la reina Ana y posteriormente sirvió para Luis XII y Francisco I.

Fue nombrado canónigo de Saint-Quentin y el papa León X lo nombró notario apostólico.

Entre sus alumnos está el gran Adrian Willaert.

La influencia de Josquin Desprez en su música es evidente y Mouton destacó especialmente en la técnica del canon.

Publicó gran cantidad de música, más de 100 motetes y unas 15 misas.

En su época se publicaron unas 50 obras suyas, algunas de las cuales fueron extraordinariamente conocidas, como el motete «Quaeramus cum pastoribus».

Jean Mouton es uno de esos nombres que está digamos que en segundo plano pero que fueron fundamentales en la historia de la polifonía.

La última de las horas canónicas que se reza en el día es la de Completas. La antífona al «Nunc dimittis» tiene el siguiente texto: Salva nos Domine vigilantes, custodi nos dormientes ut vigilemus cum Christo, et requiescamus in pace.

Es decir: «Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz».

Esta obra, Salva Nos Domine, a 6 voces es la que te ofrezco hoy del maestro Mouton.

La obra ha estado atribuida a Josquin y Willaert.

Precisamente esa técnica del canon en la que sobresalía Mouton aparece en esta breve obra, en una bella factura canónica a la quinta entre la segundo y la tercera voz.

Todo un alarde de virtuosismo recogido y reconcentrado en una obra destinada a las últimas horas del día antes del descanso.

La partitura de esta obra la puedes conseguir aquí.

La interpretación es la del conjunto vocal Cappella Nicolai.

Fuente Pepe Gallardo | Aeterna Christi Munera

Más información sobre Jean Mouton

Por Pepe Gallardo

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