Los madrigales de Monteverdi ocupan un lugar destacado en la producción del compositor, y representan la culminación del género madrigalesco.
Están agrupados en 9 libros, ocho de los cuales fueron publicados en vida del autor entre 1587 y 1638, y el noveno libro póstumamente en 1651.
A lo largo de estos libros es posible apreciar la evolución de la música de Monteverdi, desde el estilo polifónico de la música del renacimiento hasta la utilización de la monodia acompañada característica del barroco.
Los cuatro primeros libros de madrigales se sitúan dentro de la prima prattica (primera práctica), el estilo polifónico tradicional, aunque Monteverdi utiliza un lenguaje armónico cada vez más innovador, con disonancias más audaces conforme avanza la serie.
Están compuestos para 5 voces a capella.
El A5 vocal ensemble presenta en Sevilla, el próximo 15 de enero, su interpretación del segundo libro de madrigales de Monteverdi.
Tras el estreno de su primer libro el pasado año, con el que han participado en diferentes ciclos y festivales, continúan con su proyecto de interpretar los primeros cinco libros del autor cremonés.
Claudio Monteverdi es uno de los más grandes compositores de la Historia de la Música, pero desgraciadamente un gran desconocido para el público habitual.
La causa es clara: El consumo musical se ha centrado en apenas dos siglos y medio, desde los últimos barrocos (Scarlatti, Bach o Haendel) a los grandes maestros de la primera mitad del siglo XX.
Casi todo lo anterior a 1700, englobado bajo el título de “música antigua”, o lo posterior a 1950, la llamada “música contemporánea”, aparece en los programas con mucha menor facilidad, independientemente de su valor histórico, o su belleza.
Claudio Monteverdi es considerado el padre de la ópera, el innovador del “Ballo”, el renovador del madrigal y también el que se atrevió a buscar nuevas fórmulas en la música religiosa.
Es además uno de los padres del barroco musical, es decir, de la música moderna, tras haber transitado por los senderos del último Renacimiento y el Manierismo.
Al igual que Caravaggio, Monteverdi dotó a la música de un gusto por el detalle naturalista y por la realidad sensible, que aplicó incluso a los héroes de la mitología: “Conmovió Arianna por ser mujer, y conmovió así mismo Orfeo por ser hombre, y no viento”, escribió él mismo de sus dos personajes más famosos.
Como Rubens, al que conoció en la corte de Mantua, fue maestro de un colorido soberbio, al servicio de una capacidad de invención sin límites. Como Bernini, supo idear y construir grandes espacios sin perder el gusto por el adorno, por la miniatura.
Los cuatro primeros libros de madrigales de Monteverdi, que A5 Vocal Ensemble pretender interpretar al completo y sucesivamente a lo largo de los próximos meses, podrían situarse en la conocida como “prima prattica”, aunque las armonías son cada vez más atrevidas, y las disonancias, más originales y audaces conforme avanza la serie.
El punto de inflexión estará en el libro Quinto de Monteverdi, punto final de la serie de conciertos previstos por el quinteto vocal, que un diálogo llevado al límite entre el asentado perfeccionismo de lo antiguo y los emergentes valores en cambio de lo moderno, entre la tradición y la experimentación.
Desde entonces, en los libros posteriores, enmarcados en lo que el propio Monteverdi nominaría como “seconda prattica”, los madrigales monteverdianos avanzan sin posibilidad de retorno hacia algo más cercano a la cantata dramática o incluso la ópera en miniatura, en formaciones distintas del conjunto de cinco voces de sus primeros cinco libros.
Así, nuestra segunda incursión en el madrigal monteverdiano comienza con “Il Secondo Libro de Madrigali a cinque voci”, que fue publicado en el año 1590, cuando el compositor contaba 22 años.
Este segundo conjunto de madrigales representa la conquista de lo puro y de la metáfora visual. Ninguna otra colección de Monteverdi está tan inundada de imágenes visuales y descripciones de la Naturaleza (imágenes de ríos, amaneceres, brisas, pájaros flores cielos, fuentes, etc.)
No es coincidencia que estos madrigales, publicados con la esperanza de mantener su posición en Milán, llamasen la atención de la Corte de Mantua y su Duque Vincenzo Gonzaga, un gran coleccionista de obras de arte. Un capítulo único y excepcional en la carrera de un músico que progresivamente se sumergiría en el análisis del espíritu humano, este Segundo Libro establece unas luminosas coordenadas de la fascinante ecuación entre lo visual y lo auditivo.
El Barroco estaba a las puertas, pero estas imágenes musicales parecían mirar hacia el legado del gran Renacimiento.
Lugar y hora:
Iglesia de San Alberto, Sevilla – 18:30 horas del 15 de enero de 2017
Entrada: 7€