La XV edición del Festival de Música Antigua regresó en la tarde de ayer al Centro de Cultura Antiguo Instituto con una novedad: el Festival Activo.
«Se llama activo no por ser solidario, sino por comprometerse con la realidad social».
Y es que esta parte del certamen pretende llevar esta litúrgica música a los colectivos más desfavorecidos.
Ayer fue el turno de los disminuidos psíquicos y hoy podrán disfrutar de ‘La Tempestad’ las personas con alzheimer.
«Ha sido impresionante y muy emotivo», declarada el director del festival, Aaron Zapico, sobre el concierto.
En el momento final, ese grupo de 35 personas con diferentes grados de discapacidad psíquica se incorporó al recital formando un corro que rodeó a los músicos.
Más tarde, el protagonismo fue para Eloqventia. «Es uno de los pocos grupos de música medieval que hay en España», apuntaba Zapico.
Fue atípico el recital que ofreció en la Iglesiona.
Su director, Alejandro Villar, sorprendió al auditorio comenzando el espectáculo desde la puerta de la basílica en dirección al escenario.
Interpretó la formación las ‘Ondas do mar’, basadas en las cántigas de amigo gallegas, sirviéndose para ello de instrumentos propios de la Edad Media como el laúd, la viela, el salterio, la flauta doble medieval y un carrillón de campanas.
Esta tarde es el turno del grupo Hippocampus, que actuará en el Centro de Cultura Antiguo Instituto a las ocho de la tarde.
Será el penúltimo día de un festival que echará el cierre mañana en el Teatro Jovellanos.
El ensemble Eloqventia toma su nombre de la obra escrita por Dante Alighieri a comienzos del siglo XIV «De vulgari eloqventia», un texto estrechamente vinculado a la música profana medieval y de obligada referencia cuando se habla de poesía trovadoresca.
Fundado y dirigido por el flautista Alejandro Villar, el grupo está integrado por músicos que atesoran una dilatada experiencia en el campo de la música antigua, colaboradores habituales de formaciones como Hespèrion XXI, Le Concert des Nations, L’Arpegiatta, Forma Antiqva, Accademia del Piacere, Les Sacqueboutiers, La Venexiana…
Tras su exitosa presentación en el XII Festival de Música Antigua de Gijón en julio de 2009, ofrece varios conciertos por distintos puntos de la geografía española, y en abril de 2010 se estrena en el panorama internacional al participar en el prestigioso Festival Días da Música em Belém (Lisboa), con dos programas monográficos dedicados a las Cantigas de amigo de Martín Codax y a las Cantigas de amor del rey Dom Dinís de Portugal.
A partir de ese momento, la actividad concertística del grupo ha ido creciendo dentro y fuera de España, lo que sitúa sus actuaciones más recientes en marcos tan importantes como la Biennale für Alte Musik de Berlín o el Ravenna Festival (Italia).
Eloqventia plantea un novedoso enfoque de la monodia lírica y del repertorio instrumental del medievo.
Sus interpretaciones vienen siempre precedidas de un exhaustivo trabajo de investigación musicológica, en la cual se otorga una especial importancia al folklore tradicional europeo y de las culturas orientales vecinas. Obviamente, todos esos conocimientos teóricos se combinan con la experiencia práctica, pues es el músico, en última instancia, el que trata de captar la sonoridad más apropiada explorando los recursos que le ofrecen los instrumentos que utiliza, que son réplicas de los que se usaban en la época.
Este planteamiento ha sido reconocido y ensalzado por la crítica especializada, que destaca la «imaginación productiva y seductora» del ensemble y pone el énfasis en su «frescura y expresividad», así como en el «potencial a nivel técnico y creativo».
En definitiva, el objetivo del grupo es rescatar las escuetas líneas melódicas que nos han legado los códices medievales, y transformarlas en emotivas canciones y vibrantes danzas que consigan evocar el lejano tiempo pasado en el que fueron compuestas.