Ramiro Albino presenta “Guía para disfrutar más de la música antigua”, un libro que nos propone un acercamiento interactivo a las músicas anteriores al siglo XVIII.
¿Cómo acercar la música antigua al público actual? Se preguntó muchas veces Ramiro Albino y, pese a que no es una cuestión simple, se animó a responderla.
Este destacado flautista y arpista maduró durante años un libro que pudiera, de una forma atractiva, construir un puente entre las mentes actuales y los estilos musicales anteriores al período clásico.
Así nació «Guía para disfrutar más de la música antigua”, el libro de edición propia que presenta esta noche en El ojo azul (Guaymallén).
Después de difundirlo en Buenos Aires, donde desarrolla gran parte de su actividad musical, hoy lo trae a su público local, en un encuentro donde estará acompañado por dos colegas de alto calibre artístico: la cellista Gabriela Guembe, con quien integra el ensamble de música preclásica Violetta Club, que hará una reseña, y Griselda López Zalba, la soprano con quien también viene trabajando desde hace años en la difusión incansable de este estilo.
“Antes de ser músico estudié diseño gráfico…”, así empieza a explicar Albino, dejando en claro la encrucijada de disciplinas en la que surgió esta pequeña joya editorial, una guía 2.0 que también da cuenta de las nuevas formas de leer.
“Allí aprendí cómo adecuarse al público al que uno quiere llegar. Por eso, este libro está pensado para la gente actual, que no lee linealmente, que hace zappings, cliquea enlaces y va todo el tiempo de un lugar a otro”, dice el músico, docente y periodista.
-¿Cómo nació este libro?
-Trabajé durante 14 años haciendo radio en Buenos Aires, en ese tiempo pude tener contacto fluido con los oyentes.
Así pude acercarme a los problemas e inquietudes que tienen las personas a la hora de escuchar esta música.
Entender al público es algo que siempre me obsesionó, y así fue surgiendo la idea del libro, con el objetivo de que la gente pueda entender y, por lo tanto, disfrutar más de la música antigua.
No quiero que se muera el público; si se muere, también se muere la posibilidad de hacer música.
Y hacia el final de este camino, Albino eligió una forma muy especial (y novedosa) de conseguir financiamiento para publicarlo: abrió un fondo común en idea.me y ahí reunió, en el transcurso de 45 días, una cantidad suficiente de aportes.
“Este financiamiento colectivo fue muy ágil. Ofrecí, a quienes aportaban, algunos beneficios, como comprar el libro por anticipado; también tuve que ofrecer a cambio algunos combos y todo tipo de merchandising”, dice entre risas. Funcionó, y hoy puede traerlo lleno de entusiasmo.
-¿Qué es la música antigua?
-Si bien cada vez se amplía más el término, lo que yo abarco en el libro es desde la Edad Media al fin del barroco, en 1750, con la muerte de Bach.
Quienes interpretamos esta música nos planteamos cómo hacer para que las composiciones de tiempos pasados suene como la pensó el compositor.
Y eso se logra no solamente respetando los instrumento de época, que eran diferentes a los de hoy. Siempre lo comparo con traducir: una traducción nunca es fiel, pero la obra se puede reconocer.
-También comparás tu trabajo con el de los arqueólogos…
-Sí, hay diferentes maneras de mirar el pasado, y el trabajo de los arqueólogos es una.
Es decir, a partir de un vestigio se construye una historia.
En la música buscamos elementos que nos orienten desde diferentes vertientes.
Por ejemplo, vemos la partitura, que nos da una información parcial, y entonces buscamos una pintura donde se representen músicos, y ahí analizamos cómo están parados o sentados, la posición de la mano en el instrumento, entre otras cosas.
A veces, también tenemos la carta de un noble que indica qué se tocó, dónde y frente a qué público, y también artículos periodísticos. Es un trabajo verdaderamente arqueológico. Todo va reconstruyendo la situación del concierto.
-¿Se puede llegar a reproducir esa situación con fidelidad?
No, básicamente por el público.
Hoy tenemos el oído adiestrado con muchas músicas, desde la cumbia o el rock hasta los mismos compositores posteriores, como Beethoven o Tchaikovsky.
Por lo tanto, no podemos escuchar nunca como una persona de esa época.
Vivimos en un mundo visual, totalmente distinto.
Y para crear un lazo, este inquieto artista nos propone mirar pinturas de la época para ambientarnos, y una serie de códigos QR que nos disparan a las mismas grabaciones que nos recomienda.
En resumen, nos demuestra que no solo se puede navegar en la web, sino también en el papel de un libro, que además, por su tamaño, puede llevarse en el bolsillo, para leerlo en el micro o en la cola del banco: una aventura musical en nuestras manos.
La ficha
Dónde conseguir el libro:
A través del autor: ramiroalbino@yahoo.com
Escrito por Daniel Arias Fuenzalida | LosAndes.com
Gracias a los responsables del sitio por postear esta nota, y por la foto que hicieron (me encanta! En esa foto estaba pintando una acuarela en Puente La Reina, Navarra).
Buscando otra foto, acabo de encontrarla. Esta es la acuarela que pintaba en la foto (un alemán pasaba por ahí, me sacó la foto y me la envíó luego por email)
Como puedo acceder a tu texto? Gracias