No se puede obviar el nombre de Thomas Morley cuando hablamos del madrigal renacentista inglés. De hecho, ya le introduje en aquel post sobre el madrigal, como uno de los grandes exponentes de las formas más alegres y desenfadadas de este género. Es además un gran observador e importador de las tendencias de moda en Italia en el ámbito musical y un claro exponente de lo atentos que estaban los músicos ingleses de la época por todo lo que ocurría en el continente.
Morley es el ejemplo de artista triunfador; conoce la fama en vida, a diferencia de otros, y sabe convertir su talento en dinero contante y sonante, algo que no siempre camina de la mano de la creatividad. Resulta igual de brillante como creador que como hombre de negocios, al igual que su contemporáneo William Shakespeare. No está escrito en ningún sitio que los genios artísticos se tengan que morir de hambre necesariamente.
Hijo de un cervecero de Norwich, en cuya catedral recibió su enseñanza musical más temprana como chico de coro, alcanza el cargo de organista de dicho templo en 1583 a los 26 años. Su fulgurante carrera no había hecho más que iniciarse: en 1588 llega a Londres para ocupar el puesto de organista de St Giles, Cripplegate, y un año más tarde nada menos que obtiene el de la catedral de San Pablo.
Paralelamente al desempeño de sus cargos oficiales, Thomas Morley se convierte en el abanderado en Inglaterra del madrigal italiano. Su primer libro publicado, Canzonets for three voices (1593), está compuesto por imitaciones de los originales italianos. La frescura, alegría y desenfado que emanan las piezas son probablemente la razón del éxito de la obra, que inmediatamente conoce varias reediciones. El siguiente libro llega un año después y en él introduce por primera vez el nombre italiano de este tipo de composición: First Book of Madrigals for four voices.
Sin embargo, Morley es especialmente conocido por su introducción del balleti en la música inglesa. Consiste este subgénero, renombrado como ballets en las Islas Británicas, en un tipo de madrigal más movido y hasta bailable, y en cualquier caso, muy alejado de la gravedad de las piezas de Monteverdi, por poner un ejemplo. Su libro First Book of Ballets de 1595 está inspirado en la obra de Gastoldi y combina palabras italianas e inglesas. Son característicos de Morley sus “fa-la-las” que inyectan en la música un desenfado francamente atractivo. Una de sus obras más conocidas es Now is the month of maying que está incluida en este libro.
Su faceta de empresario entra en escena cuando Isabel I le otorga el monopolio de la edición musical, lo que suponemos que le generó un pingüe beneficio, y que además le sirvió como plataforma para promocionar su propia obra y el madrigal italiano.
Incansable y polifacético, continúa publicando libros con sus composiciones, como The Canzonets for five and six voices (1597), y otros tipo de obras como un manual de introducción al canto y a la composición de música vocal, Plain and Easy Introduction to Practical Music. En 1601 culmina su carrera con la publicación un año antes de su muerte de Triumphs of Oriana, un homenaje a la reina que celebra sus triunfos y sus victorias sobre sus enemigos.
La obra de Morley es muy liviana y grata al oído, se puede decir que muy directa y nada compleja de asimilar. Quizá por ello tuvo tanto éxito en vida.