María Pérez se maenfestou
Manseliña
Hoy nos hacemos eco en estas páginas del segundo lanzamiento discográfico del conjunto Manseliña, que, siguiendo con su línea de trabajo habitual centrada en el estudio y la difusión de la lírica medieval, ha centrado esta obra en las cantigas de escarnio dirigidas a la mítica María Pérez Balteira, uno de los personajes más apasionantes que podemos encontrar por los reinos peninsulares de los tiempos de Alfonso X el Sabio. El primer disco del grupo, Sedia la fremosa, también estuvo dedicado a la lírica galaicoportuguesa propia de los trovadores y juglares del siglo XIII, cuando el uso del castellano todavía estaba reservado para el pueblo llano sin llegar a impregnar, todavía, la cultura más elevada.
Los miembros de Manseliña interpretan su música en instrumentos tradicionales. María Giménez se encarga, aparte de la voz, de tocar la fídula; Pablo Carpintero de los aerófonos medievales y la percusión, y finalmente, Tin Novio, toca en este álbum el laúd.
La figura de María Pérez Balteira protagoniza este trabajo del grupo gallego. La Balteira, como es a veces nombrada en distintas fuentes, aparece por primera vez en la corte de Fernando III, aunque sus escándalos y mala fama empiezan a brillar por en la época del reinado del hijo de éste, Alfonso X, en cuya corte sedujo y manipuló a no pocos trovadores gallegoportugueses.
María Pérez era una soldadeira o soldadera, es decir, una de las mujeres que participaban en la puesta en escena de las cantigas interpretadas por los trovadores, bailando, realizando acrobacias y tocando instrumentos de percusión. Sin embargo, diversas fuentes de la época pintan a la Balteira como una persona que supo amasar poder en su época y utilizarlo eficazemente. Se cuenta también que pudo haber actuado como espía del monarca Alfonso X, resolviendo o allanando con sus encantos obstáculos políticos, como pudo ser la rebelión de los Beni Escaliola, a la sazón arraeces de Málaga, Guadix y Comares, contra el reino de Granada, que estuvo apoyada por el Rey Sabio.
Una personalidad tan singular probablemente no dejaba a nadie indiferente. Igual que muchos trovadores cayeron rendidos ante sus encantos, también cosechó enemistades, y la soldadera fue objeto de burlas y chanzas a través de las cantigas de escarnio, un género lírico de poesía medieval que busca el desprestigio de la persona a la que va dirigido el canto. A diferencia de las cantigas de maldizer o maldecir, que según el tratado anónimo El arte de trobar, son aquellas “que fazen os trobadores descubertamente”, las de escarnio están formadas “per palabras cubertas”. Es decir, que hablan mal de alguien, pero con palabras encubiertas o dobles sentidos, a diferencia de las anteriores.
El disco de Manseliña ha incluido hasta dieciséis cantigas en las que aparece María Pérez Balteira o en las que es aludida. Cada una de ellas nos ofrece anécdotas muy jugosas que nos aportan distintos rasgos de esta mujer tan excepcional. Siguiendo los comentarios del filólogo Carlos Alvar (María Pérez, Balteira), podemos ilustrar varios ejemplos al respecto.
El disco se abre con la pieza del trovador Fernán Velho Maria Pérez se maenfestou, que le da título, y en la que, de acuerdo con Alvar, el poeta censura las relaciones de la Balteira con un clérigo. Por otro lado, la oscura cantiga alfonsí Joan Rodríguiz foy osmar a Balteira que sigue a la anterior, parece tener un doble sentido obsceno.
Otro testimonio, Maria Balteria, por que jugades, esta vez de Pero Garcia Burgalês, nos dibuja a una María Pérez jugadora de dados y mala perdedora, y en la cantiga Maria Pérez, and’ eu mui cortado, Pero Mafaldo le hecha en cara que todos los bienes que le otorga se le trocan en mal, probablemente aludiendo al contagio de alguna enfermedad venérea. En O que veer quiser, el trovador Joan Vaásquiz avisa a aquel que quiera tener relaciones con María que lleve dinero, dejando bien claro el carácter mercenario de sus amores:
O que veer quiser, ai, cavaleiro,
Maria Pérez, leve algun dinheiro;
senon, non poderá i adubar prol.
La Balteira es igualmente acusada de estafadora en las cantigas de escarnio, puesto que en De qual engano prendemos, Vaasco Pérez Pardal se queja ante el rey porque ella le engaña vendiéndole cosas que no posee. La pieza de Pero da Ponte Maria Pérez, a nossa cruzada recuerda el regreso de la soldadera de ultramar, pues parece ser que efectivamente hacia 1257 cumplió el voto que había hecho de peregrinar a Tierra Santa. La burla en este caso parte de que a la vuelta le robaron las indulgencias que traía, quitándoselas del estuche donde las guardaba.
Un último e ilustrativo ejemplo de las cantigas dedicadas a la Balteira que incluye el disco de Manseliña es Os beesteiros d’aquesta fronteira del trovador Pero Garcia d’Ambroa, en la que se alude a la destreza con el arma mostrada por María Pérez frente a los ballesteros reales en la frontera, si bien Alvar apunta a un posible doble sentido obsceno de la pieza.
El disco María Pérez se maenfestou constituye un fresco retablo musical de los días de aquellos trovadores gallego portugueses, a través de las andanzas de esta gran mujer que sin duda fue María Pérez Balteira.