La inauguración del primer proyecto de restauración promovido por el Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca A.C. (IOHIO), que devuelve la vida musical al órgano del templo de Santa María de la Asunción, Tlacolula, será uno de los momentos estelares del X Festival Internacional de Órgano y Música Antigua, que se realizará del 20 al 25 de febrero de 2014.
En esta edición, ocho conciertos con los órganos tubulares restaurados y la exhibición de documentos antiguos relacionados con la música en Oaxaca, serán parte del programa que comparte el IOHIO.
Dentro de las personalidades que llegan a este festival, se contará con la presencia del reconocido músico español Roberto Fresco, organista titular de la Catedral de la Almudena de Madrid, quien vuelve a Oaxaca después de trece años, tras participar en el Primer Festival Internacional de Órgano y Música Antigua.
Durante los conciertos también podremos escuchar el talento de connotados organistas mexicanos como Rafael Cárdenas, Jesús López Moreno, José Francisco Álvarez y Cecilia Winter; también llegarán a la escena del festival, la soprano Lourdes Ambriz y los percusionistas Valentín Hernández y Gabriela Edith Pérez Díaz.
Las notas musicales de los órganos oaxaqueños se acompasarán con el talento del violinista barroco Vladislav Badiarov, el trompetista Juan Luis García y el ensamble de guitarras ‘Terceto Cuicacalli’.
El Décimo Festival Internacional de Órgano y Música Antigua de Oaxaca, también crea un binomio entre la música y el conocimiento, así, el historiador de arte Richard Perry, autor de diversa publicaciones sobre el arte colonial mexicano, dirigirá visitas a los templos que resguardan los órganos barrocos.
A esta propuesta histórica se suma el arqueólogo Marcus Winter del Instituto Nacional de Antropología e Historia para revelar la historia de los sitios arqueológicos que se recorrerán durante el festival.
Respecto a la restauración del fascinante órgano tubular del siglo XVIII, ubicado al interior del templo de Santa María de la Asunción, Tlacolula, población de los Valles Centrales de Oaxaca. Los trabajos comprendieron la caja y flautas decoradas de la fachada, a cargo del restaurador oaxaqueño Eric González.
Mientras que la parte musical alcanzó la restauración del mecanismo del órgano, y representó una ardua labor del equipo de trabajo, proveniente del Taller Gerhard Grenzing (El Papiol, España), donde destaca la incursión de un aprendiz oaxaqueño.
Los festivales del IOHIO son únicos, siendo una de las atracciones principales el sabor único que imprime la cultura que comparte Oaxaca.
Este acontecimiento atrae no sólo a organistas profesionales, sino también a organeros, restauradores, escritores, expertos en arte e historia mexicana, profesores, artistas y sobre todo, amantes de la música y la cultura oaxaqueña.