El domingo 17, a las 19.00 horas, el Auditorio Kursaal acogerá el concierto de Euskal Barrokensemble, un grupo de ocho personas que acercarán la música antigua al público, dirigidos por el vizcaino Enrike Solinís.
En este recital, en el que contarán con más de 20 colaboradores, habrá mucho más que música, ya que los espectadores podrán disfrutar de bailes y literatura, entre otras sorpresas.
Las entradas para la cita ya están a la venta y los precios oscilan entre los 12 y los 36 euros.
La próxima semana presentarán su último disco. ¿Cómo lo definiría?
-Es un trabajo que hace una mirada a la música de Euskal Herria, trata de recuperar la música que había en los siglos XV, XVI y XVII.
Es una mirada plural, con la que pretendemos rescatar los vínculos que pasaban por nuestros pueblos.
Pone el acento en los matices, como las influencias árabes y las del norte de Europa.
En aquella época, la música tenía un color que se ha perdido sobre todo el en siglo pasado, con el asentamiento de la trikitixa en el ámbito de la música popular.
¿Cómo ayuda la música antigua a conocer la cultura vasca?
-La música tiene una gran importancia en la cultura vasca.
Es un pueblo firmemente unido a la música, en el canto sobre todo, pero también en la danza y las letras.
Lo que diferencia a los pueblos es su propia cultura, así que estamos trabajando con la personalidad de nuestro pueblo que, por avatares de la historia, hoy en día está muy dejada de lado.
Eso afecta a nuestra esencia como pueblo.
¿Qué aportará a la gente hoy en día?
– Ayudará a comprender que aquí hay una cultura tapada que está muriéndose pero que es preciosa.
En cuanto la escuchen, van a alucinar de lo bonita que es.
Podrán descubrir que tenemos unos tesoros que si no nos damos prisa en ponerlos donde se debe, pasarán a peor vida.
A la gente la música antigua le ayudará a reconocer su propia personalidad.
Y sobre todo, podrá disfrutar.
¿Qué ofrecerán en el concierto del Kursaal?
-Será un espectáculo muy completo y es un placer hacerlo en un gran escenario como ese.
Es un concierto muy bonito en el que va a haber danza, poemas originales recitados, música de todo tipo, cantantes… Es bastante completo.
Contarán con muchas colaboraciones.
-Para mí era importante que hubiera colores de toda Euskal Herria, ya sea en los euskalkis, en la manera de cantar, en los tipos de sonido de cada parte…
Todos los que han colaborado son grandes artistas.
Los colaboradores son parte integrante del Ensemble en este trabajo.
Por ejemplo, Sabin Bikandi participa en el proyecto, y también Mixel y Maika Etxekopar, así como Pablo Martín Caminero, que es un monstruo.
Entre todos, construimos un espectáculo completo; antes, gran parte de la música era para bailar, por lo que reflejamos eso también.
¿Qué tipo de público esperan?
-Todo tipo de público, desde jóvenes a mayores, euskaltzales, melómanos.
Ofrecemos un compendio entre música antigua, música popular, improvisaciones y música clásica.
La música antigua no es como la clásica, es otro rollo, ya que el intérprete tiene mucho más protagonismo.
¿Cómo son las canciones del disco?
-Hay un total de 22 piezas representativas de los distintos aspectos de la realidad.
Cada una es especial en algo, nos unen con un pasado que tenemos y que va a sorprender al público.
Por ejemplo, en nuestro cancionero tenemos una relación directa con la música judía, y además, instrumentos tan autóctonos como la alboka tienen un nombre de origen árabe.
En aquella época, la música tenía un color mucho más variado de lo que nos pensamos.
Por ejemplo, la canción Sibilen profezia es muy representativa.
Es un canto religioso del siglo XIII muy popular que no se ha tocado nunca más hasta ahora y es parte de nuestro patrimonio.
Ha publicado el disco con un sello discográfico importante…
-Los músicos han dado todo a este disco, y lo hemos hecho entre mi mujer, Miren Zeberio, y yo. Iba a ser una autoproducción, pero en el último momento, Jordi Savall, que es el gurú de la música antigua, dijo por primera vez a un grupo que no era suyo que quería sacar ese disco.
Ha sido una suerte que él nos lo haya hecho, porque ha sido una ventana al mundo muy grande. Ya hemos vendido más de 5.000 copias y va por su segunda edición.
¿Qué pasos debe dar la música antigua para ganar espacio?
-Tiene muy poco sitio en la sociedad, y en el ámbito de la educación también está bastante apartada.
Hay que conocer algunos autores, ya que son nuestros tesoros.
El desafío es hacer de ella algo atractivo, para que la gente se interese.
Con este trabajo hemos dado un paso en ese objetivo.
Entrevista realizada por MARTA ESNAOLA RUBEN PLAZA para noticiasdegipuzkoa.com