Cornetas renacentistas, sacabuches, orlo, flautas dulces, chirimías, bajoncillos o bajón son los instrumentos de la época que han sonado durante estos días en la Catedral de Jaén, que sirvió de modelo a la Catedral de Puebla (México), donde nacieron las partituras medievales interpretadas.
La música escogida es el manuscrito 19 de la Catedral de Puebla, único libro para uso de «ministriles» -músicos asalariados de las catedrales renacentistas-, localizado hasta la fecha en catedrales del Nuevo Mundo, y que ha vuelto a sonar cuatro siglos después.
Se trata de un proyecto de recuperación del patrimonio musical medieval hispanoamericano, liderado por el musicólogo y profesor de la Universidad de Jaén Javier Marín, producido junto al profesor de la Universidad Complutense de Madrid José Antonio Gutiérrez e interpretado por el grupo Ensemble La Danserye.
Un cuarteto de «ministriles del siglo XXI», que copiando en todo a los originales pertenecen a una misma familia, los Pérez, leen las partituras originales y construyen sus propios instrumentos basándose en documentación de la época.
El proyecto se ha distribuido en dos fases, una primera que ha consistido en la presentación al público de una selección de este libro, con un concierto interpretado el 16 de noviembre en la iglesia de la Asunción en La Guardia (Jaén) dentro del XVI Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza, cuyo director es el propio Marín.
La segunda es la grabación de un CD, en la sala capitular de la Catedral de Jaén, que será publicado durante 2013 por la Sociedad Española de Musicología, dentro de la serie «El patrimonio musical hispano» y que en estos momentos se encuentra en fase de mezcla, tras finalizar la semana pasada su edición.
El manuscrito, que no está fechado, pero distintas evidencias apuntan a que pudo ser copiado por el «ministril» José de Burgos en 1672, ha perdido los 25 primeros folios, y contiene 117 composiciones de autores de la segunda mitad del siglo XVI, a quienes se sumaron algunos maestros activos en el primer tercio del XVII.
Su tardía cronología lo convierte en el último eslabón de este tipo de fuentes y permite aproximarse al repertorio interpretado por «ministriles» antes de la incorporación a las capillas eclesiásticas de los violines, con quienes se produjeron importantes cambios estilísticos en el repertorio instrumental, según explica Javier Marín.
Además es el único libro que se conserva con música de «ministriles» en las catedrales del Nuevo Mundo, y precisamente procede de la catedral de Puebla, que en el siglo XVII pertenecía al Virreinato de la Nueva España, y era uno de los centros musicales más importantes de la época con una gran riqueza artística
Sicuramente lo conosci, Barbara Filippi 🙂
Genial representar un manuscrito único medieval en la Catedral de Jaén, enhorabuena, pero ¡¡¡cuidado!!! la imagen que poneis en el post no corresponde a el manuscrito 19 de la Catedral de Puebla, pues es el Congaudeant Catholici del Codex Calixtinus y se presta a confusión.
Gracias por tu comentario. Comentarte al respecto, que no contamos con ningún recurso para mantener esta web y pagamos por el espacio que tenemos en el servidor, lo cual no nos permite subir todas las imágenes que nos gustaría, y a veces tenemos que colocar alguna que sirva como ejemplo, aunque como en este caso no esté al 100% relacionada con la noticia.
Un saludo
Estimados amigos de Música Antigua: en este noticia, basada en la elaborada por la «Agencia EFE» y publicada en la web de «El Mundo», se han colado algunos errores del artículo original. El más obvio es que el manuscrito no es medieval; como bien dice el texto, el códice 19 de la Catedral de Puebla (México) fue confeccionado en torno a 1672, si bien contiene música de autores activos en la segunda mitad del siglo XVI y primera del XVII. Aunque aquí no se ha recogido, en «El Mundo» se afirma que se han recuperado las 117 composiciones del libro, pero por ahora sólo han sido 29, que son las que han parecido más significativas por diversos criterios musicológicos, interpretativos y documentales que serán explicados en las notas del CD por Javier Marín López, director, productor y responsable de la investigación, junto al grupo «La Danserye». Como aclaración personal, quería indicar que, aunque soy colaborador y pertenezco al departamento de musicología de la Universidad Complutense, no soy profesor en ella. Les estamos muy agradecidos por difundir este proyecto. Un saludo.