El consort de flautas traveseras del Renacimiento Piacere dei Traversi ha lanzado recientemente un nuevo trabajo discográfico, en esta ocasión centrado en la figura de la virreina de Valencia Germana de Foix. El programa de El mecenatge de Germana de Foix se articula en torno a los acontecimientos históricos en los que se vio envuelta esta mujer, sin duda uno de los personajes más relevantes de aquella España de principios del siglo XVI, y ofrece un fresco musical con los sones de la época.
La interpretación la llevan a cabo las tres flautas traveseras de Silvia Rodríguez Ariza, Laura Palomar Salvador y Marisa Esparza Regal, acompañadas por lo voz de Carmen Botella Galbis, que se encarga del canto en las piezas y de los textos recitados que van jalonando la historia. Se trata de una iniciativa que sigue la estela del álbum anterior del conjunto dedicado a la monja clarisa de finales del siglo XV Isabel de Villena, tanto porque se centra en los hechos y la obra de una mujer sobresaliente, como porque constituye una bellísima recopilación de la música del primer Renacimiento europeo. El primer disco del grupo Vita Christi de Isabel de Villena. Música y literatura en la Corona de Aragón recorría el libro que escribió dicha abadesa sobre la vida de Jesucristo en la segunda mitad del siglo XV, y subrayaba el singular carácter feminista que impregnaba el texto.
Al igual que Isabel de Villena, Germana de Foix marcó su época, en este caso desde la perspectiva de la política. La última reina de Aragón, por su matrimonio con Fernando el Católico, virreina y lugarteniente general de Valencia, tras contraer segundas nupcias con el marqués de Brandeburgo Juan de Brandenburgo-Ansbach (por mandato del emperador Carlos V), y de nuevo virreina de Valencia al casarse con Fernando de Aragón, duque de Calabria, fue una mujer que estuvo toda su vida en el primer plano del poder público. Y, con todo, y como apunta Rosa Ríos Lloret de la Universidad de Valencia (Doña Germana de Foix. Última reina de Aragón y virreina de Valencia, 2004), la imagen que ha llegado a nosotros de ella a menudo la pinta como una “dama frívola, banal e inconsciente” que no era capaz de llevar los asuntos de estado. No obstante, una lectura más detallada de los hechos que envolvieron su vida puede arrojar una visión mucho más proactiva de su papel en el devenir político del momento.
Los mismos que critican su falta de implicación como estadista subrayan, en cambio, la actitud firme y dura que tuvo Germana en asuntos graves de gobierno, como cuando asumió el peso de la represión en la guerra de la Germanías. Como destaca Rosa Ríos, hay que tener en cuenta que ella fue consorte, no reina como Isabel de Castilla -con quien es comparada en ocasiones-, ni tuvo hijos cuyos derechos había que defender, por lo que no se vio obligada a asumir un papel político tan relevante, y pudo, de alguna forma, ser ella misma hasta donde los tiempos le permitieron.
Piacere dei Traversi ha querido esbozar la figura de Germana de Foix a través de la música. No se trata de una asociación casual: la virreina era una apasionada tanto del canto como de la danza, y a juzgar por los testimonios de la época, ambas disciplinas se le daban bastante bien, pero además era capaz de tocar algún instrumento, como el laúd y el manicordio.
Tal bagaje cultural viene justificado por el parentesco de Germana con la casa real francesa y con el hecho de que se crio en la corte de su tío Luis XII, cuya segunda mujer, Ana de Bretaña, era una mujer cultivada que transmitió a la joven el gusto por la música. Precisamente, el disco refleja esta parte de su vida a través de las composiciones de dos de las grandes figuras de la escuela flamenca: Josquin des Prés y Hayne van Ghizehem.
Para musicar los avatares del matrimonio de Germana de Foix con el rey Fernando el Católico, el conjunto se ha centrado en una selección de piezas de músicos españoles, varios de ellos – Francisco de la Torre, Juan Ponce y Antonio de Contreras- con presencia entre los nombres que firman las composiciones del Cancionero Musical de Palacio, el libro que recoge la música más popular en la corte de los Reyes Católicos.
Piacere de Traversi retoma el repertorio europeo para ilustrar las relaciones amorosas entre Germana y un joven Carlos I, para lo cual interpretan composiciones de Heinrich Isaac, Nicolas Gombert y el Millet regretz de des Prez, a la que a veces se alude como la Canción del Emperador, porque se dice que el rey Austria siempre se la hacía interpretar al acostarse justo antes de conciliar el sueño.
El álbum pasa fugazmente por los seis años del segundo matrimonio de Germana de Foix con Juan de Brandenburgo para internarse de lleno en el tercero y último que la unió con Fernando de Aragón, duque de Calabria y virrey y lugarteniente general del Reino de Valencia, desde 1526 hasta su muerte. Este noble convirtió su corte en un importante foco cultural e intelectual, intentando emular el brillo del que tuvo su padre en Nápoles. Se le puede considerar un verdadero humanista y un hombre del Renacimiento, que abrió las puertas de su palacio a la literatura y a las artes escénicas, e impulsó especialmente la música, a través de una capilla, que ya en la época de la reina Germana contaba con más de cuarenta cantores y músicos.
Entre los maestros de la capilla del duque figuran los nombres de Pedro de Pastrana (1529-1533) -presente en el disco a través de una de sus creaciones- y Juan de Cepa (1544-1554), aunque también se especula que también ejerció el cargo el gran Mateo Flecha el Viejo, precisamente en el espacio temporal que queda entre los anteriores. En palabras de fray José de Sigüenza: “junto [el duque] la mejor capilla de músicos ansí de voces naturales, como de todo género de instrumentos, que huvo en España, ni la ha avido después acá tan buena, en número, abilidades y voces”. Asociado a este periodo surge la recopilación conocida como Cancionero del Duque de Calabria o de Uppsala, que constituye una muestra relevante de la música que se interpretaba en los reinos de España en el siglo XVI, y en concreto, en el de Valencia.
El trabajo de Piacere del Traversi también da cuenta de la presencia en la corte valenciana de Germana y Fernando de Luis de Milán, uno de los grandes vihuelistas del siglo XVI, y autor de uno de los principales tratados de cifra para dicho instrumento, El maestro. Aparte de su música, en el disco podemos escuchar dos fragmentos de su libro El cortesano (1561), en el que retrata la vida cultural de la corte valenciana, describiendo las veladas musicales y literarias celebradas por los virreyes.
Resulta curiosa y triste la visión patriarcal de la historia que juzga como frívolas y banales las inquietudes culturales en Germana de Foix, mientras que estas se consideran méritos y virtudes en la persona de su marido. Como acertadamente expresa Rosa Ríos:
“La música, el coleccionismo, el teatro, la literatura, etc., todas las expresiones del espíritu renacentista que se manifestaron en la corte de Valencia se consideran síntomas de ligereza y superficialidad si se refieren a la reina, mientras que si es el Duque de Calabria quien las practica, se entienden como demostración de refinamiento y sofisticación intelectual.”
Sirva este nuevo trabajo de Piacere dei Traversi para reivindicar el papel de doña Germana de Foix como mujer del Renacimiento y símbolo de la inquietud cultural de su época, que, en cualquier caso, nos ofrece una maravillosa selección de música de finales del siglo XV y primera mitad del XVI, que la dulzura que imprime el tándem del trío de flautas traveseras y la voz la convierten en una delicia para el oído.