Alguien dijo que cantaba como un ángel.
Musicalidad, timbre, entonación, estado de gracia.
Yo me inclino a pensar que Philippe Jaroussky es más y menos que un ángel, porque nos recuerda que la poesía se revela en la condición humana y puede y debe estar al alcance de todos.
Esa experiencia fue compartida por quienes asistimos al concierto único que ofreció el célebre músico francés el último fin de semana en la sala García Lorca, del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, para iniciar el ciclo Contratenores del Mundo.
Jaroussky deslumbra pero va mucho más allá de la seducción y el encantamiento.
Lo advirtió Leo al valorar la huella que ha ido dejando en la música vocal contemporánea, comparable a la del violagambista español Jordi Savall en la restitución de antiguos repertorios y la reinserción de una modalidad del canto en la sensibilidad de nuestra época.
Philippe Jaroussky, con su maravillosa voz y la facilidad para la coloratura, se ha convertido en el contratenor de moda del momento actual.
«Una voz de contratenor –dice Jaroussky– no deja a nadie indiferente. Puede chocar o conmover, en todo caso exacerba nuestra sensibilidad. Un contratenor no es un ser excepcional, es sobre todo una cuestión de registro vocal y de técnica.»
Pero esa voz ¿es de un hombre o de una mujer? La pregunta es inevitable cada vez que alguien se enfrenta por primera vez a la extraordinaria experiencia de escucharle.
Este artista se ha convertido con justicia en un referente por su espectacular técnica vocal, su registro particularmente agudo y una sensibilidad que agita las almas de los espectadores.
En un plano más frívolo es posible que su aspecto aniñado haya además contribuido a la fantasía de tener delante un auténtico castrato.
Pero lo más destacable es sin dudad su capacidad para, utilizando unos medios cuyo propio nombre delata como falsos, resultar absolutamente verdadero, natural y honesto.
La primera vez que escuché su voz..pensé que era bellísima y se la atribuí a una mujer…Cuando lo escuché viendo su rostro..creí que era un ángel.
Sin duda se voz siempre me hizo sacar sentimientos y emociones únicos. Me encanta!
Coincido totalmente contigo, su voz embriagadora me transporta como ninguna otra a un paraíso. Escuchándolo y contemplando su figura no puedo eviitar compararlo a un ángel