Jordi Savall es un torbellino. A sus 70 y algún años, sigue reinventándose.

Adalid de la música antigua en todo el mundo, Savall abrió las puertas a muchos grupos que, inspirados por cualquiera de sus conjuntos -Hespèrion, La Capella Reial de Catalunya, El Concert des Nations-, bebieron del sueño del violagambista catalán y pusieron a España en la ruta de conciertos mundial.

«Es una figura internacional y ha hecho un gran trabajo: la difusión que le ha dado a la música antigua en los circuitos, la increíble calidad que tiene y su difusión en el terreno comercial», dice Pedro Bonet, director del grupo vocal madrileño La Folía, que lleva en activo desde 1977.

Savall ha conseguido que cada concierto, cada disco que edita, sea un acontecimiento.

«Es un empresario musical global. No son solo los discos y la música que graba, sino cómo lo presenta, con un atractivo absoluto», comenta Aarón Zapico, el joven director de Forma Antiqva, conjunto asturiano que formó junto a sus hermanos.

Zapico aún recuerda la última noche del festival que fundó en Langreo con el nombre de su difunto padre, Eloy Zapico.

La crisis y la falta de financiación hacían insostenible que durara un año más, y aquella última noche, Zapico tiró de Savall para cerrar a lo grande.


«Sé que vino con un caché mucho menor que el que tiene, y no hizo falta convencerlo», explica emocionado Zapico, que considera que en Savall «están y se unen todas las artes».

Ventura Rico, director de la exquisita Orquesta Barroca de Sevilla, premio Nacional de Música, admite que la primera pieza de viola de gamba que escuchó fue de Savall.

«Ha tenido el papel de llevar la música antigua a un público muy amplio, favorecido por su carácter mediático», explica Rico.

Intérprete de la música de la película Todas las mañanas del mundo (1991), que le valió un César, Savall es para Rico una persona «que ha descrito los males de la estructura musical española: desigualdad de presupuesto entre orquestas y música antigua, abandono del patrimonio…».

La recuperación del repertorio español es uno de sus grandes logros. Pero también el poder vivir interpretando un solo repertorio. «Con sus grupos creó una máquina de un trabajo constante y con músicos con puesto fijo.

Su modelo lo ha copiado luego mucha gente», dice Fahmi Alqhai, director de la sevillana Accademia del Piacere.

Este músico sabe bien de lo que habla, porque ha tocado con el Hespèrion de Savall. Y sus recuerdos no retratan a un divo.

«Estamos hablando de alguien que ha ganado un Grammy, pero que no te mira por encima del hombro», dice Alqhai. «Con Jordi no se trabaja, se vive».

Savall tiene un estilo peculiar al programar: relaciona la música de una determinada época con la historia, como en su último trabajo, en el que pone banda sonora a la dinastía Borgia.

«Se interesa por cosas del antiguo humanismo, que siempre le han inquietado.

Lo que hace tiene mucho que ver con la música, no solo con la antigua, y con cómo es Jordi Savall», explica Josep Cabré, director del grupo navarro Nova Lux, y que recuerda al violagambista cuando era «un jipi de la música antigua, melenudo y con camisas indias».

Savall abrió el camino, y los demás le siguieron. Los conservatorios empezaron a abrir cátedras de instrumentos barrocos y medievales, y surgieron enormes grupos como la Capella de Ministrers.

«La generación de Savall ha sentado precedentes en toda Europa. Hubo unos inicios muy duros, pero sé que las generaciones que vengan detrás no dejarán que esto se acabe», explica su director, Carles Margraner.

«Savall es un pionero, ha abierto caminos, es como un picahielos. Ante él solo se puede tener respeto», concluye.

Lo ha dado todo por la música antigua, el repertorio más rico de la historia de España.

Escrito por MIGUEL PÉREZ MARTÍN

Por Marta

12 comentarios en «Deconstruyendo a Jordi Savall»
  1. Estoy de acuerdo con cada renglón de este encendido artículo. Pero se debería mencionar el esfuerzo de los hermanos Paniagua, como pioneros hace también muchas décadas por estudiar, investigar, interpretar y gravar los primeros discos de Música Antigua. Creo que el violagamvista catalán Pere Ros es otro olvidado en este artículo, pero no menos pionero. Es cierto que las miras de Savall fueron siempre más amplias y eso le honra, pero a cada uno lo suyo.

  2. Gracias por el artículo. Muchos descubrimos la Música Antigua gracias a él y seguimos celebrando la aparición de cada uno de sus discos.

  3. Viva Jordi Savall!! Es mi ídolo total! Cuándo regresa a México, señor Savall?? No pude ir a su concierto cuando presentó su maravilloso disco de fusión entre música barroca europea y música latinoamericana . . . Todo mi respeto y cariño a este enorme Músico, y tengo la enorme fortuna de escucharlo muy seguido en las estaciones que programan este tipo de Música en mi ciudad. Desde México, un afectuoso saludo.

  4. En efecto coincido con Vicent Ferrús Mascarell en cuanto al trabajo de los hermanos Paniagua. Tuve acceso a algunos discos producidos por alguno de ellos; una compilación de música de las tres culturas en que abreva la tradición musical española. Una auténtica maravilla de disco. Desde la Ciudad de México, saludos.

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