El flautista checo Petr Pomkla, al frente de la joven formación «Musica Minore», de la misma nacionalidad, ofreció ayer un recital de virtuosismo en la Sociedad Filarmónica de Oviedo.
Un programa barroco con Correlli, Telemann, Haendel, Bach y Fils con solo una nota fuera de coordenadas, el intermedio romántico de la ópera «Cavalleria rusticana», de Mascagni, una pieza que saltó al máximo estrellato como banda sonora de la película «El padrino».
El conjunto checo -dos violines, viola, chelo, contrabajo y clave- abrió la sesión con el Concerto grosso número 6 «De Navidad» de Corelli que, sobre lo acertado de la elección por las fechas, les sirvió para sentar plaza de buen gusto y facilidad en el hacer musical.
La pieza fuerte de la velada fue la Suite para flauta, cuerdas y bajo continuo de Telemann en el que Pomkla, como solista y director de facto, ofreció todo un recital de calidad y dominio del instrumento.
El intermedio de «Cavalleria» puso el contrapunto en un programa muy bien elegido. En la segunda parte, de nuevo la flauta encabezando «Todo valle será exaltado» del «Mesías» de Haendel.
Después, la preciosa «Air suite orquestal», de Bach donde los músicos checos mostraron sobremanera su profesionalidad y buen gusto.
Como final el Concierto para flauta y cuerdas del Fils, un malogrado compositor alemán. Petr Pomkla, en la cadencia del primer movimiento volvió a demostrar su nivel.
El público aplaudió con ganas a los músicos checos que sin embargo no ofrecieron ninguna propina.
Web oficial «Musica Minore»