A mediados del siglo XV, un ya maduro Leonardo da Vinci se personaba en Milán ante Ludovico Sforza, alias “el Moro”, para servirle durante casi veinte años.
Para causarle buena impresión a su señor, se presentó improvisando con gran soltura un extraño instrumento de cuerda en forma de cráneo de caballo –la lyra da braccio, de la que por desgracia no conserva ningún dibujo–.
No sería el único ingenio musical de Leonardo, quien a lo largo de toda su vida diseñó numerosos cachivaches con el fin de mejorar la acústica y la técnica de ejecución, o crear nuevos sonidos.
Aquel en el que más tiempo invirtió fue sin duda la viola organista, que un siglo más tarde Hans Hayden reconstruyó a partir de unos ajustes sobre una zamfona, tomando las notas de Leonardo como base.
El instrumento en cuestión recibió los honores del mismísimo Michael Praetorius –incluido en la anterior miscelánea leonardesca de Paniagua: L’amore mi fa sollazar (Pneuma, 2011)–, quien dijo de él que sintetizaba la sonoridad de todo un conjunto de violas y violines.
El modelo más antiguo que se conserva en la actualidad de esta viola organista se encuentra en El Escorial y está datado a principios del XVII –aunque está catalogado como violincémbalo o “clavecín de arco”–.
El que suena en este disco, sin embargo, ha sido fabricado ex profeso por el japonés Akio Obuchi, con el que Eduardo Paniagua ya había contado en la citada precuela leonardesca.
No obstante, el contenido de La viola organista sorprenderá gratamente a los recién llegados a la música barroca, aunque tal vez descolocará un poco a los más puristas.
La totalidad del disco se la reparten hasta quince compositores contemporáneos de Leonardo, sin atrevernos a destacar uno por encima de otros –aunque tenemos debilidad por la Fortuna in fa que abre el CD–.
Por otra parte, donde este trabajo de Paniagua nos ha robado (de nuevo) el corazón es en la presentación gráfica, acompañando la grabación con un libreto profusamente ilustrado con once de los prototipos de viola organista que ideó el propio Leonardo, con una sucinta descripción de su funcionamiento a cargo de Joaquín Saura y Eduardo Paniagua.
Este “La viola organista de Leonardo da Vinci”, continúa con una serie comenzada en el año 2000 con la edición de “Concierto de Música Europea del siglo XV interpretado en el extraordinario Órgano de papel de Leonardo da Vinci”, seguida once años después por “L’amore mi fa sollazar”.
La vida y obra de Leonardo da Vinci personifica como pocos, la gran época del Renacimiento: fue simultáneamente pintor, dibujante, escultor, ingeniero, arquitecto, músico, filósofo e inventor.
Ahora bien, si se piensa bien, lo más admirable de Leonardo da Vinci es, justamente, su constancia y su enorme capacidad de trabajo, pues si valoramos la obra de da Vinci por sus resultados, salvo en el ámbito de la pintura, el resto de su trabajo se saldo con sonoros fracasos.
Leonardo da Vinci fue un visionario, pero es necesario reconocer que la mayoría de sus proyectos fueron fiascos considerables.
Como hombre interesado por todo lo humano, Leonardo da Vinci no podía dejar al margen la música, y así se dedicó tanto a tocar música (fue un notable interprete de la ‘lira da braccio’, y del laúd), como a inventar instrumentos musicales, aunque no llegó a acabar de definirlos completamente, como le ocurrió con la viola organista.
En este disco donde lo que prima es la sonoridad de la viola organista, que ha sido reconstruido para este objetivo, se recogen 19 composiciones de autores contemporáneos de Leonardo da Vinci, pertenecientes a las escuelas italiana, francesa y alemana.
Para acompañar a este instrumento se ha formado una agrupación de cámara renacentista que incluye además de la voz otros instrumentos contemporáneos a da Vinci, como el órgano de mano, el laúd, la vihuela de mano, la vihuela de arco o viola da gamba, las flautas dulces y numerosos instrumentos de percusión.
Un disco totalmente recomendable.
Os dejamos un enlace dónde se pueden escuchar algunos fragmentos del disco.
Músicos: Luis Antonio Muñoz (canto, viola soprano, viola da gamba), Ariel Hernández Roque (canto); Javier Coble (viola organista, órgano de mano); Felipe Sánchez Mascuñano (laúd, vihuela de mano, vihuela de péñola); David Mayoral (cántara, tambores, panderos, panderetas); Alfonso Tomas (nautas, semillas, gong, campanil); Eduardo Paniagua (flautas a bisel soprano, alto, tenor, campanil)
Discográfica: Pneuma
Distribuidora: Karonte
Año: 2012
Estilo: Música antigua
Son invaluables sus aportaciones. Esta en especial, inolvidable.
¿Dónde puedo conseguir el disco?
¿Alguien sabe algo más sobre la viola organista (violincémbalo o “clavecín de arco”) que, al parecer, se encuentra en El Escorial. Gracias de antemano por la información