Realizada por Dominique de Rivaz, la obra desarrolla una idea de Jean-Luc Bourgeois.

Fue seleccionada para el Oscar al mejor film de habla no inglesa. (Sorprende)

Producida por Thanassis Karathanos y otros, se estrenó el 8-IV-2003 (Alemania).

La acción tiene lugar en la ciudad de Postdam y en el palacio de Sans Souci (Postdam) a partir del 7-V-1747, durante unos pocos días.

Narra el encuentro entre el compositor Johann Sebastian Bach (1685-1750) y el rey Federico II de Prusia, llamado «El Grande» (1712-1786).

Bach, de 62 años, luterano, avejentado, enfermo de la vista y fatigado por el largo y duro viaje desde Leipzig (su lugar de residencia y trabajo), amante de la libertad y la tolerancia, es presa de inseguridades por una ceguera inminente y una muerte no lejana.

El rey, de 35 años, gobernante desde los 27 (1740), flautista aficionado, es amante de las artes y admirador de la obra de Bach.

Tiene a su servicio como clavecinista a (Carl Phillip) Emanuel Bach, de 28 años, segundo hijo del maestro.

Éste ha viajado a Postdam, en compañía de su hijo mayor, Friedmann, para asistir al bautizo de su nieto Adam.

La película enfrenta a los dos personajes más grandes de la época: un rey absoluto, exponente del despotismo ilustrado y del poder más grande del momento y un anciano compositor, estimado por todos, vencido por los achaques de la edad.

El rey admira la música de Bach y desea conocer a su autor.

Bach admira el carácter ambicioso, resolutivo y expeditivo del rey.

A partir de un hecho real, el film construye una fábula en la que analiza los perfiles psicológicos y humanos de dos mundos diferentes, lejanos y contrapuestos en muchos aspectos.

La interacción de los dos protagonistas pone de manifiesto sus singularidades, divergencias y coincidencias.

La juventud y la vejez se reconocen y afirman cuando se encuentran y dialogan.

Lo mismo ocurre con la fuerza y la fragilidad, el poder real y la autoridad moral, el despotismo y la tolerancia, la crueldad y la humanidad, la acción de gobierno y la creación artística, el dominio y el sometimiento, los retos exigentes y las justas negativas.

La interacción entre el rey y el compositor crea fisuras en la coherencia de la familia Bach y de la Corte prusiana, como consecuencia de los cambios que los dos personajes experimentan.

Del encuentro las dos partes salen enriquecidas.

La música aporta una breve partitura original que hilvana una bonita selección de temas de J.S. Bach, C.Ph.E. Bach y J. J. Quantz.

…Aunque la crítica en general es mala, ¿qué os parece?

Escrito por Miguel

16 comentarios en «Película: Mi nombre es Bach»
  1. EL fotograma de la partitura de La Pasión según San Mateo ensangrentada (la leyenda del carnicero de Mendelssohn) pertenece a la película Die Stille vor Bach, de Pere Portabella, y no a Mein Name ist Bach. Saludos a todos los aficionados a la música antigua!

  2. El retrato que hace de Federico II es un esperpento, tampoco comparto mucho el que hace de J. S. Bach. Me gusta la relación de J. Sebastian con sus hijos Friedmann y Carl Phillip. Le falta trama, argumento… Pero, en general, es un medio para acercarse a los Bach.

  3. Mira querida Música Antigua, esta película tiene una producción bellísima, y una musicalización espectacular pero denigra un poco la imagen de Bach, lo hace parecer feo y sin personalidad, Bach era un hombre más Barroco, sensible e intenso pero también sereno, serio, culto, educado, además muchas escenas de la película son un poco crudas, no me convence.

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