Shakespeare, Cervantes, dos plumas, dos genios de inagotable talento y obra prolífica en las lenguas más ambiciosas y reconocidas del planeta dramatúrgico y literario.
El primero murió rico, con prestigio y un billete directo a la posteridad.
El segundo, acabó en un osario común, sin nada que dejar a los suyos y lamentando que el triunfo le había sido esquivo.
William Shakespeare (1564-1616) y Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) son los más grandes de la literatura universal, pero la Historia no los trató de igual manera.
Incluso hoy, cuando se conmemoran 400 años de su muerte, en España cuesta sacar pecho por su genio.
Miguel de Cervantes se enmarca dentro de la época renacentista, entre los siglos XVI y XVII.
En ese periodo la música española y europea está marcada por la polifonía religiosa, música sacra en su mayoría.
Compositores como Tomás Luis de Victoria (1548-1611), Francisco Guerrero (1528-1599) y Cristóbal de Morales (1500-1553), son los exponentes más destacados del renacimiento musical español, con influencias mutuas en compositores extranjeros como el inglés Thomas Tallis (1505-1585) y William Byrd (1543-1623).
La polifonía española del XVI no ha sido estudiada en profundidad e interpretada hasta bien entrado el siglo XX, con el renacer de la música antigua o Early Music, movimiento originado en Europa y que aboga por interpretaciones con instrumentos antiguos y propios de la época.
Tomás Luis de Victoria, nacido en Ávila, acabó sus días en el monasterio de las Descalzas Reales en Madrid, donde está enterrado.
Hoy es considerado el paradigma de la música religiosa en España.
Sus obras poseen una trascendencia mística que a día de hoy sigue sorprendiendo tanto a intérpretes como a oyentes.
Contemporáneos suyos fueron Francisco Guerrero, hombre de mundo que viajó por España, Portugal e Italia.
CONCIERTO La relación de Cervantes y Shakespeare con la Música
El próximo viernes 14 de octubre tendrá lugar en la Iglesia Sanjuanista de Zizur Mayor el concierto “La relación de Cervantes y Shakespeare con la Música”, a cargo del ensemble Tylman Susato.
Será a las 19.30 y la entrada es libre hasta completar el aforo.
El Ensemble Tylman Susato, formado en Pamplona en 2014, está compuesto por cuatro intérpretes con amplia experiencia en música antigua.
Para esta ocasión se ha configurado un consort mixto de canto, flautas de pico, viola da gamba, clave, órgano positivo y percusión.
Los componentes son: Ana Olaso (canto y percusión), Alfonso Zoco (canto y flautas de pico –sopranino, soprano, alto, tenor y bajo-), Clara de Biurrun (canto y viola da gamba) e Iñaki Amézqueta (canto, flauta de pico bajo, clave y órgano positivo). Colabora en este concierto Juan López Tabar (canto).
El Ensemble Tylman Susato no sólo interpreta música antigua -medieval, renacentista y barroca-, sino que además aborda de manera variada, amena y didáctica el repertorio de sus conciertos a través de breves explicaciones de las obras que sonarán, contextualizándolas en la época que se compusieron.
Los instrumentos utilizados para recrearlas podrán ser vistos con detalle al acabar el concierto e igualmente se podrá consultar a los componentes del grupo sobre los mismos.
Con motivo del cuarto centenario de la muerte de Miguel de Cervantes (1547-1616) y William Shakespeare (1564-1616), se ofrece este concierto de diferentes obras españolas e inglesas del final del Renacimiento y de los inicios del Barroco destinadas a ser cantadas, tañidas y danzadas en aquel tiempo.
Música que, directamente relacionada con la vida y los escritos de ambos literatos, nos trasladará a una época convulsa y creativa.
La corriente artística isabelina, resultado de la coyuntura socio-política, origina en Inglaterra un auténtico renacimiento musical y literario.
Compositores y dramaturgos, como Shakespeare, trabajan conjuntamente, enriqueciendo las obras teatrales con música. En este concierto se incluyen piezas, tanto vocales como danzas instrumentales:
Que se mencionan en las obras teatrales de Shakespeare (Farewell, dear love, Greensleeves, y danzas como la pavana, gallarda y volta).
Y que en la época fueron interpretadas, muy probablemente, en las representaciones teatrales de las obras de este escritor (The willow song, Full fathom five e It was a lover and his lass).
Asimismo, durante los siglos XVI y XVII, España atraviesa un periodo de esplendor musical y literario -el Siglo de Oro-.
La inclinación de Cervantes por la música está presente a lo largo de toda su trayectoria creadora.
Se interpretan piezas que aparecen mencionadas en sus obras (para voz, véase algunos romances, y danzas vocales e instrumentales, como la chacona, el villano o la folía).
También hay piezas que pudo Cervantes escuchar en la iglesia (Pange lingua y Ave maris stella).
Y una que posiblemente se ejecutó en el funeral del autor, según las últimas investigaciones musicológicas (Domine quando veneris).
PROGRAMA
SHAKESPEARE Y LA MÚSICA:
¶ Farewell, dear love, de Robert Jones (c. 1577–1617).
¶ Greensleeves. Melodía anónima (s. XVI).
¶ Greensleeves to a ground (instrumental). Anónimo (1704).
¶ Pavana “The image of melancholy” y gallarda “Ecce quam bonum (instrumental), de Anthony Holborne (? –1602).
¶ La volta (instrumental), de William Byrd (1543-1623).
¶ The willow song. Anónimo (s. XVI).
¶ Full fathom five, de Robert Johnson (ca. 1583–ca. 1634).
