Lydia Hung, Directora del Conjunto de Música Antigua de la PUCP, nos explica.
Muy pocas personas pueden definir en qué consiste la música antigua.
Una corriente musical que no está muy difundida, y mucho menos entre los jóvenes, pero que está ganando cada vez más adeptos que encuentran el gusto en la música que pertenece del siglo XVIII para atrás.
Este nombre es mundialmente reconocido para denominar a la música que se creó en los grandes salones de la época barroca, incluso, retrocediendo en el tiempo hasta llegar a la medieval.
Para ubicarnos, podríamos llamarla música preclásica, donde encontramos compositores como Johann Sebastian Bach o Vivaldi.
La música ha cambiado con el tiempo de acuerdo a las épocas históricas, “cada arte va dividiendo a su manera, los periodos de la historia, en la música antigua está el medioevo, renacimiento y barroco”, explica la música Lydia Hung.
Además, el acercamiento a esta música es distinto, incluso los instrumentos son otros y se incluye, no solo la manera de tocar, sino que se debe realizar una investigación, estudio y forma de interpretación en la época.
“Aunque nunca se puede saber con certeza como sonaba antes, a través de las partituras y facsímiles uno puede aproximarse a ella y hacer que la música de esa época vuelva a la vida”, agrega.
El grupo barroco
El Conjunto de Música Antigua de la PUCP, que se dedica a tocar música barroca, al principio estuvo conformado por cuatro músicos, sin embargo, la necesidad por ampliar su repertorio e incluir temas del barroco americano.
Pero, ¿qué significa esto?, pues es la música creada en la época de la colonia, en los virreinatos latinoamericanos, lo cual demandaba aumentar instrumentistas e incorporar cantantes.
Los integrantes principales eran Barbara Bollinger, tocando la viola da gamba; Natalia Riofrio, flauta traversa; Maria Eugenia Codina, laúd y Lydia Hung, con el clavecín.
Sin embargo, al incluir más músicos se incorporó Sergio Portilla, que llegó de estudiar en Rusia y Suiza y añadió toda su experiencia con las flautas dulces y traversa; Cesar Sánchez, violinista; José Díaz, con la guitarra barroca y laúd, y una soprano invitada, Marielly Minaya.
Hace poco se presentaron en el Festival de Música Antigua de México, donde fueron ovacionados.
En aquella ocasión tocaron parte de su repertorio que consiste en una combinación de la música española de la época de Cervantes con textos de sus obras, música encontrada en las catedrales y en los códices del virreinato latinoamericano, especialmente el del Perú, y las reconocidas mundialmente Cashuas.
Para entrenar el oído
Si deseas saber de qué música estamos hablando, Hung recomienda Las Cuatro Estaciones de Vivaldi, Las Cashuas y tonadas de Martínez Compañón, que es música del siglo XVII y XVIII.
También hay arreglos sinfónicos hechos por Miguel Harth con la Orquesta Sinfónica de Fort Worth o pueden escuchar el canto gregoriano que ahora es utilizado en diversos avisos publicitarios y vienen de la época medieval; el Canon de Pachelbel o la música del compositor barroco Tomaso Albinoni, pero es importante que las escuchen cuando son tocadas con instrumentos barrocos para que noten la diferencia.
“Lo que quedó escrito son solo algunas líneas, pero uno tiene la libertad de darle forma, la interpretación y la instrumentación, siempre con referencias a la época.
Hay una libertad interpretativa, siguiéndonos a las fuentes como los grabados, porque se ve como se tocaba, la conformación y de acuerdo a eso se va recreando las piezas”, menciona Hung.
Lo que es cierto, es que son pocos los jóvenes que se dedican a este tipo de música pero hay algunos jóvenes que están estudiando.
La música Lydia Hung menciona que es muy raro ver, por ejemplo, un contratenor en el Perú y el problema es que sí existen jóvenes que pueden llegar a notas muy altas, pero deciden dedicarse a otros géneros como el rock.
Por eso, la directora desea que más jóvenes le den una oportunidad a este tipo de música. “Primero le agarras el gusto, luego te enamora y de ahí viene la pasión, después ya nunca lo abandonan”, finaliza.