MÚSICA ANTIGUA A LA CARTA | Hoy, vamos a acercarnos, no a los compositores, ni a sus obras, sino que vamos a intentar saber cómo era la vida de aquellos protagonistas que trabajaban con la música.

Aquellos que hacían realidad lo que los compositores habían escrito y los impresores o copistas habían reflejado sobre un papel. ..

Es decir, que vamos a ver cómo eran los cantores, los niños de coro, los ministriles, organistas, mantenedores y afinadores y los maestros de coro y maestros de capilla.

Y para conocer esta realidad en profundidad nos dejaremos llevar por Daniel Quirós quien nos enseñará, acompañado por el mozo de coro Lázaro, cómo era el mundo musical en la catedral de Ávila a comienzos del siglo XVI.

Entre otras, se podrán escuchar obras de Francisco Guerrero, Alonso Pérez de Alba, Antonio de Cabezón y Francisco de la Torre.

Francisco Guerrero

Francisco Guerrero (Sevilla, 4 de octubre de 1528 – 8 de noviembre de 1599) sacerdote católico español y maestro de capilla que junto a Tomás Luis de Victoria y Cristóbal de Morales es uno de los grandes nombres de la música sacra española del Renacimiento y uno de los mayores compositores españoles de todos los tiempos.

Nació en Sevilla el 4 de octubre de 1528, hijo del pintor Gonzalo Sánchez Guerrero y de Leonor de Burgos. Ingresó en el coro de la catedral de Sevilla y allí recibió su primera formación musical, de mano de su hermano Pedro y del poeta y maestro de capilla Pedro Fernández de Castilleja

Alonso Pérez de Alba

Alonso (Pérez) de Alba (o Alva) fue un compositor español del Renacimiento, en activo durante el reinado de los Reyes Católicos.

Todas las composiciones religiosas que se han conservado de este compositor se hallan en el manuscrito «Tarazona, Archivo Capitular de la Catedral, ms. 2/3», que probablemente procede de Sevilla.

En ellas aparece nombrado como Alonso Dalba, Alonso Dalva o Alonso de Alva, salvo en un Agnus Dei, en el que aparece citado por su nombre completo: Alonso Pérez Dalva.

Se han conservado un total de 22 obras de Alonso Pérez de Alba.

De ellas 21 son religiosas y se hallan todas ellas en el manuscrito «Tarazona, Archivo Capitular de la Catedral, ms. 2/3», de probable origen sevillano como ya se ha dicho.

La única obra de carácter profano, «No me le digáis mal, madre», se halla en el famoso Cancionero de Palacio.

Algunos autores señalan la posibilidad de que las 11 piezas que en este último cancionero vienen encabezadas bajo el nombre de Alonso, sin especificar el apellido, se deban también a Alonso de Alba, sobre todo por la semejanza en el estilo (aunque podrían deberse a otros autores como Alonso del Toro o Alonso de Mondéjar, también con obras en dicho cancionero).

Antonio de Cabezón

(Castrillo de Matajudíos, Burgos, 1510-Madrid, 1566) Compositor y organista español.

Cursó brillantes estudios musicales a pesar de su ceguera prematura.

A los dieciséis años ya era organista en la capilla real de Carlos I, y más tarde en la de Felipe II.

Viajó con ambos reyes y conoció a los mejores músicos de su época.

Desde el punto de vista instrumental sus obras son muy avanzadas, ya que compuso las primeras variaciones de la música española.

Su hijo Hernando publicó póstumamente su producción, que agrupó bajo el título de Obras para música para tecla, arpa y vihuela. También se consideran obra suya aquellas partes que llevan el nombre de Antonio en el libro de L. Venegas de Henestrosa Libro de cifra nueva para tecla.

A su muerte, su hijo Hernando le sucedió como músico de la cámara y capilla reales.

Francisco de la Torre

Francisco de la Torre (c. 1460 – c. 1504) fue un músico y compositor español del Renacimiento principalmente activo en el Reino de Nápoles.

Se conoce muy poco acerca de su vida. Nació en Sevilla, pero no se conoce la fecha exacta.

Se sabe que el 1 de julio de 1483 fue contratado como cantor en el coro de la Capilla Real de la Corte aragonesa del reino de Nápoles, cobrando un salario anual de 25.000 maravedíes y donde permaneció durante 17 años.

El 15 de julio de 1488 recibió una semiprebenda de Fernando II.

Dejó la corte real de Nápoles en 1500 y posteriormente trabajó en la Catedral de Sevilla haciéndose cargo, el 10 de febrero de 1503, del coro de niños de dicha catedral.

Pronto dejó esta posición a Alonso de Alva, el nuevo maestro de capilla. En 1515, figura como Deán de la catedral sevillana.

Fuente original RNE – Música Antigua a la Carta – Sergio Pagán – Un paseo por la música de la Catedral de Ávila

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