Una bella pieza titulada Spiritus Sanctus

Hoy, una vez más, está con nosotros Santa Hildegard Von Bingen (1098-1179), compositora alemana, religiosa, mística, visionaria y otras muchas cosas, nacida en Bermersheim.

De nacimiento noble, desde pequeña ya fue destinada a la vida religiosa.

Pronto fue conocida por sus visiones proféticas que al principio se negó a revelar.

Fue una mujer casi omnipresente en la sociedad alemana de su época.

Se carteó con una gran cantidad de dignatarios, tanto religiosos como seculares.

En ella, la santa casi actuó a veces como la voz de Dios, dando diversos consejos, tanto doctrinales como morales, apareciendo como una gran erudita.

Es venerada tanto por la Iglesia Católica como por la Luterana y la Anglicana.

Curiosamente, no fue declarada santa hasta una fecha muy reciente, el 10 de mayo de 2012, por el papa Benedicto XVI.

La reliquia con sus restos se encuentra en la Abadía de Eibingen, fundada por ella misma en 1165 y de la que fue primera abadesa.

Hoy te traigo de ella una pieza titulada Spiritus Sanctus, que es en realidad una antífona.

Como dije antes, puedes pensar que estás escuchando canto gregoriano cuando estrictamente no lo es.

Por varias razones, siendo una de ellas que Hildegard componía para mujeres, con lo cual la estructura del canto y la amplitud es distinta.

Así, algunas obras de despliegan hasta casi dos octavas, mientras que el gregoriano casi no pasa de una.

Además, las obras de Hildegarda son más flexibles, más frescas y con unos elementos populares que no aparecen en el canto gregoriano.

Todo esto lo puedes disfrutar en esta bella obra que nos ayudará a ir terminando esta semana.

La interpretación es de el Coro de la Abadía Benedictina de Santa Hildegard Von Eibingen (a la que he aludido antes), dirigido por Johannes Berchmans Göschl y Christiane Rath.

Escrito por Pepe Gallardo | Aeterna Christi Munera