Personaje británico de la segunda mitad del siglo XVII, Purcell, conocido por sus grandes dotes en la composición, que reunió en su obra, la influencia italiana y francesa para crear un estilo propio de barroco británico.
Además de la música culta incursionó en el llamado género “catch”, destaca el portal “prueba.musicaantigua.com”, que destaca esas piezas que acabaron siendo cantadas “por coros de borrachos, jarra de cerveza en mano, en los tugurios del viejo Londres”.
Los temas tratados en estas canciones eran, con escasas variantes, el alcohol, la juerga y el sexo, bien tratados por separado o convergentes dentro de una misma pieza, señala la revista electrónica especializada en música antigua.
Purcell nació el 10 de septiembre de 1659, en el condado de St. Anne Westminster, Inglaterra. Su padre, quien le heredó su nombre, fue caballero de la capilla real y cantó durante la coronación del Rey Carlos II de Inglaterra.
Datos biográficos señalan que en 1664, el padre de Purcell falleció, por lo que éste quedó bajo custodia de su tío Thomas, quien también era miembro de la capilla del rey, la persona que lo cuidó con afecto y cariño y gestionó su ingreso al coro.
Purcell, quien comenzó a componer a los nueve años, era el mayor de sus dos hermanos, uno de ellos, Daniel, también se convirtió en un prolífico compositor.
Henry ingresó al coro de la capilla real a los ocho años de edad, sus maestros fueron Henry Cooke, John Blow, Mattheuw Locke y Pelham Humfrey.
En 1677, fue nombrado compositor de los violines del rey y en 1679 sustituye a Blow como organista de la abadía de Westminster, al tiempo que se encarga de la restauración de los instrumentos de la corte.
En esa época compone algunos “anthems” y oficios como “I was glad, in the midst of life” (1682), “Morning and evening service” (1682-1683) o “Te Deum and jubilate” (1694), de acuerdo con la información aportada por el sitio “biografiasyvidas.com”.
En 1675, escribe “Aires, canciones y diálogos elegidos” y un himno de título desconocido para la capilla real escrito para la voz del reverendo de Canterbury John Gostling, quien tenía una tesitura de al menos dos octavas completas, lo cual se informa a través de una carta escrita por Thomas Purcell, añade una enciclopedia electrónica colaborativa.
En 1676, Henry se convierte en ayudante de organista de la “Abadía de Westminster” y logra componer obras como “Aureng-Zebe”, “Epsom wells” y “La libertina”. Sin embargo, la más célebre de sus obras escénicas es “Dido y Eneas” (1689), pues marca los inicios de la música dramática.
“Dido y Eneas” constituye un hito en la historia de la música dramática inglesa, fue escrita según un libreto de Nathum Tate, profesor.
A ella se incorporan grandes obras como su famosa “Lamento de Dido” y semi-óperas como “La reina de las hadas” (1692).
En 1677, compone “Aphra behn abdezalar” música para tragedia, y en 1678, una obertura para “Timón de Atenas” una nueva versión de Shadwell sobre la obra de Shakespeare.
Ese mismo año se convierte en compositor de la orquesta de cuerda “Violines del Rey”.
Purcell contrae nupcias con Frances en 1682.
Un año después, es nombrado organista de la capilla real y constructor de los órganos reales, con ello, Henry se dedica de lleno a la composición de música sacra, alejándose del teatro por seis años.
Henry Purcell dedica parte de su obra a cantatas y odas dirigidas a varios monarcas, entre los cuales se encuentran Carlos II, Jacobo II y la Reina María, a la cual compone obras tan brillantes como “Why are all the museums mute” (1685) o “Celebrate this festival” (1693).
Purcell dedica a Santa Cecilia odas como “Welcome to all the pleasures” (1683) o “Hail bright Cecilia” (1692).
Aunque su música instrumental no es tan conocida, el músico logra por medio de sus fantasías y sonatas crear un estilo personal en el que convergen el estilo italiano y el humor inglés.
Henry Purcell pierde la vida a los 36 años, el 21 de noviembre de 1695, en la cumbre de su fama.
Su esposa, se encarga de recopilar varias obras del compositor que se publican en dos volúmenes “Orpheus britannicus I (1698) y II (1702).
Henry descansa en la Abadía de Westminster, debajo del órgano que tanto tiempo tocó.
Su epitafio reza: “Aquí yace el honorable Henry Purcell, quien dejó esta vida y ha ido a ese único lugar bendito donde su armonía puede ser superada”.
Fuente ElSiglodeTorreon.com
LA GLORIA DE ESTE GRAN MÚSICO ESTÁ CON EL Y CON NOSOTROS……LA MÁS BELLA MUSICA HEREDADA POR HA ENDEL Y BACH…..SIEMPRE ETERNA Y MAGNÍFICA …JOVEN Y.BELLA…..COMO LO FUE SU ÉXISTENCIA, A NUESTRO PESAR
VELOZ Y DEJANDO UNA MUY PROFUNDA HUELLA.