“La música que hemos recuperado es una primera experiencia de interculturalidad entre España y el Nuevo Mundo” así comienza una entrevista realizada por la periodista de la Universidad Católica de Valencia al Dr. Rodrigo Madrid profesor de esta Universidad y director de Capella Saetabis, a raíz de la publicación del Cd. “Barroco Boliviano”, de la cual publicamos un extracto.
P.- Las obras que ha grabado en el disco corresponden tanto a compositores nacidos en España como a músicos de tierras americanas. ¿Cómo nace el proyecto?
R.- El proyecto surge a partir de una Beca de Investigación otorgada por la AECID concedida a dos universidades españolas: la Universidad Católica de Valencia y la Universidad de Zaragoza para trabajar en los fondos archivísticos de Sucre (Bolivia) invitados por la Universidad de San Francisco Javier de Chuquisaca.
P.- ¿Con qué fuentes han trabajado?
R.- En Sucre se encuentra el Archivo Nacional de Bolivia que conserva una colección de obras musicales muy importantes para el conocimiento de la música española e hispanoamericana.
P.- ¿Por qué investigar el barroco boliviano y por qué Sucre?
R.- Sucre es actualmente capital constitucional de Bolivia, y fue declarada por la Unesco como Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad. Por sus impresionantes iglesias y conventos y sus fastuosas residencias de antaño, Sucre es el recuerdo vivo de los tiempos de magnificencia y gloria de la época colonial. La literatura, las bellas artes y sobre todo la música tuvieron un papel relevante como parte de esa dignidad.
P.- ¿Qué hechos culturales dieron lugar a este tipo de cantos y danzas?
R.- Las fiestas que se realizaban en las colonias americanas eran muchas y a lo largo de todo el año, podían ser tanto públicas como privadas, religiosas o profanas, las había que tenían una duración mínima de una jornada pero otras llegaban incluso a durar tres o cuatro días. El objetivo de estas fiestas era el de evangelizar, catequizar, sociabilizar o formar lazos familiares.
P.- Xácaras, rorros, chanzonetas… Imagino que sería un gran choque cultural ante la música, más severa, del Renacimiento y la Contrarreforma. ¿Sigue sorprendiendo hoy el exotismo de estas composiciones?
R.- Sorprendió sobre todo a quienes educados escolásticamente en la más severa tradición polifónica europea creyeron ver en estos sones un atentado contra el espíritu tridentino. No fue así, aquellas fuentes de inspiración popular crearon admirables páginas de música para deleite de propios y asombro de extraños.
P.- Desde la creación de su grupo Capella Saetabis, se propuso el reto de editar en papel toda la música que graba en CD.
R.- Cuando formamos la Capella Saetabis, ahora hace trece años, un objetivo nos ha guiado en esta aventura, que la música de nuestros archivos fuese editada y grabada, sino es así falla unos de los pilares de todo trabajo de investigación porque sólo concentramos el esfuerzo en la grabación de la música y ésta no es más que la visión de un intérprete.
P.- La financiación de este proyecto de investigación ha sido posible por una beca que les concedió la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID) ¿Qué otros proyectos tiene en marcha?
R.- Actualmente estamos embarcados en la edición y grabación de la Música Colonial de Quito que se encuentra en unos manuscritos hallados en la Diócesis de Ibarra (Ecuador). Son partituras de los ss. XVII y XVIII recuperadas por el investigador ecuatoriano Mario Godoy y completadas con los posteriores revelamientos fotoestáticos realizados por el profesor Lic. Miguel Juárez de la Universidad de los Hemisferios. La edición de una parte de ese legado saldrá publicada en breve.
Entrevista realizada por Carola Minguet para el Departamento de Comunicación de la Universidad Católica de Valencia
Fuente: https://www.ucv.es/index.aspx