¶ It was a lover and his lass, de Thomas Morley (1557 o 1558–1602).
CERVANTES Y LA MÚSICA
¶ Por unos puertos arriba, de Antonio de Ribera (s. XVI).
¶ Romance de Abindarráez y Jarifa, de Diego Pisador
(1509/10-después de 1557).
¶ Paseábase el rey moro. Melodía de Luis de Narváez (?-1549) y obra para tecla de Francisco Fernández Palero (? -1597).
¶ Un sarao de la chacona, de Juan de Arañés (? –ca. 1649).
¶ Al villano se la dan. Anónimo (s. XVII).
¶ Yo soy la locura, de Henri de Bailly (? -1637).
¶ El villano (instrumental). Anónimo (s. XVII).
¶ Pange lingua, HIMNO GREGORIANO E, INTERCALADO, PANGE LINGUA POR CE SOL FA UT PARA ÓRGANO DE SEBASTIÁN AGUILERA DE HEREDIA (1561-1627)
¶ Domine, quando veneris, de Mateo Romero (ca. 1575–1647).
¶ Ave maris stella, himno gregoriano y doble versión polifónica para tecla (nº 1 y 2) de Antonio de Cabezón (1510–1566).
La vida de Cervantes
Miguel de Cervantes (1547-1616) es la figura más famosa de la literatura española.
Novelista, dramaturgo y poeta con una considerable producción literaria, es recordado hoy universalmente como el creador de Don Quijote.
Cervantes nació en Alcalá de Henares, una población cercana a Madrid, en una familia de la baja nobleza.
Su padre, Rodrigo de Cervantes, era cirujano y gran parte de su infancia Cervantes la pasó viajando de pueblo en pueblo acompañando la búsqueda de trabajo de su padre.
Don Rodrigo era bien conocido en Valladolid, Toledo, Segovia y Madrid por sus deudas, lo que lo llevó a prisión en más de una ocasión (destino que era muy común en esa época).
A simple vista la vida de Cervantes parece simplemente una larga cadena de fracasos: fracasó como soldado; fracasó como poeta y como dramaturgo.
Más tarde encontró empleo como recaudador de impuestos, pero igualmente allí actuó desastrosamente.
Fue acusado de corrupción y terminó en prisión.
Pero esta amplia experiencia de vida le permitió conocer de primera mano una gran variedad de tipos humanos y adquirir una profunda comprensión de la sociedad de su tiempo.
Cervantes tomó contacto con la escritura por primera vez en 1568, cuando realizó algunos versos en honor de la difunta Isabel de Valois, tercera esposa de Felipe II, sin duda con el objetivo de obtener favores y dinero.
Pero su carrera literaria fue interrumpida por el servicio militar.
Después de estudiar en Madrid (1568-69), con el humanista Juan López de Hoyos, en 1570 se unió a la armada española en Italia.
Tomó parte de la batalla naval de Lepanto (7 de octubre de 1571), a bordo del buque de guerra Marquesa.
Herido en un brazo por un arcabuzazo, su mano izquierda quedó inutilizada por el resto de su vida.
Pero eso no le impidió continuar en la milicia durante los siguientes cuatro años.
Habiendo finalmente contraído matrimonio, Cervantes llegó a la conclusión que una carrera literaria no sería suficiente para mantener a su familia.
Se trasladó a Sevilla, donde obtuvo un empleo como abastecedor de la armada.
Sus aventuras no se detienen allí.
Obtuvo cierto éxito pero también algunos enemigos, que hicieron que sufriera largos períodos de prisión.
En una de esas temporadas de forzada inactividad, comenzó a escribir el libro que le hizo ganar fama eterna.
La primera edición de Don Quijote apareció en 1605.
De acuerdo a la tradición, fue escrito en la prisión de Argamasilla de Alba, en La Mancha.
La segunda parte de Don Quijote apareció en 1615.
William Shakespeare
(Stratford on Avon, Reino Unido, 1564 – id., 1616) Dramaturgo y poeta inglés.
Solamente con sus versos hubiera ya pasado a la historia de la literatura; por su genio teatral, y especialmente por el impresionante retrato de la condición humana en sus grandes tragedias, Shakespeare es considerado el mejor dramaturgo de todos los tiempos.
Tercero de los ocho hijos de John Shakespeare, un acaudalado comerciante y político local, y Mary Arden, cuya familia había sufrido persecuciones religiosas derivadas de su confesión católica, poco o nada se sabe de la niñez y adolescencia de William Shakespeare.
Parece probable que estudiara en la Grammar School de su localidad natal, si bien se desconoce cuántos años y en qué circunstancias. Según un coetáneo suyo, William Shakespeare aprendió «poco latín y menos griego», y en todo caso parece también probable que abandonara la escuela a temprana edad debido a las dificultades por las que atravesaba su padre, ya fueran éstas económicas o derivadas de su carrera política.
Sea como fuere, siempre se ha considerado a Shakespeare como una persona culta, pero no en exceso, y ello ha posibilitado el nacimiento de teorías según las cuales habría sido tan sólo el hombre de paja de alguien deseoso de permanecer en el anonimato literario.
A ello ha contribuido también el hecho de que no se disponga en absoluto de escritos o cartas personales del autor, quien parece que sólo escribió, aparte de su producción poética, obras para la escena.
Shakespeare publicó en vida tan sólo dieciséis de las obras que se le atribuyen; por ello, algunas de ellas posiblemente se hubieran perdido de no publicarse (pocos años después de la muerte del poeta) el Folio, volumen recopilatorio que serviría de base para todas las ediciones posteriores.