Espido Freire colabora con Carles Magraner – Capella de Ministrers – en su próximo disco «La Cité des Dames«, Música y mujeres en la Edad Media.
«Creo que parte de la labor vital de una persona es la de reconciliarse con su pasado.
En mi caso, una parte de lo que le debo a la vida se lo debo, en realidad, a la música.
Pero parte del sufrimiento que he arrastrado durante años, también.
Cuando Carles me propuso colaborar con él, sentí que podía cerrar esa etapa de una manera bella y agradecida: con lo que creo que mejor sé hacer, los microcuentos, unidos a la voz y la música y las mujeres que Carles me proponía.
Una voz unida a otras voces. No podía pedir un mejor inicio en una nueva etapa, en una nueva relación con la música (Espido Freire)».
La grabación se ha realizado en la Iglesia de Santa María de Requena el pasado mes de abril de 2013, y la presentación del libro-disco con 2 cds tendrá lugar el próximo Octubre de 2013.
En esta antología encontraremos una selección de piezas abordada con gran sensibilidad y rigor histórico, música de Kassia, Hildegarda de Bingen, Herrada de Landsberg, Beatriz de Día, Héloïse, Margarita de Austria o Ana de Bolena, con especial atención a las compositoras hispanas: María González de Agüero, Blanca de Castilla, la reina de Mallorca o Gracia Baptista.
El libro-disco incluye una serie de micro cuentos escritos por Espido Freire y poesías de Nuria Ruiz de Viñaspre, además de textos complementarios a cargo de Josemi Lorenzo e Isabel Morant.
Repoussez ces hypocrites enjôleurs qui cherchent à vous prendre par leurs beaux discours et par toutes les ruses imaginables votre bien le plus précieux, c’est-à-dire votre honneur et l’excellence de votre réputation ! Oh ! fuyez, mesdames, fuyez cette folle passion qu’ils exaltent auprès de vous ! Fuyez-la ! Pour l’amour de Dieu, fuyez !
Con esta advertencia Christine de Pisan (Venecia 1364- Poissy ca. 1430) cierra su libro La Cité des Dames.
Escrita en 1405 esta novela relata la construcción por parte de las mujeres de una ciudad para sí mismas, una ciudad en que todas tienen cabida, humildes y privilegiadas, antiguas y actuales, reales y metafóricas. Se trata más de un lugar simbólico que de un espacio físico, ajeno al pensamiento patriarcal, configurando una ginecotopía poderosa, enmarcada en plena Querella de las Mujeres, quizá la primera aparición occidental del feminismo, en que se reflexiona sistemáticamente sobre la división de la sociedad por roles de género y su injusta jerarquización.
Carles Magraner ha recreado por vez primera esta ciudad de las mujeres desde el punto de vista musical, partiendo de unos nombres, prácticas y quehaceres minusvalorados por la Historia de la Música, relato parcial escrito y reescrito desde planteamientos androcéntricos.
Más que aportar una cuota de creación femenina que completa dicha narración clásica, Capella de Ministrers aporta un punto de vista diferente a la hora de entender nuestra tradición musical.
Josemi Lorenzo nos explica en su reflexión al respecto, cómo las mujeres han mantenido la transmisión de mensajes y relatos que forman parte de la cultura e imaginario de una sociedad, frecuentemente acompañadas de la música que facilitaba su memorización y los embellecía.
Finalmente, y a pesar de todos los filtros, algunas de esas composiciones, nombres y géneros musicales han sobrevivido, en forma de huellas y testigos hasta nuestros días.
Aquí entra la labor de investigación, a la hora de aportar un caudal de repertorio que haga posible no sólo la recreación de un colectivo, el femenino, y una época, la medieval, sino que ofrezcan las claves para pensar un tema.
Los diversos papeles que las mujeres desempeñaron en la música durante los siglos medievales es una cuestión que, más allá de afirmaciones vagas y genéricas, cuesta pensar porque se ha cancelado desde el discurso académico.
La tentación oscila entre respuestas despectivas (no merece la pena) o derrotistas (no se conservan fuentes).
Pero aplicando las herramientas que nos ofrece la musicología feminista, en colaboración con otras disciplinas, vemos que no sólo es posible, sino que se abre un campo inmenso para profundizar y conocer un apartado fascinante de nuestra tradición musical.
El mismo que nos acercan esas/os intérpretes que plantean su labor con un compromiso que va más allá de “hacer música” de una manera aséptica.
En esta particular cité des dames se ha insistido en autorías femeninas, responsables de música litúrgica, paralitúrgica o profana, vocal e instrumental.
Unas, más conocidas: Kasia, Hildegarda de Bingen, Herrada de Landsberg, Beatriz de Dia, Maroie de Dregnau… Otras, menos, como Eloísa, la duquesa de Lorena, Bertha Jacobs, Margarita de Austria o Ana de Bolena, con especial atención a las compositoras hispanas: María González de Agüero, Blanca de Castilla, la reina de Mallorca o Gracia Baptista, sin olvidar repertorios que, como la ciudad de Cristina de Pizan, se escribieron por y para mujeres, con recreaciones de algunas melodías populares, todavía recordadas hoy, cuyo análisis nos lleva a los campos de la composición femenina.
Al modo de la reconstrucción literaria y ensayística de Cristina de Pizan a estas mujeres les separan contextos, épocas y situaciones distintas, todas las que es susceptible de generar la música medieval, pero también siguiendo a la novelista, les unifica su condición de mujeres que habitaron bajo estructuras patriarcales, sus luchas, resistencias contra ellas, o su capacidad de crear al margen de las mismas.
Insiste Josemi Lorenzo en que aquí hay algo más que música, aunque ya sabemos que nunca »música» ha sido »algo que suena» sin más, sino un contexto y un racimo de significados sin los cuales aquélla perdería sentido, algo que a veces se ha olvidado desde la investigación y desde la interpretación.
Making-off de la grabación de esta nueva producción discográfica de Capella de Ministrers: La Cité des Dames, música y mujeres en la Edad Media.
tiene muy buena pinta!!!!