A principios de 2010 celebrábamos el décimo aniversario de un grupo que surgió, como tantos otros, para interpretar obras consagradas del repertorio barroco con instrumentos de época. Hace ya seis años, sin embargo, que tuvimos la suerte de presentar en público, en el marco del Festival de Música Antigua de Aranjuez, una obra que poco después se iba a convertir en el germen de un largo proyecto: la Sinfonía nº 94 en Sol mayor de Joseph Haydn, “La sorpresa”, en versión de John Peter Salomon.

Surgió con la preparación de ese programa una empatía especial entre los músicos de La Tempestad y los estupendos arreglos de las doce Sinfonías de Haydn realizados por Salomon. No era para menos: la posibilidad de tocar con un número reducido de músicos (flauta, dos violines, viola, violonchelo, violone y fortepiano) estas obras maestras y de manejarlas a nuestro antojo, como si de un cuarteto de cuerda se tratara, nos ofrecía el disfrute de la música orquestal mezclado con la inquietud de ser responsable único de cada voz, y, por tanto, tener también efecto directo en el resultado final. La belleza de estas versiones radica así en la frescura del diálogo espontáneo de la música de cámara, una vez trabajadas. Fue, y sigue siendo, uno de los mayores retos de nuestra vida musical.

 

 
Desde aquel momento, La Tempestad siguió con sus programas habituales, pero las Sinfonías de Haydn iban ganando posiciones, conforme las presentábamos por la geografía española (Teatro Real, festivales de Benidorm, Cádiz, Mayo Musical de Bolea, Festival Pau Casals del Vendrell, Auditorio de Murcia…) y en el Festival de Chiquitos en Bolivia (al que volvimos por segunda vez con un nuevo programa: las sonatas de oposiciones a la Capilla Real de Madrid).
Los dos discos anteriores de La Tempestad, Caro Dardo: Sopranos y castrati en el Londres de Farinelli (MMA 006, 2007) y C.P.E.Bach: Música a tres (Arsis 4204, 2009), habían cosechado excelentes críticas:

«versión verdaderamente modélica, con un discurso musical perfectamente estructurado y coherentemente expuesto, con brillantez, virtuosismo, energía y contundencia…»

«…de una delicadeza apabullante y de un gusto exquisito. Tan alto nivel demuestra lo que ya hemos comentado en otras ocasiones: por fortuna, los españoles ya no tenemos nada que envidiar a los de fuera en lo que a interpretación histórica respecta.»

Así que no es de extrañar que a la hora de pensar en un nuevo disco surgiera un proyecto tan ambicioso (una integral de música universal realizada por un grupo español) como imprescindible (no existe todavía en el mercado): grabar la integral de las doce Sinfonías de Londres de J. Haydn en la versión de Salomon, aquellas que están confiriendo al grupo un sello de identidad. Todo nuestro esfuerzo e ilusión de estos últimos años se han podido materializar en cuatro discos que verán la luz en breve gracias al apoyo que desde el principio encontramos en el Festival de Música Antigua de Aranjuez y en el Gobierno de Murcia a través de su Consejería de Cultura y de Murcia Cultural, patrocinadores del proyecto, junto a la indispensable y grata colaboración del Auditorio Pau Casals del Vendrell.

¿Y después qué? Que nos hemos dado cuenta de que hemos abierto una brecha en un camino en el que queda mucho por cavar, por explorar, por disfrutar. Si en la época se divertían tocando ‘en petit comité’ las grandes obras de orquesta… ¿por qué no continuar disfrutando? Siguiendo esta línea, he aquí nuestra nueva propuesta: Mozart infrecuente.
Desde siempre hemos tenido la convicción de que la música antigua debe ser algo vivo, que vaya mucho más allá de la partitura, que nunca deje impasible al oyente… un objetivo que entra de lleno en la teoría barroca de los afectos. Por eso, cada vez que leemos la siguiente crítica referida precisamente a una de nuestras interpretaciones de Haydn, sonreímos, pensando que no estamos lejos de lo que buscamos:

«…Con la valía individual de sus componentes y el estupendo resultado como grupo. Con los tiempos, el aire y el estilo oportunos; y con un fraseo y unos efectos de expresión realizados con admirable conjunción, compenetración y finura, y cuidando los detalles. Interpretaciones musicales lúcidas, saludables (…) y de las que llegan.” []

Texto recogido de la web oficial de La Tempestad

Blog de La tempestad

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