No, no voy a soltarte ninguna perorata sobre qué derroteros está tomando nuestro país, a pesar de que daría para un artículo muy largo. No.
Vamos a disfrutar de música, que es lo que hacemos aquí.
La de hoy creo que es bastante conocida, por lo menos el título te sonará y quizá el compositor de la misma, cuando ahora mismo te lo diga.
Sí es música política, pero de otras épocas que nos quedan lo suficientemente lejanas como para diluirse la cuestión y quedarnos solo las notas.
Hoy nos acompaña Juan del Enzina (1468-1529), compositor español nacido probablemente en Fermoselle, cerca de Salamanca.
Su padre era zapatero pero el hijo apuntaba más alto ya que componía, escribía obras dramáticas, poemas y otras cosas.
Cuando empezó el siglo XVI era una de las figuras principales entre los artistas españoles, que estuvo muy ligado al duque de Alba.
Era niño de coro de la catedral de Salamanca y en 1492 se licenció en leyes en dicha institución.
Empezó a componer sus famosos villancicos, que no estaban escritos para la navidad sino que tenían como texto esa forma poética. Muchos de ellos tenían contenido político, hablando de la caída de Granada y otros aspectos de la época.
En 1500 estaba en Roma disfrutando de la condescendencia de cardenales y papas.
En 1508, viendo que no era ordenado sacerdote, regresó a España y fue nombrado archidiácono en Málaga.
Terminó sus días como prior en León.
Aparece en varios manuscritos como Juan de Fermoselle, de ahí que se sospeche que ese era su lugar de nacimiento.
Uno de esos villancicos es Triste España sin ventura.
Aparece en el Cancionero Musical de Palacio.
Es un lamento por la muerte del príncipe don Juan, hijo de los Reyes Católicos y en quienn tanto estos como los españoles habían depositado muchas esperanzas.
Había muerto en Salamanca con solo diecinueve años debido a unas fiebres.
Del Enzina se muestra aquí no solo como un extraordinario compositor sino como un excepcional poeta.
Aprovecha para, con la excusa de la muerte del príncipe, mostrar el estado de ánimo en que España estaba sumida por esa época.
Una melodía quejumbrosa nos emociona hasta el punto de que casi nos pone los pelos de punta.
La partitura de la obra puedes conseguirla aquí.
La interpretación es de los conjuntos La Capella Reial de Catalunya y Hespèrion XXI dirigidos por Jordi Savall.
Triste España sin ventura,
todos te deven llorar.
Despoblada de alegría,
para nunca en ti tornar.Tormentos, penas, dolores,
te vinieron a poblar.
Sembrote Dios de plazer
porque naciesse pesar.Hízote la más dichosa
para más te lastimar.
Tus vitorias y triunfos
ya se hovieron de pagar.Pues que tal pérdida pierdes,
dime en qué podrás ganar.
Pierdes la luz de tu gloria
y el gozo de tu gozarPierdes toda tu esperança,
no te queda qué esperar.
Pierdes Príncipe tan alto,
hijo de reyes sin par.Llora, llora, pues perdiste
quien te havía de ensalçar.
En su tierna juventud
te lo quiso Dios llevar.Llevote todo tu bien,
dexote su desear,
porque mueras, porque penes,
sin dar fin a tu penar.De tan penosa tristura
no te esperes consolar.
PEPE GALLARDO | AETERNACHRISTIMUNERA